Chapter 14; Backstabbers

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El alcalde Walker fue asesinado, y se que el asesino está aquí. Inocentemente entre nosotros, planeando su próximo movimiento. Y vigilando todos nuestros pasos. Estoy cerca de la verdad.

Me encontraba a pocos metros de Miércoles. Sinceramente le prestaba más atención a mis pensamientos que a él funeral. Si, era triste, pero... estos pararon al ver a alguien observarnos desde lo lejos. De alguna manera, las dos salimos corriendo detrás de este, más bien parecía que estábamos sincronizadas.

Esto nos llevó al bosque. Los últimos días había estado algo paranoica cada vez que me adentraba en el bosque, algunas veces mis sueños se hacían realidad, y ese fue todo un sueño. Sin darnos cuenta, nos encontrábamos al lado la una de la otra. Algo cayó detrás nuestra, Miércoles abrió su paraguas, que se convertía en un tipo de arma. La persona que ahora se encontraba delante nuestra, electrocutó el arma con sus poderes.

—Tan astuta como siempre, mi protegida con trenzas. —Era el tío Fétido. Una sonrisa se formó en nuestros rostros, una vez más, en sincronización.

—¡Tío fétido! —exclamé con sorpresa.

...

Miércoles lo dirigió hacia la cabaña de Eugene, lo que le sorprendió bastante. Porque como dije, ni ella ni yo habíamos tenido ningún amigo antes.  

Salió el tema del monstruo, todavía no sabíamos lo que era realmente.

—no hemos podido identificarlo. —conteste dándole el dibujo al tío fétido.

—oooooh. —soltó tío.
—Es un Hyde. —contestó este.

—¿Como en Jekyll y Hyde? —preguntó Miércoles. Este asintió con la cabeza.

—¿Has visto uno antes? —pregunté.

—Si. En el 83, en mis vacaciones en el instituto Zúrich. Para criminales dementes. Ahí fue mi primera lobotomía. Son como los tatuajes, es imposible hacerse solo uno. —se enrolló este.

—Háblame del Hyde. —dijo Miércoles.

—Olga Malacova. Jo... lo tenia todo. Belleza, inteligencia y pasión por la necrofilia. —río este al decir necrofilia.
—Olga era concertista de piano, hasta que una noche se transformó en plena sonata de Chopin. Masacro a una decena de espectadores. Y a tres críticos musicales.

—¿Que la provocó? ¿O se transformó sin más? —preguntó Miércoles.

—Ni idea. Solo la veía en la terapia de electroshock. —contestó este.

Los Hydes no aparecían en ninguno de los libros de Nunca Más, y eso que Nunca Más tiene la mejor colección. Pero había un libro que tal vez si contendría algo. El diario de Nathaniel Faulkner. Antes de fundar Nunca Más, viajó por el mundo y catalogó todas las comunidades de marginados. Este diario se encontraba en la librería Belladona.

—Está noche nos colaremos en la biblioteca. Entretanto, sé discreto. —dijo Miércoles.

—No hace falta, yo tengo acceso a ella. —dije, ya que me había unido a ellos para mirar algunos libros de ahí.

...

Anteriormente, habíamos ido a por el diario, resultaba que no buscábamos a un asesino sino que a dos. Los Hydes desarrollan un vínculo con sus liberadores, a quien la criatura ve como su amo. Cualquiera que desbloquease a un Hyde es un psicópata.

Yoko había decidido hacer una fiesta de manicura y pedicura, la cosa era juntar todos los esmaltes posibles, pero Enid había olvidado el suyo en la habitación. Así que fue a recogerlo. Me preguntaba que estaría haciendo Miércoles en estos momentos.

𝐌𝐔𝐒𝐄 ━ Xavier Thorpe Where stories live. Discover now