Capitulo VII [✓]

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Wilbur

Habían pasado varios días desde lo que pasó. Lamentablemente la familia de Quackity tenía que volver a su tierra natal, más le pidieron al pequeño Tubbo que les avisará cuando el pelinegro despertara.

La imagen del momento la tenía grabada en su cabeza, recuerda haber visto a Quackity caer, lo tomo en sus brazos, este parecía no poder respirar, su rostro estaba pálido mucho más de lo que solía ser.

Tubbo corrió a ayudarlo, recuerda haber visto a Tommy entrar en pánico, tanto así que terminó regresando el desayuno en el suelo.

Recuerda ver a su padre llamando al hospital sin conseguir respuesta, ver el terror en la cara de George, sentía como su cuerpo se quedaba sin aliento y se levantó, corrió hasta la puerta con el pelinegro en brazos y entro a su coche, tras el venía Tubbo quien no tardó en subirse al auto con su tutor.

Había manejado como un degenerado, se saltó algunos semáforos y seguramente de salto más de una vez alguna ley.

Más recuerda no poder ver bien el camino, recuerda haber sentido el olor de la gasolina en sus fosas nasales revolviendo su estómago, recuerda haber sostenido en cada momento la mano de Quackity aunque esté no mostrara señal alguna. Juraba querer sacarse en ese momento el corazón y pedir que se lo pusieran al pelinegro.

Pues si el pequeño sol desaparecía el no tendría más por qué estar.

Las flores no pueden florecer sin luz. Y su luz tenía los días contados.

La imagen tan espantosa de ver al menor en sus brazos mientras corría por los pasillos buscando a los doctores que lo cuidaban, recuerda haber implorado al doctor Nick que salvará al pelinegro.

Recuerda haberle llorado cuando lo volvió a ver en la habitación, sus mejillas salpicadas por lunares, sus labios partidos y su cuerpo conectado a una variedad de cables que juraba que lastimaban su alma de solo verlo.

— ¡Will!

Jadeo levemente, junto a el se encontraba Tubbo, quien le miraba con tanta preocupación, el menor tenía sus ojos rojizos, seguramente la paso mal en todo estos días.

— L-Lo siento ¿Que me decías?

El menos suspiro, estiró frente a el un vaso de té caliente, se sentó a su lado recargando levemente su cabeza en el hombro del mayor sintiéndose cansado.

— Te traje algo de tomar, nunca hay café en este maldito hospital.

Sonrió levemente mientras miraba el líquido en sus manos, volteo a ver las castaño que mantenía sus ojos cerrados, más su seño estaba fruncido, era una mezcla de desagrado y tristeza.

— Deberías tomar una siesta, de todos modos no creo que despierte ahorita... Nick dice que despierta de vez en cuando, ya te aviso yo...

El menor sonrió levemente, se levantó de su lugar dejando un pequeño beso en la frente del pelinegro, para después recostarse en el sofá de la habitación. Le parecía algo tierno de parte del menor.

— Gracias Wilbur...

Negó levemente, sabía lo preocupado que se encontraba el menor con respecto a lo que pasaba, y por dios, el seguramente estaba igual. Tras unos minutos pudo escuchar al pequeño joven dormir, su respiración era irregular, podría jurar que este comenzó a sollozar.

Y finalmente el también se volvio a romper, su mente vagaba en los peores pensamientos.

Una parte de el quería jurar que el menor se recuperaría, que dentro de unos meses podría declarar su amor, tener una linda vida con el joven pelinegro si este le aceptaba y si no, el simple echo de tenerlo en su vida estaba bien, poder pasar la tarde con el viendo alguna película o poder salir a pasear en compañía de todos los jóvenes.

Más aún así otra parte de el solo podía ver la realidad, ver al pequeño ciego muriendo en una camilla, luchando para un día de estos poder volver a levantarse o simplemente dejarse caer, el pensar que no lo volvería a ver ¿Que pasaría con Tubbo? ¿Que haría el chico cuando su padre muera? ¿Que haría el? El pensar en un mundo donde el pelinegro no este era simplemente aterrador.


— No me gusta que llores Wil...

Jadeo elevando su mirada, Quackity tenía su mirada hacia el, sus ojos estaban abiertos, aunque estos estuvieran llenos de ojeras mantenía una dulce y cálida sonrisa en sus labios. Sollozo más fuerte, se levantó dejando la bebida caliente en la mesa de noche.

— No sabes el susto que nos diste...

Murmuró tomando sus manos, las beso con cariño, sentía como recuperaba su alma, las manos de Quackity aún estando frío podían sentirse cálidas.

— Lo siento...

Murmuró el pelinegro, el negó levemente acariciando el cabello del pelinegro, este parecía un pequeño gato dejándose dar amor mientras sonreía con ligereza.

— Tubbo se preocupo, deja lo despierto...

Antes de levantarse el pelinegro lo detuvo, con su mano busco cuidadosamente la mano del castaño quien no negó en tomarla.

— Déjalo dormir, debió ser agotador para ustedes ¿Cómo están los demás?...

Suspiro levemente sentándose nuevamente con cuidado a un lado de la camilla, con una distancia aceptable para no molestar ni desacomodar los cables que unían al pelinegro con las máquinas.

— Eso no importa ahorita...

Quackity sonrió más grande, cómo si su sonrisa le diera a entender que es lo que quería, llevaban unos meses de conocerse pero Wilbur sabía perfectamente descifrar al pelinegro. Y este sabía sentir a Wilbur.

— El señor Sam y George tuvieron que irse. Phil se quedó con Tommy, realmente lo asustaste. Dijeron que vendrían en esta semana a verte. Y Ranboo, bueno realmente no recuerdo que paso con el.

Sonrió mirando con cariño al pelinegro quien mantenía su mirada fija en el, había veces que quería saber que pasaba por la mente del chico, era como una cerradura a la que tenía acceso pero no la llave.

— Pobrecito, siempre se olvidan de el.

Soltó una pequeña risa, en parte era cierto, usualmente el menor se desaparecía y terminaban por encontrarle en otros lados. Aún así le tenían cariño.

— ¿Cómo te sientes Quackity?...

Murmuró levemente acariciando con su pulgar la mano del menor, está era pequeña, mucho más que la suya, pero juraba que su mano era la más cálida que había tomado en su vida.

— He tenido peores... Si salgo de está

Mentía, cerro sus ojos, Quackity le mentía, su mirada estaba cansada, su cuerpo estaba delgado y fragil, pero no lo diría. Nuevamente se sintió mal y los malos pensamientos inundaron su mente.

— Eso espero...

Y la poca fé regreso a su cuerpo, la esperanza ciega de que el menor mañana saliera sano del hospital inundaba su mente, quería salvarlo, pero como lo haría si ni siquiera podía salvarse el mismo.

Había caído en los brazos del amor, uno que destruiría su corazón una y otra vez. Y por más que le doliera no quería dejarlo ir.

...

Nota: Feliz día de reyes)? 😃👍

Noche sin café. [Quackbur]Where stories live. Discover now