𝒫𝓇𝒾𝓂𝑒𝓇𝑜

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Decir que Diego y Kevin se odiaban era una exageración. Claro, los dos no eran amigos aun de haber jugado juntos en la sub-20. No es que Kevin no haya intentado ser amigo de Diego pero al "niño fresa'' se le había hecho muy poca cosa comer tacos de suaperro del puesto de la esquina. Después de eso Kevin dejó de intentar llevarse bien con el centrocampista.

Cuando Diego se enteró que no fue convocado para el mundial estaba furioso, él debió de haber sido llamado. Él había sido la estrella en todos los partidos que había jugado con la selección. Sin el México ni hubiera calificado para el mundial. Por eso él no entendía porque habían llamado al defensor omega y no a él.

Los dos se volvieron a topar meses después del mundial para entrenar para la Concacaf. Diego no pudo evitar sentir un poco de rencor hacia aquel pelinegro cuando lo vio en los vestidores. Por otra parte, Kevin podía sentir la mirada de coraje que le daba un cierto alfa.

"Se te perdió algo o qué" le dijo enojado. Diego se sorprendió ante el exabrupto del chico, pero más porque no se había dado cuenta que lo estaba mirando fijamente. Sinto como su cara se ardía con vergüenza.

"N-No nada, perdón" dijo el moreno con un sonrojo en la cara.

Y ese wey que le pasa pensó Kevin al ver al alfa irse rápido a entrenar. El pelinegro se apresuró en cambiarse para unirse con el resto del equipo. Casi se le había olvidado tomar su supresores y ponerse un parche para cubrir su verdadero aroma. Kevin nunca se avergonzaba de su casta como omega pero sabía que muchos no aprobarían que un omega esté jugando un deporte dominado por alfas y menos jugar como defensa. Así que el chico tomaba supresores y escondía su aroma, usaba un perfume olor a sándalo y almizcle. Los únicos que sabían que era un omega eran los otros dos omegas del equipo, Memo y el Chucky. Los tres eran muy cercanos y se protegían el uno al otro de cualquier alfa o beta que les causara problemas.

"Apurale Kevin que ya vamos a empezar" oyó a uno de sus compañeros gritarle y rápido se fue corriendo de los vestidores.

Durante el entrenamiento Kevin noto como Memo le prestaba más atención a Diego y no pudo evitar sentirse celoso. Pues el chico ya se había acostumbrado a ser el cachorro de Memo, se le había olvidado cuanto aprecio le tenía el otro omega hacía Diego. Claro que Memo los veía a los dos como si fueran sus cachorros pero el pelinegro no le gustaba compartir la atención con el moreno con ojos color miel.

Después de un largo día entrenando, la selección regresó a los vestidores a cambiarse o tomar un baño. Al terminar de cambiarse Diego sintió un aroma a fresas invadir su olfato. Ese dulce aroma que siempre hacia su corazón dar vueltas por razones que él mismo no entendía. Estaba muy distraído por el aroma que no se fijó donde caminaba y terminó chocando con alguien. En ese momento sintió como el olor a fresa se intensificaba.

"Fijate donde caminas idiota" solto Kevin sin darse cuenta a quien se lo decia. Cuando abrió los ojos vio que había caído encima del alfa. Sus caras estaban a centímetros de distancia y sintió de cerca el olor de chocolate.

"Que asco quitate de encima"

Rápido se paró Kevin y le extendió su mano para ayudar al otro la cual Diego ignoró y se paró solo.

"Oye que te pasa tu fuistes el que choco conmigo" dijo Kevin algo molesto por el comportamiento del otro "Y tu porque no te hicistes al lado" contestó enrollando sus ojos

"Chinga a tu-"

"Ya dejen de pelear ustedes dos" interrumpió Memo. Los había visto desde una distancia y decidió intervenir antes que empezaran los golpes.

"El empezó!" gritaron los dos al mismo tiempo a lo que causó que el omega mayor soltara una risa. Forzó a los dos a que se pidieran una disculpa antes de que se vayan.

Mientras se cambiaba, Kevin no podía dejar de pensar en esos ojos miel y el olor a chocolate que todavía podía oler. Sentía como se sonrojaba al pensar que sus caras estaban tan cerca un poco más y sus labios se hubieran tocado. Pero qué me está pasando pensó el omega.


La verdad es que no sé que estoy haciendo con mi vida. Perdon por falta de ortografía.

un poco de tu amor|| DievinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora