OO4

441 64 0
                                    






🎄O4 |  ¡CAPÍTULO CUATRO!

════════

════════

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

════════




—¡FLASH! ¡POR LA DERECHA! —INDICÓ CHRISTINE MIENTRAS ENTRETENÍA A MICHAELS.

Intentando espabilar del shock que significaba ver a la castaña ahí en esos instantes, Barry acotó a lo que Christine le dijo.

Sin embargo una ráfaga de hielo chocó directo en el pavimento haciendo que sus pies resbalaran y cayera directo al suelo.

Por un segundo al ver la imagen Christine se desconcentró, sin embargo no tardó en ponerse en posición para atacar.

—¿Estás segura que quieres hacer esto? —cuestionó el hombre.

—¿Crees qué no soy suficiente? —preguntó Christine alzando una de sus cejas.

—Mira a Flash... a ti nadie te conoce.

—Buen punto. Pero no te tengo miedo —hizo saber.

En aquel instante vió como una estaca de hielo se dirigía a ella, y rezando porque sus poderes decidieran ser rápidos al actuar alzó su palma interponiéndola en el punto de impacto.

Cuando el hielo hizo contacto con su mano sintió in hormigueo recorrerle, y pronto hojas de árbol comenzaron a caer directo al suelo.

—Tienes unos poderes muy interesantes —murmuró el hombre observándole.

—Solía creer que eran inútiles hasta que me enseñaron a sacarle provecho —comentó.

Una sonrisa bailó por sus labios, mientras movía sus pies, ambos haciendo un círculo imaginario con sus pasos.

Sin embargo la sonrisa no tardó en esfumarse, maquinando a toda marcha algo que fuera de ayuda para detener a aquel meta-humano sin causar tantos estragos por la zona. Aún así el perímetro ya se encontraba siendo resguardado por la policía de Central City, pero no podían permitir que los oficiales salieran lastimados.

—Esta no es la forma, Michaels —habló Bennet.

El hombre pareció un poco descolocado con aquellas palabras de parte de la heroína.

—Ella no hubiera querido esto. Eras su héroe, ¿Crees que con todo esto lo sigas siendo? —cuestionó.

—¿De quién hablas? —preguntó fingiendo que no comprendía a que se refería.

—Ambos sabemos muy bien de quien hablo —señaló—. Mila... tu hija.

Los puños del meta-humano se cerraron, sin embargo no tardaron en ser abiertos dejando escapar ráfagas de hielo que amenazaban con golpear a la castaña.

✓ Last Christmas; barry allenWhere stories live. Discover now