Capitulo II

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Los siguientes personajes no me pertenecen, si no a sus respectivos creadores.

La noche había llegado, en la residencia del Saiyan, este se encontraba en el piso inferior más preciso en la cocina preparando la cena para el y sus mujeres, las cuales se encontraban en el piso superior, en la habitación principal, acostadas aún dormidas debido al sobreesfuerzo que tuvieron que hacer para aguantar a su esposo.

Después de algunos minutos la cena ya estaba lista, el Saiyan se dispuso a ir a despertar a sus esposas, cuando llegó a su habitación pudo ver qué ellas ya estaban despiertas.

Goku: que bueno que ya están despiertas, la cena ya está lista, hablo con una sonrisa viendo a sus esposas.

Ambas respondieron con un gracias querido, cariño.

Pero vio como no podían levantarse por haberse excedido con ellas.

El solo sonrió un poco nervioso por esto.

Goku solo se acercó ellas y les dijo.

Goku: al perecer me excedi un poco, lo siento, les dijo mientras usaba su energía divina para curarlas a ambas.

Ellas solo negaron y le respondieron, que no tenía por qué disculparse ya que fue culpa de las dos y que les gustaba ese lado suyo.

El Saiyan solo sonrió por lo que dijeron sus esposas, viendo como ambas ya estaban ya curadas y de pie pudo ver sus cuerpos desnudos, dignos de unas diosas, bueno ambas eran diosas.

Manami: sabes querido no conseguirás nada con solo mirarnos, le hablo con una sonrisa coqueta.

El solo nego y hablo.

Goku: solo me pongo a pensar como pude conocer a mujeres tan hermosas y como estas aceptarán casarce conmigo, les dijo con un tono triste.

Cuando escucharon su tono triste ambas rápidamente fueron a abrazar a su esposo.

Midori: oh! Cariño sabes que para nosotras fue igual, tu eres único, jamás te cambiariamos, te amamos como eres.

Goku: jeje, gracias chicas yo también las amo.

Luego de ese momento los tres se encontraban en el comedor sentados comiendo la cena que el Saiyan había preparado, luego los tres se fueron a descansar no sin antes tener un poco de diversión y al terminar por fin el trío pudo dormir para recibir un nuevo día.

Mientras tanto segundo infierno.

Todo era un caos, los segadores iban de un lado para otro, buscando algo, y ese algo era a la mascato de su señora, de la esposa del dios Hades.

Perséfone cuando se enteró de la desaparición de su amada mascota, entristeció y constantemente lloraba sin consuelo por la desaparición de su mascota, regalo que le dió aquel hombre que la cuido a ella y a su madre, más que su propio padre, y aún después de eso su madre traicionó.

Por otro lado Hades al enterarse de esto solo ardió en ira, y con ganas de acabar con todo por haber hecho llorar a su amada esposa.

El Guerrero OlvidadoWhere stories live. Discover now