Ayer y mañana

848 142 22
                                    

Narra T/N

Estoy feliz de conocerte mejor, de ser tan cercana a tí ahora y de que me permitieras entrar en tu vida.

Te amo en tu forma adulta, que es como te conocí, amo tu forma de ser, aunque no lo creas, tu filosofía, tus ideales y ahora también tu pasado.

Amo tu forma adolescente, aunque sienta que es inapropiado, me repito constantemente que tú eres mayor que yo para no sentirme culpable, porque a pesar de que ahora soy tres años mayor que tú, sigo temblando de emoción cuando te miro a los ojos.

Me he preguntado algo desde que llegué aquí y es que, si esto está ocurriendo en tu pasado, entonces tu yo del futuro, al que conocí primero ¿ya lo sabe todo? ¿Sabías que algún día viajaría en el tiempo y te conocería?, tienes que decírmelo cuando regrese.

Estoy descubriendo tanto ahora, porque pasaron seis años después de conocerte para hacer este viaje, entonces ¿lo haz sabido todo ese tiempo? ¿Lo supiste en el momento en que me viste por primera vez?

Los expertos dicen que volveré a casa antes de navidad, pasarán siete años para volvernos a encontrar, para mí será un segundo pero ¿tú me recordarás luego de tanto? Ya que ya nos conocemos en el futuro supongo que sí, pero ¿y si mi viaje y mis acciones en el pasado afectan el futuro que ya conozco?

Tengo miedo de volver a casa y no encontrarte ahí...

Cerré el diario y lo guardé.

Mientras más cerca estaba el momento de volver a mi hogar, más asustada me sentía.

Nezu me explicó que habían dos posibilidades, la primera, que este viaje al pasado fuera un círculo interminable que implicaba que al volver al futuro nada habría cambiado debido a que mis acciones en el pasado contribuyen a que las cosas sean como son o que por otro lado, sea lineal y que al haber intervenido en sucesos del pasado, las cosas del futuro ya no existan como las conozco.

Esa segunda posibilidad era la que volvía  importante el echo de que no debía compartir detalles acerca de mi época ni revelar que no era de aquí, pues eso podría alterar el futuro de forma impredecible, tanto para bien como para mal.

Me dolía el no poder compartirlo con Aizawa, ya que nos estábamos convirtiendo en buenos amigos.

Cuando su arma de captura nueva estuvo lista estaba tan emocionada que no podía esperar para entregársela.

Estábamos en su entrenamiento con la danza aérea, se estaba volviendo bueno en eso, verlo deslizarse y balancearse con las telas era algo hermoso. Cuando íbamos a la mitad del tiempo que se nos había asignado detuve la música y lo interrumpí.

- Aizawa ¿puedes venir un momento?- le pedí.

Él bajó de las telas en silencio, no era muy hablador, se secó el sudor de la frente y se acercó.

Cuando estuvo frente a mí me sentí algo intimidada, estaba casi segura de que se había estirado algunos centímetros desde mi llegada.

- ¿Qué sucede?- Preguntó.

- Haz ensayado mucho con esas telas.- Señalé.- creo que podrías intentarlo ahora con éstas.- Dije abriendo la bolsa que colgaba de mi hombro.

Su expresión no cambió pero sus ojos brillaron.

- No seas tímido, sacalas.- Lo invité.

Él metió sus manos en la bolsa y sacó el arma enrollada, rápidamente comenzó a colocarla al rededor de su cuello.

Sueños del pasadoWhere stories live. Discover now