A la vista

80 11 2
                                    

2 semanas antes

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

2 semanas antes.

Una suave melodía se escuchaba en el interior del vehículo en el que se encontraba la chica de ojos claros observando el exterior con detenido interés.

Los vidrios polarizados del auto le permitían ver todo lo que ocurría lejos de ella, sin llegar a revelar su identidad.

El pelirrojo a su lado, quien se encontraba tras el volante disfrutaba de una manzana tan roja y brillante como su cabello, algo que no podía entender si apenas un minuto atrás comía otra con el mismo goce, o bueno quizá si entendía un poco el gusto de Hyunjin por todo lo que tuviera ese color, después de todo gracias a ello se conocieron.

Un suspiro salió de sus labios luego de darle un vistazo a la pantalla de su teléfono y notar como el chico al que verían llevaba un par de minutos de retraso, algo que odiaba con todo su ser. Quizá el pelinegro necesitaba un par de lecciones de modales y responsabilidad, como en el pasado, una larga sesión en su habitación de castigos podría ser la solución, aunque tratándose del menor de sus hermanos y probablemente el único que le importaba, lo más seguro era que lo dejara pasar.

Pensamiento que la hizo esbozar una minúscula sonrisa, hasta que escuchó la puerta trasera del auto abriéndose y un perfume que identificó de inmediato inundar el reducido espacio. —¡Hola! ¡Hola! — Escuchó la enérgica voz de Haruto, confirmando que en efecto, se trataba de él. —¿Como se encuentra mi hermana favorita? — Preguntó el pelinegro asomándose entre los dos asientos delanteros para verla, sonriendo de aquella forma que aunque encantadora, a la morena le llegaba a dar náuseas por lo adorable que lucía.

—Soy tu única hermana, bobo. — Dijo rodando los ojos al escuchar la risa del muchacho, que prolongó sus carcajadas.

Si, bueno, dime que se te ofrece. — Soltó el pelinegro una vez tuvo suficiente de sus risas, provocando que tanto el silencioso pelirrojo como la morena lo miraran incrédulos, pues nadie le hablaba de ese modo a la chica sin pagar las consecuencias. —Lo siento Noona ¿Que ocurre? — Corrigió agachando la cabeza ante la intensa mirada que esta le dedicaba sintiendo como el pulso se le aceleraba pues sabía lo que eso significaría.

Ha habido un cambio de planes. — Informó la chica endureciendo su expresión, por el momento no descartaría la posibilidad de darle una buena lección al pelinegro, que aparte de llegar tarde se atrevía a hablarle de ese modo.

Y Haruto debió percibir lo que pasaba por su mente pues tragó despacio, y se encogió de hombros, creyendo que en realidad había arruinado todo. —¿Ya no habrá trabajo? — Volvió a a preguntar mirando con atención y algo de miedo el perfil de su hermana cuyos ojos se concentraron en algo más allá de su ventanilla, sin llegar a divisar que era exactamente lo que veía.

Pero lo que si alcanzó a ver fue la pequeña sonrisa que se formó en su boca, una sutil elevación de su comisura, y que logró contagiarlo, pues significaba que su hermana tenía una divertida idea en mente y que quizá su dura mirada no pasaría de una advertencia, por esa ocasión. —Al contrario, ya tengo la fecha. — Contó volteándose finalmente a mirarlo encontrándose con aquellos ojos que eran idénticos a los suyos.

—¡Uff! Me alegra mucho oír eso. — Confesó él demostrando su emoción con una nueva sonrisa. —¿De quien se trata? — Quiso saber, retomando en una gran medida la actitud tranquila y juguetona que tenía al llegar, celebrando cuando la castaña sonrió y negó.

Si le gustaba el entusiasmo de su hermanito, sobretodo por lo hábil que había resultado ser el chico para aquello, y más allá de cualquier lazo de sangre que los uniera, sentía que su afecto se basaba en lo orgullosa que la había sentir cada vez que tenía oportunidad. —Lo sabrás en su debido momento, pequeño. — Le dijo con una cariñosa sonrisa en su rostro, una que cambió de inmediato a una mueca de labios apretados. —Solo una cosa última. — Continuó diciendo elevando su ceja lo que significaba que se trataba de algo importante.

Y por eso el pelinegro asintió sin rechistar. —Lo que mande mi hermanita adorada. — Aceptó mirando de reojo como Hyunjin era quien sonreía divertido esta vez.

—Necesito esta información para dentro de dos días. — Contó entregándole una simple hoja blanca con un par de nombres que al leerlos lo sorprendieron pues conocía bien los rostros a los que correspondían, sin embargo una vez más asintió dispuesto a seguir las órdenes de su hermana sin objetar.

Después de todo, sabía que quien se atrevía a llevarle la contraria a Park Jihyo, a menos que también llevara su sangre, no vivía para contarlo.

Después de todo, sabía que quien se atrevía a llevarle la contraria a Park Jihyo, a menos que también llevara su sangre, no vivía para contarlo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Dec 13, 2022 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Estocolmo || MiHyoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora