Pulso tras pulso || LUMITY [EN EDICION]

♥︎ °•° Capitulo 1

•AMITY•

–Lo sentimos mucho Amity, pero no puedo darte el trabajo en esas condiciones de salud, no lo tengo permitido.–Hunter me miró apretando los labios.

Lo mire con el ceño fruncido tratando de no molestarme con el, ya había trabajado aquí y no me había pasado nada, ¿Por qué no me quieren aceptar de nuevo?.

Se que no es culpa de Hunter, pero no puedo evitar sentirme mal, necesitaba trabajo urgentemente y que el no pueda ayudarme de alguna manera me ponía mal.

Luego de renunciar a este trabajo ya no me volvieron a aceptar en ningún otro, sinceramente no me aceptaron en ningún lugar, ya es la sexta vez que no me quieren dar trabajo.

–Pero yo estoy bien, ya trabaje aquí, y no me a pasado absolutamente nada.–me cruce de brazos indignada.

Lo mire con cierto enfado, para que se diera cuenta que estaba comenzando a molestarme con el.

–No es eso Ammy, por mi te daría el puesto, pero no quiero tener problemas, yo se que te prometí ayudarte con esto, y prometo buscarte una solución, pero ahora no puedo.–me miro con lástima.

Apreté los labios y me pregunté mentalmente. . . ¿En qué momento comencé a darle lástima a mí mejor amigo?.

–Bien.

Me di la media vuelta y me fui caminando hasta la puerta, salí y crucé la calle hasta el parque del frente.

No me di la vuelta para que el no viera que lágrimas traicioneras habían comenzado a caer sobre mí rostro.

Camine hasta detras de un árbol y apoye mí espalda sintiendo como el nudo comenzaba a formarse en mí garganta.

Nunca me había sentido tan vulnerable como en este momento, estaba cansada de toda la situación que pasaba cada día.

Estaba muy agotada, por todo en general.

Normalmente estaba acostumbrada a guardarme todo, pero hoy solo tenía ganas de descargarme y dejar el peso que cargaba en mis hombros a un lado.

Hoy no quería ser fuerte.

Mi pecho dolía, como si me hubieran clavado una daga. Pero no me preocupa, porque el dolor ya me era familiar.

Sin darme cuenta mis mejillas se encontraban empapadas por la lágrimas que caían de mis ojos, las limpiaba pero simplemente volvían a caer.

Cuando ya no pude contenerme comencé a sollozar fuertemente, agarré mis rodillas y las flexione para esconder mí rostro en ese lugar, como si eso pudiera protegerme de la mierda que era mí vida.

-.-.-.-.-.

•Cinco horas antes•
•LUZ•

–¡Mija baja a comer tu desayuno, ya está listo!.–escuche la voz de mí madre en la planta de abajo.

Mire a Angie del otro lado de la pantalla, y le guiñe el ojo con una sonrisa torcida.

–Nos vemos Angie.–la salude con la mano y corte la llamada.

Baje las escaleras y entre a la cocina.

–Buenos días mija, aquí está tu desayuno.–mi madre puso el plato con el desayuno frente a mi.

–Gracias mamí, está deli.–sonreí mientras comía mí comida felizmente.