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Juan regreso a ese universo, solo otra vez, no confiaba en su padre, estaba algo paranoico.

Llego a la iglesia, debía descubrir un punto debil, todos tienen un punto debil.

Al llegar fue recibido por el otro Juan y el otro profeta, aparte del otro Spreen, quien era sujetado por una correa como si fuera un maldito animal.

- regresaste más rápido de lo que pensé -

- si ... Tenía que hablar algo con alguien, no era nada importante -

Juan vio de reojo al otro profeta, quien estaba acariciando con delicadeza las orejas del oso ...

Eso le dio una horrible sensación, no quería pensar en que el profeta de este mundo sea ... Enserio por favor no.

- íbamos a burlarnos un poco haciendo que spreen baile o algo así ¿Quieres unirte? -

La voz del otro Juan lo saco de ese horrible pensamiento pero lo metió a uno peor.

¿Hacerlo bailar? No me gustaba por dónde iba eso.

- no gracias -

- tu te lo pierdes -

Juan salió rápidamente de la iglesia, no entiende como pueden hacer ese tipo de cosas en un lugar sagrado.

¿Acaso los dioses de este mundo no ven este tipo de cosas? O es que acaso ¿Las ignoran?

Debía hablar con auron o con cualquier persona

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- ¡Es que no lo entiendo! ¿¡Cómo pueden hacerle eso?! ¡Es asqueroso! ¡Inhumano! ¡Horrible! ¡Y todos los demás adjetivos que definen lo mal que están! -

- juanito, yo se que todo eso te enoja, pero ¿Que podemos hacer? no somos magos ni sabemos que tipo de magia usa Juan y si lo supiéramos no podríamos hacer nada igual -

....

- me estás diciendo ... ¿Que se van a quedar quietos aquí en tu casa mientras mí otro yo hace que spreen haga bailes eróticos y abuse de él? -

El de mecha no respondió ... Era un si un rotundo

En cualquier momento iba a estallar ... Pero mejor se lo guarda para el otro Juan



























- ¡VAMOS! ¡¡MUCHA ROPA!! -

La iglesia cuando cerraba sus puertas se convertía en todo menos en un lugar sagrado.

Hace meses que era así, Juan dos no recuerda cuántas veces a tenido sexo con su mejor amigo aquí.

Pero lo que más le encantaba eran los bailes que spreen hacía.

Le encantaba ver cómo movía sus caderas, sus muslos regordetes, como se le acercaba he insinuaba.

La forma en la que jugaba y arremetia a quitarse la ropa, aunque Juan siempre terminaba diciéndole que se sacará todo.

No mentiría que todas esas veces terminaba con una erección.

El profeta de ese mundo no era tan hormonal como su hijo, si, admitía que spreen se veía sumamente sexy de ese modo, pero no llegaba al punto de excitarse.

Al final siempre terminaba igual, Spreen siendo duramente follado por Juan o manoseado, bajo la atenta mirada del profeta.

- hijo mío, hace algunos días que no se nada de drako ¿Tu sabes dónde puede estar? -

Juan, quien había sentado al oso en su regazo y comenzado a besarle se alejo de los labios del híbrido para centrar su atención a su padre

- debe estar con su novio ese ¿Zorra? ¿Zorma? El científico loco -

- le he dicho millones de veces que se alejara de ese tipo agh ... -

Ante eso, a juan dos se le prendió el foco ....




























- padre ¿Que te parece si le damos una lección a drako? -

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Se que no es momento pero ... Imaginarme a Spreen bailando me mato

𝐒𝐢𝐫𝐯𝐢𝐞𝐧𝐭𝐞Where stories live. Discover now