Sixteen.-

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20 de febrero.
Envigado, Antioquia, Colombia.

Me senté en mi lugar y me estiré, visualice la habitación y estaba sola, baje la mirada y vi que estaba desnuda, y vagos recuerdos de lo qué pasó ayer y anoche llegaron, y no pude evitar sonreír

Me enrollé en la sábana para buscar mi ropa interior, pero no la veía por ningún lado, me puse el hoddie de Salo, y gracias al cielo me quedaba gigante, así podría ir a buscarlo y preguntarle donde quedó mi ropa

Baje y podía escuchar risas, me guíe hacia donde escuchaban y ahí estaban todos en la cocina, incluyendo a los papás de Salo, sky y la señora Bertha estaban sobre la estufa cocinando, mientras don Jorge servía tazas de tinto y Manu ponía los platos en la mesa, él solo estaba platicando con Rolo y Jowan mientras reían

—Sol... llegas a tiempo, vamos a desayunar — dijo Manu al verme acercar, y le sonreí

—Gracias manu. — mire a Salo y este me sonrió, me acerqué a él y traté de apartarnos un poco de los Icon— ¿donde están mis cucos? — susurre y rió, vi como medio saco algo de su bolsillo derecho y lo mire con vergüenza

—Anoche te dije que me los iba a quedar de recuerdo, y supuse que los buscarías — susurro en medio de risas y le di un pequeño golpe

—Bobo, no puedo estar así— rodó los ojos, me tomo de la cintura y me dio un pico

—¿Así te irás? No desayunaremos acá — dijo y recordé que iríamos a mi casa

—¿No desayunarán acá? — preguntó Bertha y negamos

—Quedamos con mis papás anoche — asintió

—Entonces los esperamos a la comida, pero sin falta, ni excusas — dijo mirando mal a Salo y este rodo los ojos

—Hágale pues — me miro — vamos para que vayas por tus cosas — asentí, subimos las escaleras de regreso a la habitación

(***)

Entramos a la casa, con mucho silencio, ya que hasta afuera podíamos escuchar a mis papás cantando, fuimos hacia la cocina, y ahí estaban ambos, bailando mientras hacían el desayuno, nos hacía demasiada gracia ver a ambos con pijamada de sus caras, la relación de mis papás era hermosa. Aclare mi garganta llamando su atención

—Sí, buenos días, qué actitud tan chimba — mencione con una risa y mi papá me miro mal

—Estábamos disfrutando que teníamos casa sola — la mire boquiabierta

—En shock — reí — ¿ya llegó Zhamir? — negaron.

—Se quedó con Dani — apagó el fuego — ya siéntense, el desayunito está listo. —

—¿Le gusta el café así tinto o le hecho un poco de leche? — preguntó papá para Salo

—Con un poco de leche, por favor. — le sonrió y papá asintió

—¿Cómo le fue anoche en su presentación de la solar? — pregunto mamá para Salo

—Uf muy chimba, eso estuvo a reventar, y eso que ya era muy tarde — vi su sonrisa de emoción — volvería repetirlo sin duda.

—Mire que bacano. —

—Papi, ¿hoy no tenes guardia? — asintió

—Entró de noche, descanse todo el día. —

—Merecido. —

—Claaaro — alargó— ¿como te ha ido con Augusto? ¿Si te acoplas a él?

—Papi sí, el doctor es mera chimba, y nos da mucha oportunidad a la hora de laborar, y siento que entrar a su combo fue lo mejor, porque ya me quedaré en mi módulo oficial, y pues que chimba ¿no?

—Sí mi vida — sonrió — en algún momento me encantaría que hiciera un doctorado, sería bacano pasar de enfermera a doctor, ¿no? —

—Emm — hice una mueca — me gusta más enfermería, pa, no lo sé, quizá este es mi sitio, me siento muy agustico, así qué, en todo caso, sería hacer más especialidades, por si en algún punto quisiera cambiar quirúrgica. Pediatría está muy chimba y me llama resto la atención. —

—Como gustes, amor, sabes que estamos para apoyarte. — sonreí.

El desayuno se pasó muy entretenido, mis papás entablaron una conversación muy cómoda con Salo, incluso creo que mi papá le tomó más confianza, por la forma en la que hablaba con él de cosas de... hombres.

—Venga le ayudo a levantar eso, Luna. — dijo Salo intentando ayudar a mi mamá a levantar los platos de la mesa, pero ella fingió darle un manotazo

—Deje ahí niño, usted es el invitado. — rió

—Entonces, ¿usted vive en un apartamento? — asintió

—Pues es pa lo que salía, pero gracias a mi dios ya fui progresando, y creo que lo primero que haga ahora que regrese a Miami, será comprar una casota, ya propia. — la emoción podía verse en su rostro, y me encantaba

—Mire que bien, es lo que le digo a Solecito, ella todo el tiempo pasa hablando de independizarse, bueno ya no es una nena, tiene 28 años, pero yo tengo la posibilidad económica de mantenerla hasta los 80 si quiere, pero sé que también necesita tener responsabilidades, su trabajo es bueno, y sé que para sobrevivir ella sola en un apartamentico de aquí del Poblado, si le saldría. —

—Claro, empezando de a poco se puede, mi reina es una dura, rápido podría salir adelante. — acarició mi mejilla y le sonreí

—Bueno, que platica con tanta calidad, pero debo hacer unas cosas para antes de irme al hospital. Un gusto haberte conocido Salomón, eres bienvenido en esta casa siempre que gustes, y espero hagas muy feliz a mi niña. — le ofreció su mano, y Salo la aceptó, mi papá le dio un jalón para abrazarlo y yo sonreí

Finalmente mi papá se marchó, ayudamos a mamá a dejar limpia la casa y se fue a visitar a la abuela, así que Salo y yo nos quedamos solos, aunque en cualquier momento llegaría Zhamir

—Vení, vayamos a descansar un momentico, antes de regresar a Envigado — asintió, tomó mi mano y subimos las escaleras, para llegar a mi pieza. Abrí la puerta y vi como observaba cada rincón de mi habitación

—Es muy linda, mor. — le sonreí, me recosté en la cama y palmeé mi lado derecho, a lo que él rápidamente se lanzó hacia la cama para abrazarme — solo quiero dormir, despertar y que usted siga aquí conmigo, no me quiero regresar a Miami.

Se aferró a mi cuerpo, y pude sentir el nudo en mi garganta

—Puedo ir en las vacaciones, o en convenios... Podría ir y cuando puedas, tú venir. — asintió entre mi cuello.

—Te amo, Sol. Nunca pensé encontrar a la mamasita que me volvería loco, en un hospital — reí. — fue el destino, sin duda.

—Yo te amo más, y sea lo haya sido, le agradezco porque hoy estamos juntos.

NURSE «ferxxo» Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz