15

59 9 13
                                    

Tenía los ojos doloridos y pesados debido a la falta de sueño. Sentí que no podía dormir sin escuchar un sonido y aterrorizarme, así que pasé toda la noche con los ojos abiertos, no muy
abiertos, pero lo suficiente como para saber si la puerta se abría de nuevo; pero no fue así.
La puerta no se abrió hasta la mañana siguiente. Sin embargo, no fue Eijiro quien entró. Tal como lo prometió, era uno de sus hombres, supongo que cualquiera era mejor que él.
Sero cerró la puerta detrás de él, una mano sostenía una pequeña bolsa y metió la otra mano enel bolsillo. Miré hacia otro lado, sin saber lo que iba a sacar. ¿Otro taser? ¿Un cuchillo? La lista era interminable.

-Estás sangrando- dijo mientras se acercaba a la cama, tocando mi muñeca donde se formaron cicatrices por el peso de las esposas.

Asentí levemente.

-Estoy consciente-

Sentí una liberación repentina cuando abrió las esposas y rápidamente llevé mis muñecas ensangrentadas a mi pecho, sintiendo una sensación de consuelo al poder moverme nuevamente.
Hanta se quedó en silencio junto a la cama y abrió la bolsa que trajo.

-Deberíamos sacar la cera...-

Sacudí mi cabeza, sintiéndome emocional ante el pensamiento. Sabía que tenía que sacar, pero
tenía miedo de sentir más dolor.

-No quiero... Todavía no. Todavía me duele si me muevo demasiado-

-Lo sé, pero... esto ayudará un poco-

Sacó una pequeña botella de aceite para bebés y bolasde algodón .

-Ayuda a eliminar la cera seca. Cuanto antes saques, antes podrás curarte-

Me senté un poco y levanté mi camisa un poco. Mi estómago estaba rojo y ampollado, la cera
estaba clara en mi piel y cubría la mayor parte de mi estómago.
Hanta se sentó a mi lado y me miró.

-Voy a echar un poco de aceite sobre eso, ¿de acuerdo?-

-Bueno...-

Sentí una oleada de frío en el estómago una vez que me vertió un poco de aceite y noté que élalcanzaba unas bolas de algodón, la parte que temía.

-¡Espera! - agarré su brazo antes de apartar rápidamente mi mano.

-Mierda... Y-yo...estoy nervioso-

Sero extendió su mano hacia mí y me pasó las bolas de algodón.

-Hazlo a tu propio ritmo, ¿de acuerdo?-

Lo miré confundido. Tenía que haber algún tipo de trampa aquí.

-¿Por qué estás siendo
amable conmigo?-

-No todos aquí quieren lastimarte, Bakugo-

Mis ojos se movieron hacia mi estómago actualmente engrasado y froté cuidadosamente las
bolas de algodón contra la cera, estremeciéndome por el impacto. Duele. Era imposible evitar las
ampollas y para que la cera se moviera, tuve que aplicar una ligera presión.
Sentí la mano de Hanta en mi cabello y salté ligeramente, recordando a Eijiro agarrándome del
cabello y empujándome contra la cama.

-¡No me toques!- le supliqué, sintiendo que todo esto de repente era una trampa. Estaba enguardia, tan pronto como él me tocó, asumí lo peor.
Rápidamente levantó las manos en defensa, levantándose lentamente de la cama.

- O-oye, lo siento... Solo estaba tratando de consolarte, pero retrocederé-

Me cubrí la cara con las manos y cerré los ojos con fuerza. ¿Por qué me sentía así? Odiaba sentirme así; miserable y asustado. Me estaba enojando con alguien que realmente era amable,
pero era solo porque no tenía idea de en quién podía confiar.
Sero es amigo de Kirishima, uno de sus valiosos hombres. Él no está aquí para ayudarme. Él está
aquí para espiar.

✰ ✦͙͙͙*͙*❥⃝∗⁎.ʚ 𝓔𝓼𝓽𝓻𝓪𝓰𝓸𝓼 ɞ.⁎∗❥⃝**͙✦͙͙͙✩Donde viven las historias. Descúbrelo ahora