𝑺𝒆𝒄𝒓𝒆𝒕𝒐. 𝑳𝒆𝒘𝒂𝒏𝒅𝒐𝒘𝒔𝒌𝒊/𝑮𝒂𝒗𝒊

𝐂𝐨𝐧𝐟𝐥𝐢𝐜𝐭𝐨. - 𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟏

Lewandowski era un hombre maduro. Sabía sus límites ante ciertos temas y situaciones, controlaba sus instintos, emociones y sentimientos a la perfección. La tentación no debería ser un problema para él, después de todo esa madurez y control sobre si mismo lo llevó hasta el gran futbolista que es ahora.

Entonces, ¿por qué ver a Gavi jadeando, sonrojado, despeinado y viéndolo de forma desesperada lo estaba haciendo olvidarse del hombre maduro y responsable que era?

Gavi era joven e impulsivo, principales razones que lo hacían pensar que podría tener una oportunidad con Robert Lewandowski. Un hombre 16 años mayor que él, casado y con hijas. Pablo lo veía siempre, anhelandolo más que el aire que respiraba.

Tan cerca siempre, rondando alrededor de el y cuidándolo por ser uno de los menores, y la idea de que Robert solo estuviera al pendiente de él porque sentía muy en el fondo que era la necesidad por ser el mayor; la detestaba. La odiaba.

Quería la atención del hombre siempre, quería sus toques, sus miradas, sus palabras, sus deseos. Lo quería todo.

Por eso, cuando Gavi se entero que la relación de Robert con su esposa Anna, se estaba muriendo por la monotonía y solo seguían juntos por sus hijas, decidió hacer algo que el sabe muy bien hacer; ser impulsivo.

Dando tal vez más besos de los adecuados a un compañero de equipo después de anotar un gol, invadiendo su espacio personal fingiendo no darse cuenta de lo que hacía o incluso simplemente abrazándolo sin razón aparente.

Acciones que desconcertaban a Robert, quien aveces sentía muy inadecuado recibir besos del menor en su cuello mientras lo cargaba en su espalda.

También cuando se acercaba demasiado a él mientras le cuestionaba algo, para luego acercar aún más su rostro al suyo y simplemente sonreírle de una forma muy especial sintiendo que sólo esas sonrisas eran para él. O peor aún, esconder su rostro entre su cuello y hombro, donde en cualquier sitio la respiración del menor o un simple roce de sus labios le causaba un cosquilleo agradable, tal vez queriendo más de eso.

Podría soportar todo lo anterior mencionado, menos los abrazos imprevistos de Gavi. Éstos eran dados en cualquier momento del día. Antes y después del entrenamiento, durante descansos donde estaban con los demás conversando o comiendo.

El chico simplemente parecía encontrar cualquier momento para abrazarlo y Robert quedó un poco (mucho) sorprendido cuando se dio cuenta que cada que sucedía, sus manos iban con naturalidad hacia su cintura para acercarlo un poco más a él o viajaban con suavidad por todo su espalda, sintiendo como Gavi se estremecía ante sus toques.

Pablo habría seguido con eso siendo consiente de que el mayor no lo rechazaba y tal vez haber hecho algo más sugerente si no fuera por el problema que tenían ahora.

Los habían reunido solo a él, a Lewandowski y unos cuantos encargados del Barca por un video que se hizo viral de ellos dos, donde se puede ver que están conversando demasiado cerca, para luego darse un abrazo que duro más de lo normal, todo eso sucediendo a una poca distancia del hogar del mayor.

-Pero si ni siquiera fui a su casa como dicen ahí.- Protesto Pablo enojado, después de leer un poco las especulaciones que se hacía la gente en los comentarios del video.

-Tal vez, pero la gente con solo ese video sacó miles de versiones y cada una peor que la otra, nada agradable para sus imágenes.- Dijo un señor con traje recargado en la pared, que ni a Gavi ni a Lewandowski les interesaba reconocer en ese momento.

-Ya se imaginarán cual de esas versiones causó más revuelo.- La única mujer en esa habitación dejó saber su disgusto diciéndolo de una manera que hizo enojar aún más a Gavi. El mayor se dio cuenta de esto y antes de que pudiera decir algo, decidió por primera vez hablar.