Primera parte.

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Bajó las escaleras y se dirigió a la cocina, ahí se encontraba su amigo rubio comiendo, siempre estaba comiendo.

"Oye, ¿y el inútil de mi padre?".Preguntó mientras abría la nevera y sacaba una jarra con jugo de naranja.

"Supongo que salió, cuando bajé ya no estaba." Habló con la boca llena y el rizado hizo una mueca de asco." Y tú ¿a dónde vas?." Le preguntó su amigo mientras tomaba de su café.

"A la universidad Niall, yo si tengo responsabilidades, no como ciertas personas." Sonrió y tomó todo el jugo que se había servido. "Bueno me tengo que ir."

Niall soltó una carcajada y le sacó el dedo medio.

"Harry, vas una hora tardé."

"¿Y?"

"Bien, vete a la mierda." Rodó los ojos y se levantó de la silla en la que se encontraba sentado. "Yo voy a salir, no sé si vaya a volver hoy."

"¿Algún día me dirás a dónde es que vas?."

"No."

"¡Gracias!, no sabes cuanto agradezco que confíes en mi y me cuentes sobre lo que sea que hagas." Se acercó al alfa y le dio un abrazo y un fuerte beso en la mejilla. "Me voy, te la veo en la noche, si es que regresas." Tomó su mochila y salió de la casa.

"¡Vete a la mierda Harry!."

"¡Sácate el pene de la boca porque no te escucho!."

"¡Que te den!."

"¡Unos buenos centones¡, ¡el cielo te escuché Niall ¡." Sonrió y vio como lo miraban feo unas señoras omegas que pasaban por la calle, se bajo las gafas de sol y les guiño un ojo. "¡Tengan buen día, hermosas damas!."

Y ese era Harry, un alfa de 19 años que había tomado la vida como un chiste y no le daba mayor importancia a nada.

🥀🗡️

Treinta minutos después se encontraba tocando el portón de la universidad. Vio a lo lejos al conserje acercarse y sonrió, sabía que lo dejarían entrar vamos era Harry, a él nadie le negaba nada... o quizá si.

Alfonso, el beta que se había convertido en su amigo, luego de que casi todos los días le abría a la hora que llegará, se acerco.

"¿Ves esto que está aquí muchacho?." Pregunto el beta señalando el candado que tenía el portón. "Significa que está cerrado, así que te puedes ir"

"Oye, no seas así. Solo llegué una hora tardé no es para tanto." Sonrió mostrando sus hoyuelos tratando de ser adorable."Déjame entrar, me haz dejado entrar en otras ocasiones, ¿por qué ahora no?. ¿Acaso ya no me quieres?."

"Eres insoportable." El hombre rodó los ojos y le sonrió. "Vete alfa, no insistas, no te voy a dejar pasar. Es hora de que seas responsable." El beta se dio la vuelta y se fue.

"¡Yo pensé que me amabas!. ¡Traidor!." Fingió limpiarse lágrimas del rostro y caminó a hacía unas bancas que habían ahí. "Ya que más da. ¡Vida se que me odias pero ya déjame en paz!". Grito mirando al cielo, culpaba a la vida y la culpa la tenía él por ignorar a la jodida alarma que se encontró sonando desde las seis en punto.

Se sentó en una de las bancas y sacó su libreta de dibujos, cuando no tenía nada que hacer hacía pequeños dibujos de cualquier cosa que le gustará. Tenía una semana dibujando una mariposa azul que había visto y que intentó tener la imagen de ella tatuada en su mente.

Estaba tan concentrado en hacer cada dellate en las alas de la mariposa que ni se percató en que momento tres camionetas negras se estacionaron en frente de él. Tres alfas grandes y fuertes como rocas se bajaron de una camioneta y caminaron hacia él, subió su mirada y se quitó las gafas de sol, su mirada pasaba de un alfa a otro. Que supiera no debía dinero, ni siquiera recordaba a ver prestado dinero en su vida.

SECUESTRADO POR UN AGRESIVO OMEGA [L.S]Onde histórias criam vida. Descubra agora