capítulo 16

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Aún era temprano, los rayos solares acariciaban con suavidad la ciudad de Bangkok, especialmente su aeropuerto que estaba siendo iluminado de una forma ensoñadora, aquí, en ese lugar habían muchas personas esperando a sus seres queridos, entre toda esa multitud había cierto joven pelinegro de hermosos ojos del mismo y con su bronceada piel que caminaba impaciente por todo el lugar intentando encontrar a su princesita.

En eso una hermosa sonrisa cruzó su rostro al ver como una niña de cabellos castaños, piel pálida y hermosas facciones bajaba de uno de los aviones, se veía igual y a la vez muy diferente a la pequeña que había visto hace unas 8 semanas atrás.

-Gracias - dijo nini tomando su maleta de las manos del hombre que se la daba, bajó los escalones de ese aeropuerto que era un poco corriente para su gusto pero bueno, no estaba en París sino en Bangkok...

Volvió su rostro y comenzó a ver a todas las personas que esperaban a sus familiares, suspiró mientras ponía una mano en su pecho

-Por Dios... es papá - dijo mientras sus ojos comenzaban a brillar y retenía los deseos de llorar.

-HOLA NIRIIIN - escuchó como la llamaba, ella simplemente sonrió suavemente mientras no dejaba de verlo de arriba a bajo, era muy guapo y ahora que veía ese cabello negro comprendía el por qué ella era pelinegra, bueno, el por qué antes era pelinegra - BIENVENIDA A CASA

Nini sonrió de nuevo y tomando sus cosas corrió hasta donde estaba su pelinegro padre, este al verla tan cerca se arrodilló para quedar a su altura y verla de frente.

-Que te pasa nirin? Ven acércate y abrázame princesita

-Eres tú - dijo simplemente nini antes de lanzarse a los brazos de su padre - AL FIN - gritó como nunca lo había hecho mientras sentía como su padre la cargaba y le daba un suave beso en la mejilla sin dejar de abrazarla.

Definitivamente esa sensación era diferente a ser abrazada por su madre, al sentirse entre los brazos de su padre sintió su calidez y ese sentimiento de estar protegida entre esos brazos, lo quería, lo amaba, y aunque ese fuera un momento emotivo ella no lloraría, ella no era una persona sentimental por favor!

Ella no era Niriin Adulkittiporn, ella era Ninii Phunsawat y los Phunsawat no lloraban por cualquier cosa y aunque las lágrimas amenazaban con ganarle, pudo controlarse y antes de darse cuenta estaba riendo mientras sentía como el pelinegro acariciaba sus cabellos, era cálido el abrazo, era algo indescriptible y recién en esos momentos comprendió porque toda su vida había sentido un vacío en su interior, lo había necesitado, había necesitado a su padre como nunca lo creyó.

El pelinegro seguía abrazándola, la quería, la amaba ella era todo lo que le quedaba de su antigua relación y aunque "supuestamente" ya "no sentía" "nada" por él igual adoraba a su hija, era su hija no? Es decir, no la amaba porque se parecía a él o no, no la adoraba porque era su mismo reflejo no, no, claro que no, sino simplemente por que era su sangre, aunque la verdad era que la amaba por ambas cosas, por ser su sangre y por ser hija de ese ser tan amado pero que ya era hora de olvidar. Pero notó también algo extraño al abrazarla, era extraño pero podía haber jurado que sintió el aroma del castaño en esa pequeña que era su hija, la abrazó más fuerte sin poder evitar besarla de nuevo, era cálida, conocida y a la vez nueva la sensación, suspiró pensando que estaba sobreactuando mientras la bajaba a su princesita.

-Nirin espero que hayas descansado mucho en el campamento porque no vas a regresar - dijo acariciando su rostro mientras esta sonreía - te extrañé demasiado mi amor - dijo besándola en la frente - qué te pasa nirin? Te noto distinta...

-Tal vez por el cabello - dio suavemente con su particular tono de voz

-Te lo cortaste pero, Por qué? - dijo mirando su corta melena amarrada en dos coletas.

Coincidencia •Off-Gun•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora