FAMILIA

94 16 10
                                    

Minato estaba descalzo y con el cabello alborotado y sin cortar, era largo ahora, quizás se veía bien o quizás lo hacia parecer desempleado, en realidad no le importaba porque si estaba desempleado, aunque, no del todo, Minato podía usar la palabra desempleado o la palabra "amo de casa" lo cual no era una mentira pero no era del todo cierto porque no era bueno para hacer eso que hacen las amas de casa.

Minato no era la mejor persona para limpiar, cocinar, o lavar ropa, tampoco era bueno para administrar dinero ni hacerse cargo de un bebé.

Ahora se hacia cargo de dos bebés.

Uno que trabajaba, comía y dormía, y otro que lloraba, comía y dormía, solo que a uno tenía que cambiarle los pañales y al otro... bueno, al otro tenía que cuidarlo todo el tiempo.

Y ahora, el bebé grande se encontraba recostado sobre su estómago y Minato sostenía su cabeza con ambas manos mirando a los dos bebés dormir, se hacía más que evidente que Minato tenía trabajo que hacer, como poner las luces
navideñas o decorar la casa como sus padres solían hacerlo.

Minato era pésimo haciendo decoraciones, su árbol navideño, o su intento de uno, aun chorreaba un líquido extraño que no sabía de donde salía.

Mikoto hizo una mueca dormido y soltó un mísero quejido que hizo que su hija soltara uno igual. El parecido entre ellos dos era asombroso, cuando conoció a Sugumi pensó estar viendo la copia exacta de su ahora esposo Mikoto, ella era solo una bebé de un año.

Sugumi había sido una buena bebé, casi nunca lloraba y estaba acostumbrada a los cuidados de la Minato, su madre solía llevarla al parque al amanecer e ir a cenar al atardecer por qué la menor exigía sus cuidados, eso había llevado a Minato tener que cuidar de ella por largos periodos de tiempo.

Ahora esta era su primera navidad juntos.

Minato había pensado en hacer algo especial, comprar comida festiva y decorar juntos la casa, pero entre más se acercaba la fecha más cansado y estresante se volvía.

Así que cuando terminó de sacar las luces navideñas de la caja se acercó a ver a su esposo y a su hija dormir en el suelo de la sala con un montón de almohadas alrededor.

Minato sonrió un poco cuando Sugumi hizo lo mismo que el mayor había hecho hace apenas unos segundos. Era adorable.

Ella abrió los ojos en lugar de volverse a dormir.

-Papá, Santa Cos.

Y como todos las veces ella se despertó ansiosa por "santa clous" Minato exhaló una risa.

-Aun no es navidad Sugumi - Le aclaró dejando que la bebé se pusiera de pie y caminara para abrazarlo, Minato lo
hizo y rodó en el suelo para dejarla sobre su pecho. -Faltan tres días.

-¿Tes dia?

-Ajá. Santa Clous traerte regalos en tres
Muchos regalos, y a papá también.

-Santa clous no trae regalos si no hay árbol de navidad.- Balbuceó Mikoto tomando una almohada y colocándosela
en el rostro.

Minato rodó los ojos y sonrió.

-Papi va a contratar duendes que decoren la casa y pongan un árbol de navidad para que Santa Clous pueda traer regalos.

Mikoto soltó un quejido rodando en el suelo para ocultar su rostro en el hombro de Minato.

La almohada se fue porque Sugumi la había tomado con su manita para ver a su padre.

Sugumi balbuceó algo casi inentendible y Minato volvió a sonreír asintiendo.

-Umm...- Respondió Mikoto aunque probablemente no entendió lo que Sugumi decía. -¿Por qué los niños se emocionan de que un hombre desconocido entre a sus casas y dejen regalos?

-Es la parte de los regalos la que emociona. Para ser honesto yo también aceptaría que un hombre desconocido me diera regalos.

-¿Y si te da algo mortal?

-Eso no suena navideño.

-La parte del hombre allanador tampoco y a la gente le gusta. Aparte, es un hombre malo si esclaviza a enanos y los viste de verde, y si hace que simples renos recorran el mundo en una noche. ¿Qué tan navideño puede ser eso?

Minato soltó una risa pero Sugumi había dejado de entender la conversación. Ella solo quería la parte de los regalos.

-Me alegro que analices al personaje porque vas a ser Santa Clous para ella. Es mejor que lo entiendas.

-No, nunca.

-¿Prefieres ser el duende?

Mikoto guardó silencio.

-Le compraré todos los regalos que quiera, no tiene que esperar a ese tal Santa Clous.

Minato comenzó a reír. Claro que no quería ser el duende, por suerte el menor ya había comprado el traje de Santa Clous para Mikoto.

Sugumi iba a tener una buena navidad.

Y Minato también.

∆• WARM •∆  [MikoMina] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora