Historias cortas sobre los bombones de la selección.
Ningún capítulo va a tener que ver con otro, salvó que sea muy largo y le haga una segunda parte.
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Mí hijo estaba esperando a su padre, que volvia de jugar un partido con Australia. Yo estaba igual de ansiosa que el. Hace mucho no lo habíamos visto.
Nuestro hijo tenía ya 3 años, y era un genio con la pelota. La cerradura de la puerta se escuchó y corrimos hacia la sala principal. Joaquín se abalanzó sobre Damián y lo abrazo levantándolo.
"Yo también existo eh" dije viendo cómo no venía a saludarme.
"Hola mí amor, te extrañe mucho" dijo abrazándome. Me beso varias veces hasta que Damián se puso entre nosotros.
"¿Estás celoso de tu papá? Tenés que compartirme a mamá" dije haciendo voz de tonto.
Lo levanto y se fue al patio a jugar con la pelota. Verlos tan felices juntos me daba años de vida. Me ponía feliz con tan solo verlos sonreír. Los dos hombres que más amo. Y Joaquín estaba muy emocionado con nuestro hijo, un poco más y lo quería amamantar el cuando nació.
Se acerco hasta a mí y me abrazo de la cintura.
"¿Vos le enseñaste a jugar?" Asentí viendo cómo intentaba hacer jueguitos con sus piernitas "Es un crack, va ser un gran jugador, claro, si quiere serlo, si no, no hay problema" me miró y me sonrió, es un amor este pibe, no me equivoque en elegirlo. Pase mis brazos por su cuello y nos quedamos abrazados.
...
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MI AMOOOR HERMOSOOOO
El domingo jugamos contra los franceses come traba. La verdad estoy de cagada pero la fe y la ilusión no la pierdo.
