Tú, yo y nuestros celos.

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La noche pasó demasiado lenta. Aracely se fue a dormir tras la conversación con su amiga Carmen pero le costó muchísimo dormirse. Entró en su cuarto y le fue imposibe quedarse ahí... entrar en ese cuarto ya era sinónimo de recordar esa maravillosa noche con Andrés. Noche en la que simplemente habían dormido abrazados, pero eso ya era motivo suficiente para que no lo pudiera ni olvidar ni superar. Esa noche había conseguido lo que tanto necesitaba: tenerlo lo más cerca posible... y lo único que deseaba es que se volviera a repetir, pero el dolor que le provocaba el haberlo escuchado decir que no la amaba... eso aún pesaba de forma muy dolorosa.

El día siguiente llegó y el día siguiente era el DÍA, así, en mayúsculas. ¿Por qué tanto nerviosismo si solo se iban a encontrar y a grabar una simples promos? Esta era la pregunta que pasaba por la cabeza de ambos, y parecía absurdo, pero parecían dos adolescentes perdidos viviendo su primer amor... pero realmente ni siendo adolescentes habían sentido algo así. Ambos eran la primera vez de muchas cosas en la vida del otro, e inevitablemente el nerviosismo iba de la mano de los sentimientos.

La alarma sonó y Andrés se despertó, se preparó algo rápido de desayuno ya que todos debían estar en la cadena a las diez y eran las nueve. Mientras tomaba su café un recuerdo le vino a la memoria y fue inevitable sonreír. El recuerdo de ese café el otro día en la casa de Aracely, el recuerdo de como ella estaba nerviosa y de como tuvieron ese acercamiento. Un suspiro profundo recorrió su cuerpo mientras recordaba todo ese momento, y así, con el corazón en la mano y los nervios a flor de piel, salió directo a la cadena para reencontrarse con los compañeros y... con ella.

Del otro lado estaba Aracely, aunque había pasado una noche no muy buena por culpa de sus pensamientos que iban a mil por hora, su alarma sonó a las ocho, así que tenía tiempo suficiente para prepararse y desayunar algo antes de ir a la cadena y antes de que llegara Leo, quién la iba a acompañar como siempre. Se tomó un café, se dejó su pelo rubio suelto y liso, se puso un vestido rojo acompañado de un maquillaje sutil y... estaba radiante. A la hora de hacer la promo tendría que meterse en el papel de Marcia nuevamente, por lo que realmente ese look que había elegido le duraría poco.

La puerta sonó y supo que Leo ya estaba ahí, ella ya estaba preparada así que era momento de irse.

- Leo: "Buenos días hermana, veo que ya estás lista... dios mío, estás preciosa, sé de alguien que va a terminar deslumbrado por ti una vez más..."

- Aracely: "Buenos días hermano... vámonos ya por favor."

Aracely trató de ignorar el comentario de su hermano... sabía perfectamente que ese "alguien" era en referencia a Andrés, pero tenía que intentar mantenerse tranquila, la noche ya había sido demasiado intensa y nerviosa para ella así que solo trataba de mentalizarse de que tenía que estar tranquila... pero una cosa era pensarlo y otra hacerlo.

Ambos se disponían a salir ya de la casa cuando de repente Alberto llamó. Una llamada que desconcertó un poco a Aracely.

- Alberto: "Buenos días Ara hermosa... ¿cómo estás? Te llamo por que estoy cerca de tu casa y quería decirte que si querías ir a tomar un café... hace días que no nos vemos y tengo ganas de que charlemos."

- Aracely: "Hola Alberto, perdóname pero ahora no puedo, justo estoy saliendo de casa con Leo, voy camino a grabar algunas promos."

- Alberto: "¿Ah sí? ¿Van los compañeros también me imagino, no?"

- Aracely: "Sí, van los niños, Isadora, Marisol, Andrés y yo."

- Alberto: "¿Te parece bien que vaya contigo? Así los saludo a ellos y de paso pasamos todos un rato juntos, los echo de menos también."

Tenías que ser tú.Where stories live. Discover now