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El comportamiento de los Cullen era extraño, planificado, sin ningún tipo de error. Era como si toda su vida fuera una obra muy bien ensayada. Esto atraía a Hye como la miel a las abejas. 

 Luego de años de estudiar el comportamiento humano, no podría saber cuál era su siguiente movimiento. No demostraban afinidad o rechazo fácilmente. Controlaban a la perfección cada acción que tomaban.

 Tan así que si los observabas con detenimiento no parecían naturales. Como si fueran una nueva especie, Hye comenzó a estudiarlos. Sus costumbres, sus movimientos, expresiones, todo lo que estaba a su alcance.

 Gracias a esto, logro notar ciertos comportamientos extraños. Los rasgos característicos del clan Cullen, por así decirlo, eran sus llamativos ojos dorados. Este era el mayor misterio para la chica. 

 Según los rumores del pueblo, los cinco chicos eran adoptados. ¿Por qué razón tendrían un rasgo físico en común? Era extraño.

 °°° 

 Hye caminaba tranquilamente a su hogar por la carretera a un lado del bosque, su casa quedaba un tanto alejada al pueblo. Estaba acostumbrada a hacer este recorrido, no había porque temer.

 Ese día al volver de la escuela, tuvo un presentimiento. Algo se sentía diferente, tal vez sea el hecho de que un conejo salto enfrente suyo, siendo que nunca antes había pasado. Los animales rara vez dejaban su refugio en el bosque.

 A menos que un depredador le esté dando caza.

 Quieta en su lugar, Hye analizo todo su entorno. Buscaba un indicio de que hubiera lago allí, cualquier cosa que ahuyentara al pequeño conejo. Camino unos pasos adentrándose al bosque, vio cada árbol, rama y planta en su entorno.

 Una pisada llamaron su atención, eran humanas. Estaban profundas, como si hubieran corrido por allí. Se agachó para analizarlas mejor, no se creía una experta en huellas, pero era más por curiosidad que otra cosa.

 Siguió con la mirada las pisadas, se dirigían hacia el interior del bosque. Sin atreverse a seguirlas les saco una foto y comenzó su camino a su hogar. Luego las analizaría bien. 

 Una vez en su casa se sentó en la computadora analizando las huellas. El internet era su mejor amigo, lograba sacarle todas las dudas o la mayoría de estas. Investigo un poco sobre las pisadas que vio.

 No consiguió información relevante hasta que noto que una de las pisadas tenían una marca. La marca del calzado usado era caro, lo sabía a simple vista. Esto despertó su interés, ¿Quién estaría en el bosque con zapatos de marca? 

 Sin darse cuenta la hora de la cena llego y su padre aún no llegaba del trabajo. Un mal presentimiento se instaló en todo su ser. Algo le decía que no estaba bien el retraso de su padre. 

 El señor Kim, trabajaba en la comisaria, no era normal que se retrase de su jornada. Forks era un lugar con una baja taza delictiva, casi no había casos lo suficiente importantes como para retrasarlo. 

 Hye llamo a la estación desde el teléfono de su casa, allí le avisaron que su padre se encontraba en un caso por lo que debería quedarse hasta tarde. Un poco más tranquila al saber que estaba en la comisaria, logro cenar y dejarle la comida a su padre.

 Un tanto intranquila y sintiéndose observada, la chica vigilo el bosque desde su habitación. Los vecinos más próximos estaban a unos cientos de metros, por lo que no la escucharían si gritaba. Trabo todas las puertas y ventanas siendo un poco paranoica.

 Encerrada en su habitación siguió leyendo sobre huellas y cacería. No estaban en temporada de cacería en el pueblo, esto se daría en unos meses. La persona que estuvo en el bosque seguramente no estaba de cacería.

 ¿Por qué corría? ¿De qué estaba corriendo? Estas preguntas no dejaban la cabeza de la pelinegra. Se preguntaba si había algo en el bosque que la hizo correr a su interior o si era quien corría a otra cosa.

 Con un suspiro, anoto los datos recaudados, mañana exploraría un poco el interior del bosque para buscar otras pistas. Así era ella, una investigadora por naturaleza. Le encantaba saciar su curiosidad con hechos. 

 Sin saberlo, Hye estaba viviendo dentro del rango de cacería de los Cullens.         

𝐎𝐛𝐬𝐞𝐫𝐯𝐚𝐜𝐢𝐨𝐧𝐞𝐬 ||Jasper Hale||Onde histórias criam vida. Descubra agora