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-Se ve deslumbrante. Sr. Katsuki-

La criada me dijo mientras me paraba frente al espejo con el traje que elegí.

Fui arrastrado al lugar de mala gana para poder decir los votos y entregarme a un hombre que ni siquiera conocía. La semana paso tan rápido que apenas tuve la oportunidad de enfrentar lo que se avecinaba. No tenía acceso a teléfonos o al Internet, y me preguntaba qué le había dicho mi madre a Uraraka.

Alguien tuvo que darse cuenta de que yo no estaba. No hay forma de que el chico al que ni siquiera se le permitían salir de Estados Unidos desapareciera repentinamente a propósito.

No había visto a Eijiro desde el día en la casa de Masaru, por lo que estaba gradecido. No quería verlo, pero ahora lo vería todos los días. Después de la boda me iría a casa de él, lo que podría ser significativamente peor que vivir con papá, la semana pasada.

El traje que llevaba era ajustado y hacía resaltar mi trasero. Todo el traje era de blanco,mientras que la parte superior (el pecho), era más apretado que lo demás. Tenía el cabello acomodado con una flor de girasol adornado la parte derecha de mi oreja y estaba listo, pero quería hacer algo más. Cualquier cosa para postergar. La puerta de la habitación en la que me estaba preparando se abrió y papá se quedó allí, sosteniendo su teléfono celular

-Tu madre está en la línea-
Mis ojos se agrandaron, sin dudar en quitarle el teléfono y presionarlo contra mi oído

-¿Mamá?-

-Katsuki, cariño, es muy bueno escuchar tu voz...- Escuché a mi madre en la otra línea y de repente me sentí como en casa otra vez. Pero, recordé lo que ocurrió las tres noches anteriores.

Mis ojos se llenaron de lágrimas al instante, extrañé a mi madre y deseé poder volver a cómo estaban las cosas antes de esto.

Sin mentirás.

-Me están obligando a casarme, mamá.-

Estaba abrumado, enfermo del estómago y devastado. La vulnerabilidad no era mi punto fuerte.

El sonido del suspiro de mi madre hizo eco a través de la línea telefónica y la escuché hablar.

-Tienes que hacerlo, cariño. Es peligroso y... necesitas escucharme, ¿de acuerdo? Mantenerte a salvo-

Parecía que estaba a punto de colgar y yo entré en pánico.

-Dime que... Tu no fuiste el que le dijo a papá...-

-Katsuki, yo... Perdoname- Tartamudeó y pude escuchar el dolor en su voz
-Lo siento, hijo...-

Mi boca se abrió y sentí que me arrebataron el teléfono de la mano. Mientras miraba hacia arriba, noté que papá estaba serio.

-Se acabó el tiempo de conversación. La boda está
por comenzar y tú eres el invitado de honor-

Masaru tenía una personalidad extremadamente malvada, por otra parte, sus ojos mostraban lo que yo nunca antes noté.

Tristeza

- Katsuki vamos, ya es hora, solo no quiero tener un mal entendido contigo. Era por tu bien hijo de dejar ir a tu madre la cuál te engaño durante años-

- .......-

Lo seguí a fuera de la habitación y él me guio en dirección a la ceremonia. Esta no era una boda normal. No tenía damas de honor, era una boda moderna.
Era como una película de terror, todos celebrando con sonrisas en sus caras y luego yo; el chico que usaron para hacer posible todo esto.

La música de la boda comenzó y me había olvidado por un momento, olvidado que no había fiesta de bodas y que yo solo quería salir. Había estado tan pérdido en mis propios pensamientos perturbadores que no estaba concentrado en lo que realmente estaba sucediendo a mí alrededor.

✰ ✦͙͙͙*͙*❥⃝∗⁎.ʚ 𝓔𝓼𝓽𝓻𝓪𝓰𝓸𝓼 ɞ.⁎∗❥⃝**͙✦͙͙͙✩Donde viven las historias. Descúbrelo ahora