El sol, la luna, el eclipse.

461 34 3
                                    

"No has cambiado ni un poco".

Lo recordaba claramente, pero no podía entender lo que quería decir. Nunca antes había visto a ese hombre, y su sonrisa de dolor, ese olor pútrido eran algo que definitivamente recordaría si realmente lo hubiera conocido. ¿A quién le recordaba?

¿Quién podría traer tanto amor a la cara del rey demonio?

Sus rasgos afilados brillaban etéreos bajo el brillo de la luna a través de la ventana mientras sus ojos lo absorbían todo, admirando cada parte de él como si nunca fuera capaz de volver a mirar.

Aquel hombre era una bestia que solo traía agonía y dolor a la humanidad, sin embargo, la suave sonrisa que miraba ahora solo podía pertenecer a una hermosa criatura en la semejanza de Amaterasu, una creación no contaminada por la crueldad del mundo.

Sabía muy bien que ambos estaban destinados a estar muertos, uno por naturaleza y otro por traición, pero no podía encontrar en él la voluntad para que le importara.

No cuando esas delicadas pero ásperas manos vinieron a agarrar y acariciar las partes de sí mismo que nadie había amado tan apasionadamente antes, arrancándole la voz de la boca sin darse cuenta en absoluto.

La cama respondía a todos sus movimientos mientras actuaban sobre sus deseos, dando paso lentamente a lo que los hizo dependientes en primer lugar, ambos abriendo las grietas más profundas de sí mismos y mostrándose el uno al otro sus sentimientos más vulnerables, sus miedos y deseos y necesidad desesperada de sentirse clavándose en la piel del otro.

Él nunca se habría mostrado así a ella. A cualquiera que no fuera él, en realidad. Solo él tenía este privilegio, y solo él lo disfrutaría hasta el final. Nunca hablaron de ello, pero ambos sabían que era suyo, sólo suyo, en cuerpo y alma.

Cerró los ojos lentamente mientras sus manos se cerraban alrededor de su garganta y apretaban suavemente su tráquea, dejándole sentir la persistente amenaza de lo único que lo impulsaba. Su movimiento aumentó lo suficiente como para hacer que la estructura de la cama se sacudiera y gritara con cada embestida, causando que el pelirrojo se mordiera los labios con fuerza para no dejar escapar el ruido que necesitaba desesperadamente soltar.

Les esperaba una noche larga, muy larga.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Dec 14, 2022 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

𝙀𝙣𝙩𝙧𝙚 𝙡𝙖 𝙡𝙪𝙯 𝙮 𝙡𝙖 𝙨𝙤𝙢𝙗𝙧𝙖.Where stories live. Discover now