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Ambos se encontraban sentados en el sillón, Rose estaba nerviosa y miraba en momentos a Harry, por otro lado él la miraba descaradamente. Su mirada estaba fija en sus piernas, amaba cuando Rose ocupaba falda, se veía espectacular.

-Necesitamos hablar. -Rose fue la primera en pronunciar aquellas palabras.

-Estoy de acuerdo.

-Harry, yo sé que puse fin a esto. -habló y mordió su labio. -Pero estoy muy confundida.

-Muñeca, no deberías estarlo. Sabes que te quiero y no haría nada para lastimarte. -explicó y se acerco hacia ella.

Rose lo miró, no había duda alguna de que era muy afortunada. Harry era quizás el hombre mas hermoso que sus ojos habían visto. Para solo tener 30 años se mantenía demasiado bien. Su cabello rebelde, sus labios rosados y sus ojos verdes que se podían semejar a las esmeraldas mas hermosas del mundo. Era perfecto para ella, pero muy mayor.

-Rose, quiero lo mejor para ti. -murmuró y tomo su rostro para besarla. Era un beso lento y dulce, saboreando cada parte de ellos.

Nunca la había besado de esa manera y por un momento sintió un remolino en su estómago.

A medida que pasaban los segundos aquel beso se fue haciendo cada vez más s intenso, las manos de Harry acariciaban las piernas de la chica suavemente.Sentían un gran calor, como si la ropa fuera un estorbo.

-Harry para. -Rose sin aliento se separo de él. -Estamos llevando las cosas muy rápido.

-Muñeca, no te lastimaré. Eres mi tesoro y quiero hacerte sentir bien. -hablo y volvió a besar los labios de la chica -Papi te hará sentir bien.

Harry tomó la mano de Rose y ambos de dirigieron a la habitación de éste. Rose sabia perfectamente lo que iba a ocurrir y se sentía nerviosa.

Harry dejó a Rose en la cama y el se posicionó encima de ella, quedando sostenido por sus rodillas. Harry la deseaba como a nadie, quería sentir su cuerpo, quería hacerla gemir su nombre repetidas veces.

Los labios de Harry se dirigieron al cuello de la chica y lo besó lentamente, dejando mordidas a su paso. Harry tomo la polera de Rose y la saco rápidamente, sonrió al verla sonrojada.

-Cariño, disfrutaras esto. -habló ya con su voz mas ronca, Harry se saco su ropa ágilmente y sonrió mordiendo su labio.

Era la perfección hecha en persona para los ojos de Rose, no había nada de él que no le gustase. Harry saco la falda de la chica y la tiro por alguna parte de la habitación. La tenía en ropa interior, pero necesitaba más. Saco su sosten y las bragas en un ágil movimiento, Rose sentía su mejillas arder, era muy extraño estar a unos segundos de follar con su profesor de biología.

La mirada de Harry se oscureció y lamió sus labios. -Cariño, eres más hermosa de lo que imaginé. -susurró y le sonrió. Rose estaba atenta a cada movimiento de su profesor. Este abrió lentamente las piernas de la chica y se posicionó entre ellas.

-Bebé, iré lento ¿si? -Rose asintió sin decir ninguna palabra. Harry como lo había dicho entro en ella lentamente, estaba aún más apretada de como lo había imaginado, se sentía demasiado bien.

-¿Estás bien bebé? -preguntó mientras que se quedaba quieto, quería que Rose se acostumbrara a su tamaño, por nada del mundo la quería lastimar.

-Muévete. -habló Rose con los ojos cerrados y suspiró. Nunca imagino que se sintiera tan bien, Harry se movía lentamente, disfrutando cada segundo.

-Mhh Harry, más rápido. -la castaña gimió en voz baja.

-Pero bebé te puede lastimar.

-Harry, no soy virgen.

-¿Qué? -pregunto sorprendido, se dejo de mover y la miro fijamente.

-Harry, por favor. No te lo había dicho antes porque no se había dado el momento. Y en ningún momento me preguntaste.

-Joder muñeca. -dijo y volvió a moverse. -Y yo que me estaba aguantando. -murmuro con una sonrisa.

Harry comenzó a moverse mas rápido y profundo, Rose lo único que podía hacer era gemir. Harry era muy bueno en esto, sus embestidas eran rápidas y profundas, llenándola completamente. Ambos habían deseado esto hace mucho tiempo y ahora se sentía casi irreal.

-Oh muñeca. -gimió Harry fuertemente. Rose amaba los gemidos de Harry, eran tan roncos y lentos. -Mierda, cielo. -las embestidas se habían convertido lentas, entraba y salía repetidas veces volviendo loca a Rose.

-Mmh Harry. -exclamó Rose llegando su punto máximo. Harry salió de ella y Rose se puso de rodillas para ayudar a terminar a Harry.

-Chupa. -ordenó

-Sí, papi. -rió y comenzó a lamer la punta, bajo lentamente hacia la base mirándolo fijamente. Subía y bajaba repetidas veces, Harry gimió y acelero sus movimientos, casi follando la boca de Rose.

-Mhh bebé, lo haces muy bien. -gimió con los ojos cerrados. El placer que le brindaba la boca de Rose era uno de los mejores. Harry ya podía sentir el orgasmo cerca así que se movió para luego acabar en el pecho de la chica.

-Papi, ¿te gusto? -Rose bromeó. -¿Soy una buena chica?

-Una muy buena niña de papi. -murmuró con una sonrisa y mordió su labio inferior.

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