Hachiman tras una semana en el club de voluntarios a empezado a notar varias cosas raras, en primer lugar a tenido la extraña sensación de que esta siendo vigilado, en segundo lugar a notado que una de las chicas más populares de tercer año Rías Gre...
En un pequeño cuarto lleno de estanterias con figurade anime y novelas ligeras había un hombre de aspecto descuidado, él cuál se encontraba sentado en su cama mirando un folleto con un circulo mágico, al parecer estaba esperando pacientemente a que aparezca el demonio que solicito
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Morisawa: (Que emoción tengo tantas ganas de ver de nuevo a Koneko-chan, se vera muy linda con el traje de Yuki Nagato que ordene para ella) *pensaría alegremente*
Y para aumentar su alegría el papel que tenía en las manos empezo a brillar, para acto seguido salir volando por el aire provocando que un destello carmesí inunde la habitación, segando al hombre por unos segundos hasta que la luz se disipó, permitiendole ver de nuevo, cosa que provocó que su sonrisa desapareciera ya que en lugar de encontrarse con la linda loli albina, en su lugar estaba un adolescente de pelo negro y con ojos de pez muerto
Hachiman: *mira al hombre* Usted debe ser el que pidió un deseo, soy Hikigaya Hachiman, miembro del clan Gremory y sustituto de Koneko Toujou *diría con calma*
Morisawa: E-eh... oh si, es un gusto, soy Morisawa un simple trabajador del gobierno... *diría bastante confundido* (Malción, que está pasando aquí, ¿sustituto de Koneko-chan?, como puede ser esto posible....) *pensaría consternado*
Hachiman: Puedo notar por su rostro que no se esperaba que yo apareciera, y tiene razón, simplemente vine aquí porque fuí enviado en lugar de Koneko, ya que ella tenía otro encargo *diría con calma*
Morisawa: Ya veo... con que Koneko-chan tenía otro encargo, es realmente decepcionante... *diría algo decaído*
Hachiman: No hace falta estár de tan mal humor, incluso si Koneko no está aquí, yo puedo intentar cumplir con su petición *diría con confianza*
Morisawa: No creo que puedas cumplir mi petición.... *diría con una sonrisa triste*
Hachiman: ¿Por qué lo dices? *preguntaría confundido*
Sin decir nada el hombre se puso de pie y fue a un rinción de su habitación de donde sacaria un algo que hizo que Hachiman se diera cuenta de que no podía cumplir con ese trabajo, ya que ahora entre sus manos el hombre tenía un pequeño uniforme escolar que se le hacía conocido al pelinegro
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