midnight folklore [emiliano "dibu" martinez] 🌧🧉

no body no crime (pt.3)

nota de autora: publique esto anoche pero lo baje y escribí un segundo apartado porque me pareció que faltaba un eslabón para terminar la historia. Espero que lo disfruten <3 Y que tengan un muy feliz comienzo de año!

No, there ain't no doubt

Somebody's gotta catch him out

I

A la salida del club, una ráfaga de viento le produce una sensación fría que se le presenta como un mal augurio. Sin ni siquiera haberse bañado, agarra el auto y conduce lo más rápido que puede hasta la casa de ambos. Para llegar, tiene que atravesar un largo camino de tierra que se extiende entre la espesa arboleda. Les pareció una buena idea alquilar una casa en el bosque, apartada de los ruidos, las cámaras y el resto de las personas. Los sonidos de la naturaleza son mejores que los de los autos. Y, durante la noche, todo es más silencioso.

Una única luz, amarillenta, puede divisarse entre la oscuridad. Eso quiere decir que ya llegaste a casa, lo cual es extraño para un miércoles por la noche, durante el que tu agenda de pacientes debería extenderse por lo menos una o dos horas más.

Cuando Emiliano abre la puerta, se encuentra con la imagen del horror.

Un extenso charco de sangre se extiende sobre el piso de madera, desparramado como si una botella de vino acabara de estrellarse ante sus pies. Sobre el charco, yace el cuerpo inerte de un hombre vestido de traje. Y un par de tijeras clavadas en su cuello ante la expresión espantada de tu rostro, que todavía se encuentra en estado de shock. Tus piernas y rodillas están manchadas por el mismo liquido escarlata.

-¡¿Qué pasó?! -pregunta Emiliano, mientras rodea el cadáver para dirigirse a tu lado.

Vos no podés decir nada. Pero al escuchar la voz de tu novio, tu cuerpo reacciona por si mismo y las piernas te comienzan a temblar.

-Nada... -respondes. Y mientras tu novio se acerca, vos te alejas. Te da vergüenza lo que él pueda pensar. Ahora no estás segura de cómo manejar el contacto con otro ser humano. -. Es que se apareció en la puerta de la casa cuando estaba por salir a trabajar... Entonces entró y me empezó a gritar... Y me dijo que él la mato y que no me metiera porque iba a terminar igual, entonces yo... lo ataque porque me dio bronca.

-¿Lo atacaste?

-Si, porque se metió a la casa y...

-Entonces te defendiste.

Emi toma tu rostro entre sus manos. Te mira a los ojos con una intensidad con la que jamás te había mirado. Es, a la misma vez, reprimenda, ruego y dirigencia. Frunce el seño y su frente se arruga, pero a la misma vez te acaricia las mejillas con su pulgar. Con su mano, enorme y protectora, que abarca casi la totalidad de tu rostro enrojecido por el llanto. Vos lo ves así y el comentario que le hiciste a Este dos semanas atrás se cruza por tu memoria. Emiliano es demasiado bueno. Demasiado fiel. Jamás te dejaría tirada con el cuerpo putrefacto de un asesino para que te las arreglaras. Te da un beso en la comisura de los labios, suave pero determinado, y profiere las palabras que acecharán como un fantasma el resto de su relación para siempre.

-Ni una palabra de esto -susurra. -. Fue la amante. Vos estabas con la hermana de Este porque yo esta noche me quedaba en lo de un amigo y vos no querías quedarte en la cabaña sola.

Su voz es hipnótica, reconfortante y te transmite seguridad. Por alguna razón, el terror de lo que podría llegar a pasarte después de haber apuñalado al marido de Este se desvanece como su último aliento. Emiliano esboza una sonrisa reconfortante; ¿Cómo no sentirse mejor cuándo el se comporta como si todo estuviera arreglado?