Los locos Addams 2 (M!Merlina x F!Reader)

Capítulo 6: La cita

Capítulo 6: La cita y el ing...

Homero, Morticia, Lucas y Debbie estaban sentados en una mesa en un restaurante muy elegante.

—Este lugar es tan atractivo. Es como el excremento a las moscas —Homero le dijo Debbie.

—Claro y Nosotros somos las moscas —comentó Morticia.

—Oh, esto es maravilloso. ¿No crees Lucas? —Debbie se volvió hacia Lucas, que tenía un trozo de pan en la boca.

—¿Lucas? —instó Homero.

Lucas se sacó torpemente el pan a medio comer de la boca y se lo entregó a Debbie.

—Es una costumbre francesa. Compartir un pan chupado —Morticia salvó.

—Lucas es un hombre de mundo, pasó muchos años viajando —Homero se jactó.

—Habla doce idiomas. Con fluidez.

—Lo noté. Lo noté, la primera vez que lo vi, pensé que era europeo —dijo Debbie.

—¿En serio? —preguntó Lucas.

—Enserio.

—Pero si me bañé dos veces.

Homero y Morticia se miraron.

———

En el baño del restaurante, Morticia y Debbie estaban retocando su maquillaje.

—Lucas es un hombre maravilloso. Solo que es muy  tímido —explicó Morticia.

—Eso creo yo, ¿crees que le gusté? —preguntó Debbie.

—Claro que sí. Vomitó —Morticia tranquilizó.

—Sí, claro. ¿Siempre hace lo mismo con las mujeres que le gustan?

—Oh, no. Solo contigo.

———

—¿Crees que está molesta? —le preguntó Lucas a Homero.

—Claro que no. Ella te adora —Homero tranquilizó.

—¡Gah! ¡Estoy haciéndolo muy mal! —Lucas se regañó a sí mismo—. Homero, ¿cómo lo haces? ¿Cómo puedo ser como tú? ¿Cómo puedo ser suave?

—Recitale, hazla sentir que ella es la criatura más sublime de toda la tierra —Homero le dijo.

—¡Sí! ¿Eso es?

Homero asintió, justo cuando las dos mujeres regresaban del baño.

—Ya regresamos. Los extrañamos —anunció Morticia.

Lucas y Homero se pusieron de pie y sacaron sus sillas.

—Lo haces a la perfección —Homero elogió—. ¡Somos los hermanos más afortunados! Somos, indignos de tanto esplendor, y no merecemos algo tan bello.

Homero le dio un codazo a Lucas para que dijera algo.

—Uh... ¡cierto! ¡Merecemos... chicas horribles! —agregó.

En ese momento, una canción en particular comenzó a sonar. Homero se animó y miró a Morticia, quien le sonrió. Se quitó la chaqueta y le tendió la mano a Morticia. La tomó, y los dos se dirigieron al centro de la pista de baile.

Homero giró a Morticia a su alrededor y ella se detuvo frente a él y le tendió el brazo. Homero besó su brazo y sobre sus hombros hasta el otro brazo.

Luego la hizo girar muy rápido, y después de un momento atrapó sus caderas haciendo que dejara de girar. Luego se dan la mano y empiezan a bailar un tango.