One-shots Bungo Stray Dogs [Male reader]

Dazai Osamu

[Dark Era]

En su libro de anotaciones anota los componentes y el procedimiento que siguió para crear una píldora que acelera el proceso de curación de las heridas, no importa la gravedad de las misma, es una píldora que traerá muchos beneficios para los miembros de la Port Mafia, Shimizu apenas está en su juventud pero es reconocido por toda la Port Mafia por sus enormes habilidades médicas, el propio jefe de la organización mostró su agrado ante sus conocimientos notables

Sus conocimientos médicos son envidiables, pero irónicamente posee una habilidad que arrebata la vida, una persona que sana las heridas de otros pero que tiene una habilidad estrechamente vinculada con la muerte. "El abrazo de la muerte" una habilidad temido por aquellos que han visto su capacidad, pero que pocas veces su portador muestra

Dio un bostezo, su trabajo requiere demasiado tiempo quitándole muchas horas de descanso pero se mantiene despierto por ingerir cafeína por montones recordando que tiene mucho trabajo por cumplir todavía, se levantó estirándose para caminar hasta su laboratorio teniendo muestras de drogas que debe poner a prueba

—Shimizu-san—en su área de trabajo entró el subordinado de cierto ejecutivo castaño—Dazai-san me ha enviado para pedirle que utilice sus drogas en los enemigos que torturaremos hoy—

—Exactamente lo que necesitaba—mostró una expresión más calmada mirando al joven de cabellos negros y puntas albinas—Dame unos minutos para acomodar lo que necesitaré—

No tardó mucho en preparar lo que necesita, llegando hasta la habitación de torturas donde están atrapados cuatro hombres amarrados de manos y pies con sus ojos vendados temblando de miedo ante la mera presencia de Dazai Osamu, el ejecutivo más joven de la historia de la Port Mafia, también uno de los más temidos

—Dazai, nuestra sincronización me sigue sorprendiendo—llegó con esas palabras para su compañero—Estos sujetos serán los mejores conejillos de indias para probar mis drogas—sonrió con la malicia tiñendo sus palabras

Los cuatro hombres que son sus conejillos de indias temblaron, todos han escuchado los rumores sobre las drogas que crea aquel médico de la Port Mafia, drogas que te llevan hasta la propia locura y después te empuja hacía la muerte en cuestión de dolorosos segundos

—Ellos merecen una buena tortura, recordé que necesitabas probar tus drogas entonces pensé que serías perfecto para cumplir mis expectativas—respondió el castaño oscuro dejando que una sonrisa tan oscuro se deslizara en sus labios, su único ojo visible se puso sobre su amigo

—Mis drogas siempre cumplen con toda expectativa, Dazai—recordó tomando el primer envase para dejarlo en manos de un asistente del propio ejecutivo—Oblígalo a tragarla—ordenó buscando su libro de anotaciones para tener cada mínimo detalle de las reacciones que de su píldora de prueba número uno

Solo existe una sola persona capaz de causar más terror que el propio ejecutivo Dazai Osamu, el doctor reconocido por sus medicinas que sanan a los miembros de la Port Mafia, pero también el creador de drogas que causan el propio infierno en sus enemigos, Shimizu _____

Una larga jornada laboral tiene su buen recompensa, prepara sus vestimentas de civil para abandonar el edificio lo antes posible deseando descansar todo lo que su cuerpo le permita hasta rebosar energía, en la salida se encontró con el castaño oscuro que todavía lleva sus ropas de trabajo puestas

Shimizu siempre ha sentido curiosidad por Dazai, es un joven tan misterioso que tiene tantos secretos ocultos que solo despierta su curiosidad cada vez más, queriendo saber la respuesta acerca de sus intentos constantes de suicidio, ¿por qué quiere suicidarse? ¿Qué respuesta le daría?

Muere de curiosidad por saberlo

—Cenemos juntos, cerca de mi apartamento hay un restaurante bastante bueno, yo invito—sugirió con una expresión serena

—Nadie se niega a la comida gratis—esa fue la muestra de aceptación a su invitación

Fueron al restaurante antes mencionado para disfrutar una buena comida hasta llenar sus estómagos, no tuvieron mucha conversación durante la comida por el hambre que tenían, pero camino al apartamento del albino tuvieron más tema de conversación de por medio

—Dazai, ¿por qué quieres morir?—preguntó en el apartamento mientras comparten una bebida

—Shimizu, tengo una mejor pregunta para ti—asintió dejando que continúe con sus palabras con su mirada oscurecida—¿Qué sentido tiene vivir?—

Amplió sus ojos con mucha impresión, nunca se le había planteado esa pregunta en la mente, la mayoría del tiempo muestran lo bueno que es vivir, lo valiosa que es la vida humana para cada persona, pero nunca se han preguntando qué sentido tiene vivir

La vida trae consigo muchas tragedias, muchas injusticias, muchos dolores, la felicidad siempre es efímera pero el dolor es infinito, morir es una vía de escapa del sufrimiento sin fin para estar en paz hasta la siguiente vida si ese concepto existe en verdad

—Nunca había pensado en eso...—murmuró el albino de ojos rojos violetas mirando su propia bebida

—Dios de la muerte, usted es el único que puede dar una respuesta clara a mi pregunta—utilizó su apodo tan reconocido con una voz ronca y baja

—Mi respuesta es clara—dijo con un tono bajo pero seguro—No tiene ningún sentido vivir, menos sino tienes una razón para vivir—dio un buen trago a su bebida y la terminó

—Me esperaba esa respuesta—también terminó la bebida que se le ofreció—Tu habilidad "el abrazo de la muerte" te permite conocer mejor que nadie lo que la vida significa, ¿o me equivoco?—

—No estás del todo equivocado, mi habilidad me ha permitido ver cosas que el ser humano no podría entender, conozco la muerte mejor que nadie en esta vida—la conversación se tornó tan pensada pero interesante que ambos solo querían sumirse más y más en ella

Esa noche una amistad dio inicio, un portador de habilidad que ocasiona la muerte con un suicida que anula habilidades

—¿No puedes crearme un medicamento para que pueda morir sin dolor alguno?—preguntó con una sonrisa juguetona

—Puedo hacerlo pero Mori-san me mataría por quitarle a una pieza tan importante de la mafia como lo eres tú—dijo riéndose un poco

—Terrible—suspiró dejando su mentón apoyado de la mesa con una expresión de niño molesto

—No pongas esas muecas, no eres un mocoso—lo regañó dándole un golpe en la frente