5h4m3less | Jikook 지국 © 2021

☆:･ﾟ뻔뻔하다 - 05

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Narrado por Jungkook

Joder, Jimin, que bien me alimentas con tu pøllą.

Quiero más, quiero todo de ti. Maldición, algo como esto no debería sentirse tan bien, pero la manera en cómo te deslizas entre mis labios para rozar sutilmente las venas de tu miembro contra mi lengua, y después golpear mi garganta sin piedad alguna, me está volviendo loco.

Se siente tan maravilloso.

Continúa, por favor. No te detengas. Destrózame la garganta.

—Ojalá pudieras mirarte, cariño. Te ves tan bien con la boquita llena —me dices con cierta dificultad y la voz ronca. Yo intento mirarte, pero mis lágrimas de placer opacan por completo mi vista—. ¿Te gusta, amor? —me preguntas disminuyendo la velocidad, sacándola de mi boca y tallando la punta contra mis labios hinchados, manchándolos con tu esencia. Yo asiento a tu pregunta, perdido completamente en la sensación que me provoca la manera en cómo me restriegas tu miembro en la cara. Joder, necesito tanto que te corras en mi rostro.

Te escucho gemir cuando de manera sutil vuelvo a abrir la boca y sacar la lengua para dar una pequeña lamida al líquido que se desliza hasta la base.

—Cielo —dices y sueltas un siseo, alejándote levemente—, así como estás, boca abajo, pon tu cabeza cerca de la orilla de la cama —me dices, y sin algún tipo de protesta, espero a que te bajes de encima de mí y me pongo tal y como has sugerido. Te observo bajar de la cama y colocarte por encima de mi cabeza, inclinándote y pasando una rodilla al lado derecho de mí, acomodándote para un mejor ángulo. Así es como termino comprendiendo de que se trata esto. Tengo tu enorme miembro restregándose en mi cara.

Sin esperar un momento más, lo tomo y lo guío a mi boca, sin evitar gemir de satisfacción al sentir tu pesadez y dureza de nuevo dentro de mí.

—Eso es, dulzura, es toda tuya —dices comenzando a mecerte.

Muy pronto, lo que eran suaves empujes se convierten en rudas embestidas que me hacen querer gritar de puro placer. Nunca había sentido una pøllą desde este ángulo. Estás destrozándome tan bien.

Sin poder evitarlo, llevo una de mis manos a mi garganta solo para comprobar lo que es evidente. Tu pênę hace que mi garganta se abulte, puedo sentirlo moverse con tanta brutalidad, incluso mi manzana de Adán se mueve de arriba hacia abajo con ímpetu.

Estás tan jodido, Jimin. Eres el único al que le había contado que no tenía reflejo nauseoso, así que estás aprovechando tan bien ese pequeño dato.

—Joder, cielo —te escucho gruñir y comienzo a sentir como tu pøllą se hincha aún más dentro de mi boca. Maldita sea, era tan perfecto. Te escucho balbucear algo completamente inentendible y de pronto, a mitad de un empuje, empiezas a correrte tan bien dentro de mí. Es tanto que ni siquiera puedo tragarlo todo, así que se empieza a salir por los bordes de mi boca. La maldita cosa es tan excitante que me es imposible no empezar a correrme también. Esto es el jodido paraíso.

...

Me despierto, sintiéndome un poco desorientado y exageradamente satisfecho. Solo en ese momento me doy cuenta de todo lo que ha ocurrido, y a pesar de que lo he disfrutado enormemente, me es inevitable sonrojarme cuando te encuentro durmiendo a lado de mí.

Lo había hecho contigo, y no había sido algo "común"; en su lugar habíamos montado un gran espectáculo en el bar. Pero no me arrepentía de nada, es más, la sola idea de repetirlo causaba que mi entrada se apretara con anticipación.

Joder, todo había sido tan rápido e inesperado que ni siquiera terminaba de creerlo. Había esperado tanto por este momento, que ahora que por fin había ocurrido, era tan difícil de creer.

Me había sentido atraído por ti desde el primer momento en que te había visto en ese cortometraje, y cuando te vi por primera vez en persona, todo mi mundo empezó a girar alrededor de ti. No tenía ojos para alguien más. Quería estar contigo, de todas las maneras posibles.

Evidentemente, al principio todo era algo "inocente". Soñaba con ser tu amigo y tu aprendiz, pero después, cuando por fin logré que fueras mi amigo, quería algo más: quería que me quisieras.

Hice todo para poder convertirme en un chico que pudiera tan solo llamar tu atención: me volví el mejor de la clase por ti, me esforcé en sobresalir en los deportes e incluso intenté mejorar mi físico, pero había veces en las que parecía que ni siquiera me notabas lo suficiente, es decir, sí, me dabas tu cariño y tu amistad, pero era evidente que no llamaba tu atención, ni de una forma romántica, ni de otra forma.

Después, cuando por fin pareciste prestarme atención, quise aprovecharme de eso, pero nunca ibas más allá, nunca fue nada sobresaliente, solo era tu chico mimado.

Rendido y algo triste, intenté pasar tiempo con otras personas, pero de alguna manera, siempre terminaba regresando hacia ti, a tus brazos. Y cuando ya estaba decidido a rendirme de forma definitiva, empezaste a darme las señales que tanto había esperado a lo largo de los 2 años que llevaba de carrera. Y a pesar de que tenía un poco de miedo de tu reacción ante mi nada sutil coqueteo, tú lo tomaste bastante bien, así que seguí adelante.

Sin embargo, a pesar de que tú siempre me habías descrito como un "desvergonzado", no era lo suficientemente valiente para confesarme, mucho menos cuando en lugar de hablar, te la pasabas acariciándome y besándome, sin permitirme hacer otras cosas más que retorcerme y gemir por tu pôlla, la cual, por supuesto, no obtenía, no importaba cuanto rogara por ella.

Hasta anoche, cuando por fin pude notar que nunca había sido el único afectado y me armé de valor...

¿Pero ahora? ¿Qué iba a suceder? ¿Seguiríamos siendo amigos? O ¿Ibas a aceptar ser mi novio?

Maldición, tenía demasiadas dudas, sin embargo, en lo que más pensaba era en la posibilidad de ser tomado por ti de nuevo. Mi entrada estaba tan ansiosa.

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Espero les esté gustando, son capítulos muy pequeños, pero así el asunto.