El administrador Vegetta, quien vive en la dimensión MS (Minecraft Series), tiene problemas para poder proteger su pueblo, liberarlo de los villanos que quieren destruir el pueblo será muy complicado y sebretodo si está solo... De repente una profe...
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·|Lo intentamos|·
Vegetta se despertó sobresaltado, se sintió incómodo y se dio cuenta que se había dormido en la mesa, se había dado cuenta que aquel polvo dorado se había vuelto negro, sin duda, era un poder de magia. Investigar de quien puede ser iba a ser un tanto... complicado.
Vegetta había llegado a la biblioteca de Karmaland, era un lugar demasiado grande, pero a él no le interesaban ahora mismo los libros, iba a por los archivos de todas las dimensiones. Se paró frente a un montón de armarios con miles de archivos, separados en villanos, héroes, poderes, etc. El de pelo morado suspiró, sabía perfectamente que entre todos esos había una explicación para todo esto.
Mientras, investigaba un pensamiento apareció, ¿rencor? Pero, ¿por qué pensaba aquello ahora? ¿Por qué no lo pensó antes? Igual salió de sus pensamientos para poder seguir su trabajo tranquilamente.
Después de unas horas de investigar el aburrimiento apareció, también el estrés que lo llevó a una fuerte migraña. Quizá se estaba esforzando demasiado en encontrar aquel portador, pero algo sí sabía, que ese poder no era algo normal.
Vegetta vio su chat, su amigo Willy le había escrito.
Chat:
Vegetta, voy a ir a Karmaland a visitaros.
Está bien, te espero en mi castillo.
Me habías dicho que se mudaron Rubius y al pueblo, ¿no?
Sí, después te cuento el por qué.
Ok.
Vegetta se levantó sintió un pequeño mareo, no estaba acostumbrado a dormir tan poco, sin embargo, aquel pensamiento volvió cuando caminaba hacia su castillo y se encontró con su mejor amigo. Rubius iba caminando tranquilo, se le podía ver un hacha en la mano, la cual guardó en su inventario y fue a saludar a su amigo.
─¡Veg! ¿Qué tal estás? ─Preguntó con una sonrisa.
─Amm... Estoy... ─Justo cuando iba a contestar una punzada en su cabeza apareció─ Con dolor de cabeza al parecer...
─Vaya... Pues te dejo ir a casa a descansar.
Rubius abrazó a su amigo pero este no tuvo ninguna reacción, solo lo miró con una cara algo incómoda. El chico se separó de su amigo y se fue sin más que decir. El de pelo morado se fue a su castillo, el chico solo suspiró y se acostó en su sofá, algo estaba atormentando su mente.
Vegetta aunque sus pensamientos inundaban su mente no tardó en dormirse, estaba muy cansado y no quería pensar en ningún héroe o villano.
