Capítulo 5

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---- ¿Entonces te recordé a alguien?, ¿tanto me parezco a él?

---- Solo tú voz me confundio.. pero en serio, lo siento--. El chico nego.

---- Suele ocurrir. No pasa nada, en serio.

Jaimie asintio nada convencida. Miro detenidamente al muchacho frente a ella, y ahora que lo veía bien... ¡realmente no se parecía a su novio!, hasta creería que tiene más similitud con Oliver que con Ray.

---- Por cierto, ¿es tuyo este lugar?--. El peliblanco observo toda la biblioteca.  Después asintio.--. Es realmente.. impresionante.

---- Gracias.. No creí que alguien viniera aquí una sola vez pero, siento que estuve siempre a la espera, a la espera de ti.

Jaimie se sorprendió por lo ya dicho. Poso ambas manos en su pecho, tímida por primera vez. ¿Acaso era el destino el que se encontrara con tipos raros?

---- No puedes estar seguro de eso. Tú y yo nunca nos habíamos visto..--. Aparto la mirada. Norman se mostraba un poco cohibido después de eso.

---- Ni yo mismo le conozco..-. Dijo casi en susurro. La chica volvió a posar su vista en él.  Su cara no mentía.

---- ¿no te conoces a ti mismo..?--. Pregunto.

---- Si, es lo que he dicho. Un día aparecí en este lugar, pero no recuerdo cuando llegue, ni él como ni el porque. Es como si yo... existirá solo en este lugar.

Jaimie sintió pena por el peliblanco.

<<Él tiene razón. No es más que una programación.>>

---- Lo único que recuerdo es mi edad, mi nombre, cumpleaños y... un lugar.

---- ¿un lugar?

---- Si, un lugar. Para ser exactos.. Tren de montaña blanca, casillero 221...

---- ¿El pueblo montaña blanca?--. El asintio.-. Yo vivo en ese pueblo, y conozco el tren.

---- ¿En serio?, creo... creo que deje algo ahí.--. Norman poso su vista en la ventana del lugar. No parecía mirar nada en específico, parecía estar perdido dentro de si.--. Necesito que vayas ahí..

---- ¿yo?, pero si ambos hablamos del mismo pueblo.. ¿que nos asegura que no estemos en alguna parte del pueblo justo ahora?, podría verte... verte en la realidad.

Jaimie se sorprendió a sí misma por lo que dijo. Se estaba metiendo en asuntos que no le concernien, y más que nada lo estaba haciendo por un desconocido.

¿Por qué quería ella conocer a un desconocido en la vida real?, no lo sabía.

---- En ese caso, entregame la carta en persona. Yo no puedo ir por ella, no en mi estado..

Jaimie lo miró de arriba a bajo. No sabía a qué tipo de "estado" se refería. Pero lo dejo pasar. Por primera vez en su vida pondría su vida en peligro, todo fuera por él.

[☆☆☆]

---- Señorita.

---- ¿uh?

Jaimie iba saliendo de la habitación que le habia otorgado Oliver, y apenas llego al lugar un cliente le llamaba.

---- Yo no soy ..--. Se detuvo a si misma.

Ella estaba de gratis viviendo bajo ese techo, y lo menos que podía hacer era ayudar a Oliver.

---- Dígame, ¿necesita algo?

---- ¿podría traerme un vaso de agua?--. Jaimie asintio y se dirigió detrás de la barra.

Tomo un vaso vacío y le coloco algunos hielos, paso al dispensador de agua y lleno el vaso del líquido.

Miró las pajillas que había disponibles y le coloco una de color. Después tomó un pequeño broche decorativo en forma de flor y lo coloco en el vaso.

---- Aquí tiene su agua.--. Jaimie le entrego el agua al cliente y este le sonrio.

---- Muchas gracias, señorita.

Jaimie regreso a la barra y se sentó en unos de los taburetes disponibles. Se quedó pensando en lo que había pasado la noche anterior, del lugar al que Norman le había pedido ir.

Se sobresalto cuando sintió unas manos sobre sus hombros. Volteo por instinto y se dio cuenta que era Oliver, este le estaba sonriendo.

---- Te ves muy linda siendo mesera. Pero pude haberlo atendido yo.--. Dijo suavemente.

---- No, Oliver. Creo que es lo mejor que puedo hacer, después de todo.. me estas dando un lugar donde vivir. Me da pena ser una molestia..

---- No eres una molestia. Y si gustas... desde este momento este lugar puede ser tu hogar. Jaimie, quédate conmigo..--. La respiración de Oliver golpeaba su cuello.

Jaimie sentía que todos los colores subían a su rostro.

---- No, no puedo, Oliver. No puedo quedarme siendo que no te ayudo en nada..--. Oliver se aparto de Jaimie. Se sentó a su lado, mientras apoyaba su brazo en la barra, y su cabeza en su mano.

---- En ese caso, trabaja para mi. Se mi mesera en esta cafetería.

---- Pero Oliver, aún asi.así..

---- No te preocupes,  haremos un contrato formal. Puedes trabajar uno o dos días y decidir si realmente quieres el puesto.--. Jaimie pareció pensarlo unos segundos.

---- Me gustaría pensarlo un poco más. O mejor dicho, hasta esta noche.

---- Esta perfecto. Igual es a decisión tuya.-. Jaimie asintió.

---- Más tarde tendré mi respuesta. Y creo que te veré luego. Necesito ir a un lugar...

[♡♡♡]

La estación de tren estaba realmente llena. Las épocas festivas se acercaban, y muchas personas de montaña blanca viajaban a otros pueblos o ciudades con tal de ver a su familia.

Camine hasta la sección de casilleros, pero por más que buscará no encontraba el No.414. De hecho, los casilleros a duras penas y llegaban al número 50.

Era de esperarse, la zona de montaña blanca ya no era tan habitable. No como lo fue hace años, y todo a causa del gran terremoto.

Aquel terremoto sacudió terriblemente la montaña, ocasionando un derrumbe en las zonas cerca de las afueras del pueblo.

Y justamente yo había sido una especie de regalo de los fallecidos, pues justamente nací el día del derrumbe.

Ya haciendo memoria, recordé que habían unas vías del tren subterráneas. Casi sepultadas debido al derrumbe de hace años.

No tenía de otra, debía de dirigirme hacia allá.

[☆☆☆☆]

En cuanto llegue todo estaba en ruinas. Baje las escaleras que llevaban al subterráneo y sentí un escalofrío del solo ver la oscuridad que tenia por delante.

Encendí la linterna de mi celular y seguí caminando a la que se suponía era el área de casilleros.

En cuanto llegue, no pude no notar una gran hilera de casillero azules. Algunos ya en el suelo, casi destruidos, mientras algunos otros apenas y se mantenían en pie.

Me guie por el enumerado hasta llegar al casillero 414. Para mi suerte este era uno de los que se mantenían en pie pero, cuando traté de abrirlo estaba atorado.

Busque algo con que forzarlo. Los escombros eran demasiado grandes y pesados, pero no había nada más que eso.

Tome fuerzas y cargue un pequeño pedazo de escombro (que era el más pequeña entre todos los de ahí. Aun asi, era grande) y lo lance con todas mis fuerzas hacia el casillero.

Impacto y doblo la puerta, lo suficiente como para forzarla con las manos. Tire la desgastada puerta al suelo, y alumbre con la linterna el interior.

Una carta, solo había una mísera carta.

In The Dream [The Promised Neverland A.U]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora