Capitulo 3

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Como si fueran dos gotas de agua. Como dos hojas del mismo árbol, de la misma rama. Como unas gemelas idénticas con personalidades opuestas. Ambas, nacidas de la misma piel, con el cabello compartido, con el rostro misterioso y con los ojos peligrosos en todos los sentidos.
La otra, la recién llegada, la de ojos rojos... sonrió. Sonrió como Luna lo hacía cuando sentía satisfacción de algo. Ladeó la cabeza, mostrando la manera en que realmente se veía, similar a un espejo. Luna se vio, por primera vez, como lo que realmente indicaba su título: Bruja Oscura.

- ¿Te das cuenta? - volvió a hablar la otra. - ¿Ahora te ves a ti misma? ¿Ves lo que realmente? -

Negó con la cabeza, incrédula ante aquello.

El silencio lúgubre estaba en su contra. No se atrevía a mirar a su equipo, por temor a que ellos le temieran de nuevo.

- Has caído justo en mi trampa... ¿o debería decir... tu trampa? - sonrió de nuevo, mientras empezaba a caminar a su alrededor.

- No eres real. - murmuró Luna, sin saber hacia dónde mirar.

- ¿No lo soy? - preguntó la otra, de nuevo frente a ella. - Entonces tú tampoco lo eres... Porque tú y yo... somos... la... misma... persona... -

- Liberen a mi hija. - ordenó con más seriedad y apretando los puños.

- A ella no pueden tocarle un cabello. Es mi hija también. - se burló.

- Es mía. Mía. - Luna endureció sus facciones, demostrando el sentimiento de enojo que crecía. - Y tú eres una ilusión barata. - sonrió a medias también, con el mismo cinismo de su reflejo.

De manera repentina, se giró hacia Charlie y apagó las llamas que lo apresaban. Su magia formó una enorme nube de humo rojo, evitando la visibilidad de todos, igual que en Camelot. Y esta vez, también la de la Orden Arcana. Sintió su misma presencia detrás y se agachó antes de ser golpeada por sí misma... o por su reflejo.
Respondió al ataque y usó sus vinculaciones para atar las muñecas de su contendiente, creyendo que atravesarían lo que ella creía una ilusión. Para su sorpresa, las vinculaciones se envolvieron perfectamente a la otra, que ladeó la cabeza con una sonrisa.

- No puedes deshacerte de ti misma. -

Ella se esfumó como sombra, quedando libre de las cadenas impuestas por Luna. Apareció de la misma manera detrás, derribándola con un golpe de magia.

- ¿Quién eres? - preguntó desde el suelo, siendo amenazada por un báculo afilado y con una gema negra por la otra.

- Tú... -

- No... - respondió Luna, segura de sus palabras. - ¿Quién eres TÚ? ¿O prefieres que te llame “mi ilusión”? - ironizó.

- ¿Sabes? Esa manía sádica de burlarte cuando estás a punto de morir, siempre me pareció... morbosa, pero muy divertida. - exclamó la otra.

- ¿Y quién dice que estoy a punto de morir? -

La otra borró su sonrisa por la confusión, hasta que otro golpe la derrotó. Luna se puso de pie para encerrarla en una burbuja. Danann, su salvadora se le unió, acorralando a la doble de su madre.

- Esto es tan inútil. - ella se esfumó y apareció de nuevo. - Estás peleando contigo misma. -

Atacó. Danann y Luna, contraatacaron.

TROLLHUNTERS: NUEVO DESPERTAR Where stories live. Discover now