8. Una definición de locura.

225 19 8
                                    

—Tócame — susurré y Cameron sonrió. 

Sus dedos recorrieron mis mejillas apartando las lágrimas que aún continuaban cayendo por ellas, su sonrisa vaciló un segundo, pero se mantuvo firme al final. Tomó mi mano y me atrajo a su cuerpo, olía a lluvia y a menta, inhalé profundamente tratando de calmarme y grabar su aroma en mi memoria.

—¿Vas a decirme qué fue lo que pasó? — preguntó de nuevo. 

Sus labios se pegaron a mi cabello y me sostuvo durante lo que pareció una vida entre sus brazos tratando de hacerme sentir mejor, no tan estúpido y un poco menos cobarde, pero me sentía justo así, un estúpido aferrándose a otra persona que no conocía que podría ser incluso peor que Adam.

Ya no importaba, nada de esto importaba ya. Quería sentirme bien, cálido y quería dejar de sentirme solo. 

 —Tócame — volví a murmurar, quizá era por su olor o por las estúpidas manchas de tinta en sus manos y en su camisa verde oscuro, probablemente era que su cuerpo me estaba volviendo loco mientras me abrazaba de aquella manera, no lo sé.

—No entiendo a lo que te refieres con eso, chico del tren, K, si lo prefieres. Voy a llevarte al hospital. 

—No... Estoy... Yo...

—Shh, está bien, no tienes que decirme qué fue lo que pasó solo dejar que te lleve a que revisen esas heridas. 

—No... 

—Hey, no voy a dejarte de esta forma. Algo malo ocurrió para que te veas de esta forma — dijo,  lo escuché suspirar, su cuerpo se alejó y sus brazos dejaron de rodearme, miré su rostro. 

—Yo no... Soy un asco, lo sé, pero... Por favor... Solo te pido eso, necesito borrar todo lo que ocurrió, yo... Adam... él...

—¿Adam? ¿Tu pareja? — preguntó en un susurro.

Me ayudó a ponerme correctamente sobre mis pies y miró la calle algo vacía frente a nosotros. Las nubes grises de nuevo se arremolinaban sobre nosotros, en cualquier momento volvería a llover.  Toqué suavemente sus labios con la punta de mis dedos, Cameron volvió la mirada hacia mí de forma brusca, mis dedos temblaron en su suave piel. 

—¿Quieres que te lleve a casa? — preguntó, su mano retiró la mía de su rostro. Negué despacio y miré el suelo. 

—¿Otro lugar?

Asentí despacio, lo escuché soltar el aire que hasta ahora no parecía estar conteniendo. Pasó sus manos por sus cabellos castaños, ese pequeño movimiento me hizo mirarlo como si de algo precioso se tratara y tal vez así era. 

—¿Tuviste una pelea con este chico... Adam? —  preguntó despacio, yo asentí.

Observé la mancha de tinta azul en su camisa, era una estúpida mancha que ya no desaparecería al igual que la mancha que Adam había sido en tan poco tiempo para mí. 

—¿Quieres que vayamos a la policía?

Negué con la cabeza, él miró el cielo gris un poco frustrado por mi negativa.

—Debo ir a la farmacia entonces, después veremos a donde ir. Debes quedarte aquí, por favor. Volveré rápido. —Dio media vuelta y mi mano derecha se cerró sobre la manga de su abrigo para detenerlo, mi dedo fracturado cobró vida en ese momento, apreté los dientes para calmar el dolor. 

—No te vayas, por favor — susurré, él me observó por un instante y me dedicó una sonrisa de dientes blancos. Sorbí por la nariz para no  echarme a llorar como el estúpido que era.

—No tardaré, chico del tren, espérame aquí. Todo estará bien. — Restregué la manga de mi abrigo contra mi cara, fue doloroso. 

—Hey, no hagas eso, puedes lastimarte — dijo y retiró con cuidado mi mano de mi rostro, después me hizo avanzar hasta una banca cubierta con un domo. Me ayudó a sentarme y luego en silencio se marchó. 

K (BL +18)  [COMPLETA] ✓Where stories live. Discover now