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─ bienvenido al personal de weathervane ─ tú nuevo gerente te recibió con una sonrisa, a lo que respondiste con un asentimiento mientras te dejaba para hacer el papeleo. saliste de su oficina, recordando sus instrucciones de entrenar con tyler. tus pies arrastrando las escaleras lentamente, sin prestar atención a los crujidos que lo acompañaban.
conocías a tyler galpin, no muy bien, pero sabías de él lo suficiente como para saber que era el hijo del sheriff. el sheriff que no parecía interesado en los estudiantes de nevermore. aunque estabas bastante seguro de que solo te contrataron para outcast diversity, al menos estabas feliz de haber conseguido un trabajo que no era pilgrim's world.
─ chai latte helado mediano con chocolate y un croissant ─ una voz te sacó de tus pensamientos. rastrear la voz hasta la fuente fue fácil teniendo en cuenta que él era la única persona detrás de la mostrador antes de que llegaras. allí estaba.
tyler galpin, con la habitual mata de rizos castaños que se detuvo justo encima de sus ojos y el pliegue de concentración en su frente mientras se movía para jugar con la máquina de café espresso. habías sido arrastrada lo suficiente por enid para conocer los detalles. especialmente considerando que vigilaba a todos.
─ estás mirando el lado equivocado de la máquina, galpin ─ gritaste, haciéndolo saltar. una sonrisa se arrastró en tú rostro al ver su expresión. no tardó mucho en acordarse de quién eras fuera del uniforme de nevermore, te había visto lo suficiente y sabía que había ingresado alguien nuevo. ─ tienes el hábito de asustar a los gente? ─ te dirigió una mirada mordaz.
─ es más como un pasatiempo ─ te encogiste de hombros antes de hacer tú camino detrás del mostrador. echando un vistazo más de cerca en la máquina, tenías razón. la fuente del vapor interminable era un problema de válvulas.
─ voy a necesitar un destornillador de tres alas y 4 milímetros de llave allen ─ tyler te entregó el destornillador sin ningún reproche, no podía entender el italiano en las instrucciones de todos modos y no estaba dispuesto a recurrir al traductor de google. ─ tienes un problema con las válvulas ─ comenzó a atornillar las brocas en su lugar, con cuidado de no dirigir el vapor hacia tí o su nuevo compañero de trabajo. ─ ¿tienes una de estas bestias temperamentales con una mente propia? ─ él arqueó una ceja hacia ti, lo que provocó que cerraras los ojos ─ no exactamente ─ afortunadamente, en nevermore tuvo una clase bastante buena en ingeniería y tuviste calificaciones bastante decentes. el vapor dejó de salir y la máquina se arregló lo mejor que pudo.
