21. Los juegos de otoño II

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—Ja... Es bastante divertido hacer esto...— murmuró un tipo con una sudadera y un cubrebocas negro.

—Solo apúrate, no contamos con mucho tiempo...— le dijo otro tipo que vestía de la misma manera.

—Ha... Ha... Por favor, paren...— exclamó débilmente Carlos, quien se encontraba bastante golpeado y con sangre en la boca.

—No te dí permiso de hablar tarado...— le dijo tomándole fuertemente del cabello.

—Yo les daré lo doble, es más lo triple de lo que...— se cortó la voz del chico cuando le dio una patada fuerte en el estómago.

El tipo se empezó a reír.

—¿Dijieron que si él decía eso nos darían algo extra no?— le preguntó al otro hombre.

—Solo termina el trabajo...— le contestó su compañero.

—Mmm... veamos ¿qué extremidad vamos a romper?...—

—Seré considerado porque me recuerdas a un amigo que tuve...—

En ese instante, el otro tipo le puso una especie de venda para taparle la boca; Carlos empezó a temblar y tratar de luchar para zafarse de ellos, a pesar de estar algo herido.

—Si sigues así... Te romperé dos extremidades, así que coopera o resultará más doloroso para ti...— dijo el hombre sonriendo, mientras pensaba.

"Me preguntó qué habrá hecho el tipo para que pagaran tanto dinero por herirlo..."

La verdadera tortura estaba por iniciar.

Estaba muy sorprendida cuando terminó la carrera, Joseph y Dylan parecieron llegar al mismo tiempo; todos estaban cuchicheando de quién podría ser el ganador, incluso también estaban apostando

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Estaba muy sorprendida cuando terminó la carrera, Joseph y Dylan parecieron llegar al mismo tiempo; todos estaban cuchicheando de quién podría ser el ganador, incluso también estaban apostando.

—¿Joseph o Dylan?— preguntó Arthur a Estela.

—Mmmm.... Joseph— respondió determinada.

El joven fue a checar las cámaras y después de unos minutos fue a comunicar quien era el ganador.

—Joseph obtuviste el primer lugar.... Dylan el segundo...

—Felicidades a ambos... Fue una mínima diferencia la que llevaban....

Después de que el joven dijera eso, varias chicas comenzaron a gritar; en especial, las de primer grado, quienes estaban detrás nuestro.

—¡Kyaaa!... ¡¡¡Joseph!!!...

"A la próxima no me sentaré cerca de ellas..."

Continúo las carreras de obstáculos, en el área de mujeres donde estaba la hija del entrenador, ella ganó el primer lugar.

Después siguió con los hombres, y quién representaría a nuestra escuela era Sven.

Algunas chicas nuevamente comenzaron a animarlo, y los estudiantes de mi escuela empezaban a observarme, era incómodo.

Por accidente el psicópata se enamoro de mí Where stories live. Discover now