░۟◌༵🧁- ', [ capítulo 5. ] ꒱

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Zak, el chico beta alcoholizado que había llevado a su hogar, cayó dormido unos segundos después. Darryl le colocó una cobija encima. Una parte de él le decía que debió haber dejado al chico a su suerte, pero la otra, su omega, le decía que ese era su alfa. Negó con la cabeza ante el pensamiento de su omega, ese chico era un beta, no un alfa.

Él también se fue a dormir, tal vez mañana aclararía las cosas con aquel beta. Se despertó en la madrugada con su celular sonando con las constantes llamadas que el híbrido de pato hacía.

-¿Qué quieres, Quackity? -tomó la llamada al décimo timbre.

-¿En dónde estás, Bad?

-Como si te importara -dijo, más grosero de lo que pretendía. Se llevó la mano libre al entrecejo-. Me agarras en medio de mi sueño... ¿pasó algo?

-Me acabo de acordar de ti... -admitió con pena.

-Entonces hablamos en la mañana.

Colgó la llamada y vio el reloj. Eran las cuatro de la mañana. Gimió de lástima, tenía que empezar a arreglarse para ir a la universidad. Daba gracias a que no se había emborrachado y se levantó de la comodidad de su cama.

Fue hacia la sala, a ver si el beta seguía ahí. Efectivamente, éste estaba durmiendo plácidamente y Bad le envidiaba por eso. La siguiente decisión era bastante complicada: ¿dejaba al chico quedarse en su vivienda o lo sacaba a patadas de su casa? Su lado omega le hizo negarse: según esa parte, ese chico era su alfa, ¿pero cómo podría serlo si era un beta?

Ese chico no se veía malo, así que decidió confiar en su instinto omega. Se metió a la ducha, apurándose; se cambió, poniéndose algo cómodo para ir a la universidad. Luego fue a la cocina, donde preparó su almuerzo. También le preparó algo al chico que dormía en su sillón, le sirvió un vaso de jugo y le dejó medicina, dejándolo todo en la mesa de la sala.

Le dejó una nota:

"Zak, soy Darryl, el chico que te trajo a su apartamento. Te he dejado el desayuno y medicina, puedes darte unha ducha si quieres, pero deja todo limpio. No necesitas cerrar con llave, ¿ok?

Confiaba en que el chico no era una mala persona, por lo que salió tranquilamente de su hogar. No cerró la puerta con llave, las cuales estaban guardadas en su bolsillo del pantalón. Al llegar a la calle, se encontró con un desarreglado Alex, que llevaba gafas oscuras.

-¡Bad, mi amigo!

-Quackity, ¿qué haces aquí? -preguntó con confusión.

-Vine a llevarte al colegio.

-Deberías estar descansando -dijo, cual madre regañando a su hijo rebelde, sin embarfgo, subió en el asiento del acompañante.

-Jschlatt llegó temprano... -dijo, sin querer explicarle mucho, aunque Darryl ya intuía de qué se trataba, pues ayer Quackity había platicado con un alfa más en el bar, sin embargo, Jschlatt era el menos indicado para hacer algo sobre eso.

-¿Te hizo algo? -el híbrido de pato negó con la cabeza y continuaron en silencio.

𝗪𝗘𝗜𝗥𝗗𝗢, skephaloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora