chapter three

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LAS SUAVES SABANAS DE SEDA cubrían el cuerpo de Avon, la chica luego de sacarse todo el maquillaje y ropas y accesorios se tomo una ducho y tiro a la cama, deseando poder dormir toda una vida en esa cómoda cama

Lamentablemente bastante temprano había sido despertada por Mags, debían ir a desayunar antes de el entrenamiento

Con algo de pereza la chica se levanto de la cama, agarro una coleta y se peino, ajustándola lo suficiente para que dure en el entrenamiento y se coloco el uniforme asignado para dicha actividad

Al terminar se dirigió al comedor donde todos ya estaban sentados comiendo

—Buenos días.— Saludan todos.

—Buenos días.— Avon se desliza por la silla, aun cansada.

—Ten.—Finnick le tiende un plato, este tenia unas donas y unas tostadas francesas— Siempre quisiste probarlas, es tu oportunidad.

—Porque podría no tener otra.—murmura Avon agarrando el plato, luego de su comentario la mesa se queda en silencio— No pensé que lo recordaras.

—Claro que lo recuerdo.— Finnick le sonríe, cosa que alegra un poco el corazón de la pelirroja, la cual deja escapar un atisbo de sonrisa.

—Vamos, prueba.— Alienta Vair.

Avon mira la tostada con ojos luminosos, era tan perfecta como lo esperaba, no tarda en llevarla a su boca y degustar el primer bocado, Avon cierra los ojos dejando escapar un gemido de placer

—Esto es muy rico.— Exclama la pelirroja haciendo reír a los demás.

—Que bien que te gustara, porque te hice otra.— Finnick le tiende una segunda tostada.

Normalmente Avon diría algo en broma como "cásate conmigo", pero por mas lindos los detalles de Finnick hacia ella, ella no olvidaría lo que le dijo esa vez, así que se limito a decir

—Gracias, Finnick.

Por mas que Finnick supiera que eso no era lo que normalmente la chica respondía se alegro, pues por primera vez desde lo sucedido ella lo había llamado por su nombre

—Bien.—Finnick se limpia la boca con una servilleta— Hablemos del entrenamiento de hoy.—los dos tributos dejaron de comer, escuchándolo atentamente— Esta será una gran oportunidad para conocer a sus contrincantes, ver sus debilidades y fortalezas. Aprender de ello y también hacer aliados.

—¿Aliados? ¿para que? ¿para que nos traicionen apenas tengan la oportunidad?.— Cuestiona Grant.

—Esa de hecho es una buena pregunta.—Finnick señala— Los aliados son una buena ventaja en la arena al principio, pero eso no significa que deban bajar la guardia alrededor de ellos, de hecho, no tienen que bajar la guardia en ningún instante.

Mags golpea el hombro de Finnick, haciendo señas de pelea

—Oh, si. Algo importante, no enseñen sus debilidades, es lo que los demás tributos trataran de descubrir, pero también dejen el elemento sorpresa, alguna habilidad en la que se les de muy bien y ellos no lo esperen, los aliados vendrán y si logran que les teman será mejor.

Ninguno dice nada, y lo que queda del desayuno transcurre sin charlas banales, cortamente los mentores se despiden de los tributos antes de que se vayan al entrenamiento

—En dos semanas, 23 de ustedes habrán muerto. Solo uno vivirá. Quien será, depende de la atención que pongan los próximos cuatro días. En especial a lo que voy a decir. No peleen con otros Tributos. Tendrán tiempo para eso en la arena. Hay cuatro ejercicios obligatorios. El resto será entrenamiento individual. Mi consejo es no ignorar las habilidades de supervivencia. Todos quieren empuñar una espada. Pero la mayoría morirá de causas naturales. Diez por cuento por infecciones. Veinte por ciento por deshidratación. La exposición mata tan fácil como un cuchillo.— La instructora, Atala, les explico a todos.

mermaid; finnick odairDonde viven las historias. Descúbrelo ahora