Capitulo 1

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La vida en la realeza podría ser algo bueno para cualquier mortal, aunque el príncipe Aemond no pensaba lo mismo, nacido en una de las familias más poderosas de todos los tiempos, no todo era bueno, siendo un segundo hijo jamás se sentaría en el trono de hierro, pero eso no le importaba al joven príncipe, el solo quería el amor de sus padres.
Al paso del tiempo conforme crecía se daba cuenta de quién eran ellos y que nunca podía tener lo que otros si y eso le causaba molestia, forjando su carácter Aemond era un niño inteligente, fuerte, hermoso, serio y sobre todo posesivo...

Eran las 7:00 de la mañana y los rayos del sol ya estaban entrando por la ventana, justamente perturbando el sueño del joven príncipe

— Maldita sea justamente tiene que darme en los ojos, es lo único que disfruto hacer y me lo arruinan—

El enojo de Aemond fue interrumpido por sus sirvientas

— Mi príncipe, su madre solicita su presencia en su habitación, por favor ya levántese.

—En un momento estoy ahí, retirense.

El joven principe con mala gana se arregló lo más rápido posible para no hacer esperar tanto a su madre, aunque lo que más quería era seguir durmiendo.

—madre ya estoy aquí, para que me solicitaba con tanta urgencia y a esta hora?

—Hijo mío buenos días, disculpa si perturbe tu sueño, se que has estado muy cansado por entrenar tan duro aunque creo que el sol fue primero estás todo rojo de la cara, pero bueno como veo que tus hermanos no son tan puntuales te lo diré a ti primero, quiero que estén presentes en el desayuno, ya que vendrá de visita una de mis grandes amigas, si no que la mejor, ella viene desde muy lejos y los quiere conocer, cuando estaba joven ella y yo siempre estábamos juntas, hablabamos de que cuando tuviéramos hijos los conoceríamos sea cual sea hubiera Sido nuestro destino.

—Aemond estaba sorprendido ya que su madre jamás había hablado de sus amistades, bueno en realidad el pensó que ni siquiera tenía amigas—Esta bien madre estaré presente pero en realidad que podríamos estar platicando con ustedes, concidero que es mejor que ustedes estén solas, para que platiquen de una manera más satisfactoria, no lo crees?

—Lo se mi príncipe, pero no solo los quiero conmigo para  presentarse los a ella, si no que viene con su hija, es 5 años mayor que tu y no quiero que se sienta aburrida con nuestras platicas, así que te pido que le hagas compañía, te lo pido a ti ya que se que tus hermanos no se levantarán.

El principe estaba nervioso, no era bueno hablando o conviviendo con las personas, menos con una mujer...

—Esta bien madre cuenta conmigo...




𝖀𝖓 𝕯𝖗𝖆𝖌ó𝖓 𝕰𝖓𝖆𝖒𝖔𝖗𝖆𝖉𝖔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora