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No me hago responsable de que esto dura 10k, disfrutadlo mucho <3

En un parque de bolas, un grupo de niños celebra el cumpleaños de uno de ellos. Las risas inundan el establecimiento, así como los gritos. Toda la clase ha sido invitada por obligación de una madre que no quiere dejar a ninguno fuera.

Ya han soplado las velas, han comido tarta, así que el cumpleañero se ha lanzado sobre la piscina de bolas, invitando a todo el mundo a unirse.

Todos los niños lo siguen.

Salvo dos.

Raoul continúa dando vueltas al trozo de tarta que le queda con el tenedor. A su lado, un niño mucho más moreno lo observa con cuidado, como si abrir la boca fuera a hacer que se rompiera.

No se da cuenta de este gesto, demasiado preocupado por intentar que no lo vean aburrido. Pero es que odia estar allí. Odia que se vean obligados a invitarlo cuando ninguno se porta bien con él en clase. Solo que eso su madre no lo sabe.

—Alegra esa cara —pide el pequeño moreno—. Al menos estás aquí, conmigo.

—Creo que mi mamá no tenía muchas ganas de que nos acompañaras. —Nunca se le ha dado bien ocultar información, pero mucho menos a él.

—¿Qué sabrá ella? Conmigo estás mejor, ¿no?

—¡Claro! —Se le ilumina levemente la mirada—. Tú eres el único que me quiere un poquito.

—¿Un poquito solo? Qué poco confías en mí. —Arruga los labios en una mueca que le parece divertida—. Te quiero un muchito.

Se le escapa una sonrisa amplia. Es el mejor amigo que el mundo podría desear. Ya les gustaría a esos pesados que gritan y se ríen con las bolas tenerlo a él.

» No te gires, pero acabo de ver al chico más guapísimo del mundo mundial.

—¿Dónde? —Mira en todas direcciones, confundido.

—A tu izquierda, pero... no lo hagas muy rápido, no vaya a asustarse.

Le hace caso. Se gira muy despacio hasta cruzarse con su propio reflejo. Piel pálida, llena de pecas por el sol, pelo rubio que parece un casco. Aprieta los labios al comprobar que se trata de un espejo.

Tiene el mejor amigo del mundo.

Es el único al que le ha contado que puede que le gusten algunos niños de su clase, aunque por supuesto ellos ni le hagan caso. Al menos uno de ellos lo invita a su cumpleaños, aunque sea por obligación. Pero él lo sabe y no le importa, de hecho, le hace sentir bien.

Pasan un rato más hablando, ante la atenta mirada de las madres. No puede evitar observarlas de reojo y comprobar que todas parecen un poquito preocupadas, casi mirando con lástima a Susana, la mejor madre del mundo.

Serán celos porque ellas no tienen una amiga tan guay como Ago.

Un niño se acerca corriendo hasta ellos y se gira directo hacia Raoul. Es Lucas, uno de los niños que le gustan un poquito. Porque a ninguno va a querer tanto como a su mejor amigo.

—¡Ra, vente a jugar! —Comienza a tirar de su brazo.

—¿Yo? —Se deja arrastrar ante la confusión de que alguien quiera jugar con él.

—¡Que sí, que necesitamos a alguien y les he dicho que tú eres el mejor! ¿No querrás quedarte ahí solo toda la tarde?

Se muere de ganas de decir que no está solo, que está con su mejor amigo, pero la emoción de que quieran jugar con él hace que se trague sus palabras.

Entelequia-RagoneyWhere stories live. Discover now