Cristian le había agarrado la mano,
Cristian.le.habia.agarrado.la.puta.mano.Heungmin casi se descompone y casi entra en proceso de mitosis al sentir la grande mano envolver la suya, que era pequeñita. Siempre odio sus manos pequeñitas, y sus dedos cortitos y algo rechonchos. Pero ahora mismo, con el peso de la pesada manos de Cristian, la calidez de esta que calentaba su fría mano, la textura suave, la diferencia de tamaño que era bastante pero para él perfecta, ahora mismo se sentía tan bien, tan correcto, tan suyo.
Heungmin definitivamente no quería soltar su mano. Y con un asentamiento torpe y un balbuceo, se levantó y reafirmó su agarré contra la mano de Cristian, evitando por todos los medios de que se resbalara de las suyas y colocando como excusa el guiarlo a la sala de empleados.
Al entrar a está, dejó caer aquella pesada y perfecta mano con amargura para ir a colocarse su abrigo y colgar su bolso con sus pertenencias, se quitó el mandil suavemente y en silencio, sintiendo a Cristian detrás suyo contemplarle en la misma condición, guardó aquella bonita tela dentro de su bolso al igual que su teléfono y se colocó la ancha chaqueta de mezclilla. Cuando estaba por tomar su bolso, sintió aquellas manos asentarse en la curva de su cintura y caderas, temblando al sentir un apretón de parte de estás con algo que pudo notar como posesividad.
"¿C-Cristian?", preguntó en un susurró, el chico detrás suyo emitió una especie de gemido grave que erizó completamente la piel de Heungmin.
Cristian le giró con lentitud, Heungmin dejándose hacer como una masita de pan sin cocer y conectando sus ojos con los del tatuado. La brecha entre ellos no sobrepasaba cinco milímetros al tocarse las puntas de las narices. Y Heungmin prontamente se vio fundido y embelesado por aquellas cuencas castañas que le miraba los labios. Heungmin le dió una pequeña caricia en la nariz a Cristian, entrecerrando los ojos y posando sus manos de los hombros del otro para apretar la tela de su bomber jacket, el sentía ese momento tan íntimo, las manos de Cristian tan calientes incluso por encima de su ropa que llegaba a quemarle satisfactoriamente. Cristian tenía tanto poder sobre él que entraba en un estado de satisfacción, tensión y embriaguez al sostenerle de esa forma.
Entrecerró sus ojos perezosamente y arqueó la espalda al sentir los dedos de Cristian cosquillear y serpentear por el centro de su espalda baja, erizándole la piel y soltando un pequeño suspiro tembloroso.
Escuchó a Cristian balbucear algo que no se tomó el tiempo en procesar, antes de que esos pequeños besos esquimales llevarán paso a que los labios de Cristian se aventuren a encontrarse con los de Heungmin.
Heungmin cerró los ojos, cruzando sus brazos por detrás de la cabeza de Cristian y ladeando la suya propia, buscando un mayor contacto. Jadeó suavemente cuando sus labios se acoplaron con los del tatuado con suavidad pero aún así, con hambre. Sus belfos chasqueron al separarse un segundo, antes de volver a besarse un poco más duro y fuerte que la primera vez. Los brazos de Cristian descansaron en los huesos de la cadera de Heungmin, mientras lo acercaba a su cuerpo al máximo posible, con el mayor contacto de piel que se le permitiera.
El tatuado delineó el belfo inferior del coreano con su lengua, logrando hacerse paso entre esos jugosos labios mordisqueados y chocar sus lengua con la de un anonadado t derretido Heungmin. Cuando logró centrarse un poco -lo suficiente para no distraerse con aquella lengua recorriendo su boca como un manjar-, enterró sus dedos entre las hebras negras de Cristian y empujó hacia si mismo y abajo, endureciendo el beso y desordenándolo completamente, inhaló por la nariz al notar que estaba de puntitas, comiéndose la boca de Cristian con toda esa hambre que guardo desde la primera vez que lo vio hace tres semanas.
Heungmin se estaba quedando sin aire en ese momento, Cristian le agarraba firmemente y movía sus labios sobre los suyos de una forma tan brusca y deliciosa que no le dejaba descansar. Arrugó la frente y jadeó por última vez antes de separarse un poco para respirar, dándose cuenta de que Cristian igualmente lo necesitaba.
Heungmin se sentía tan satisfecho y contento. Sentía una euforia recorrerle el cuerpo y no quería soltar a Cristian en ese momento que era suyo.
Pero su rostro se desfiguró al darse cuenta.
Karen.
"Dios, yo... tú... nosotros", susurró, separándose del agarre de Cristian quién lo miro extrañado, ladeando la cabeza, "Karen... tu-tú..."
Heungmin se mordió el labio y se pasó una mano por la frente, ¿cómo mierda se le había ocurrido hacer algo así? Se sentía pésimo. Sin demora, sus ojos se llenaron de lágrimas y apartó la mirada hacia sus cosas. Las tomó con la mayor rapidez posible e intentó correr hacía la puerta de salida sin importarle que Cristian se quedase allí, y que el tuviese que cerrar.
"Espera, Heungmin", todos sus planes se fueron a la mierda cuando Cristian le detuvo cuando ni siquiera pudo alcanzar la manija. Le giró de un tirón, y Heungmin solamente bajó la cabeza y sujetó con más firmeza su bolso en su hombro, apretando los labios para no ponerse a llorar por la impotencia de sentía en ese momento. "Por favor no te vayas, solo dame... solo dame 5 días más, por favor. Solo te pido 5 días más", Cristian le había tomado de las manos y si tono de súplica hizo que Heungmin levantará un poco la vista, pero encontrándose con los anhelantes ojos de Cristian mirarle con una mueca.
"¿5 días para qué?¿para utilizarme?", Cristian enseguida cambio su expresión a una de horror, negando completamente y preparándose para hablar de nuevo, "¿O para dejar a Karen, tu novia?"
Cristian suspiró y cerró los ojos con fuerza, pasándose un mano por el rostro.
"No la llames mi- nada", se interrumpió, "Dios, esto es demás difícil de explicar", Cristian se cubrió los ojos con una de sus manos y exhaló, pareciendo cansado, "Karen no... mi... ella no-dios", Cristian sacudió la cabeza y rodó los ojos, dándose por vencido, volvió a jalar a Heungmin más cerca de si, acariciando su tersa mejilla, "Solo esperamé 5 días más, y te explicaré todo, ¿si?"
"¿Explicarme qué?", Heungmin enarcó una ceja, comenzando a molestarse porque no entendía nada de lo que Cristian le decía.
Lo besó.
Cristian le acababa de besar, de nuevo.
Abrió los ojos con sorpresa, el pequeño choque de labios le había cerrado la garganta y dejado un pequeño shock.
"Por favor, solo 5 días", rogó Cristian, susurrando en el pequeño espacio de tensión que nuevamente se había formado. Heungmin sentía la calmada respiración caliente de Cristian, y el fuerte perfume masculino, Heungmin pronto de vio envuelto en el deseo de querer enterrar su rostro en el cuello de Cristian, aspirar su aroma y mordisquear la tersa piel, esto a causa de su fetiche del perfume masculino.
Heungmin conectó miradas con Cristian, viendo aquellos ojos honestos que le miraban. Y de unos segundos de pensárselo, finalmente se resignó y acepto. Sin si quiera saber si es que Cristian terminaría con Karen, si correspondería sus sentimientos -que aún se estaban desarrollando- o si lo rechazaría.
Heungmin no pudo seguir pensando con claridad al sentir el cálido calor corporal del gran cuerpo de Cristian, quién lo apretaba delicadamente entre sus brazos contra su pecho y enterraba su nariz en sus cabellos negros.
Sin duda, ese se podría convertir en el lugar favorito de Heungmin.
...
este es mi capítulo favorito,YYY AHORA SI SE VA A PONER BUENOOO.
gracias por leer! <33
pd: yo también estoy obsesionada con los perfumes masculinos no se porque.
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𝐅𝐎𝐑 𝐌𝐄? ☆ 𝚌𝚞𝚝𝚒𝚜𝚘𝚗
Romance𝐂𝐔𝐓𝐈𝐒𝐎𝐍 | Heungmin se ve sumamente interesado en el novio de Karen ☆ adaptación autorizada - 🧷 Esta historia NO es de mi autoria - 🧷 todos los créditos a @hwalight ☆