𝘏𝘌𝘙𝘔𝘈𝘕𝘐𝘛𝘖 𝐵𝑂𝑁𝐼𝑇𝑂

𝕄𝕚 ℍ𝕖𝕣𝕞𝕒𝕟𝕠

El molesto sonido de mi alarma logró interrumpir mi dormir, haciéndome despertar y a la vez reprochar, no quería levantarme tan temprano, parecía que mi cabeza estaba pegada a las cobijas, muy cómoda a decir verdad, mis párpados seguían pegados, no querían abrirse tan temprano, con pereza alcé una de mis manos para apagar el sonido que me indicaba que me alzará de la cama, estaba decidida a seguir durmiendo. Sin embargo, a escasos segundos de tomar mi desicion de dormir, el sentir unos dulces labios chocar en mi mejilla hizo que inmediatamente una sonrisa se asomará por los mismos y que mis ojos se abrieran de golpe

—— Buenos días, bella durmiente —— canto con su dulce voz

Sus ojos hermosos se ciervo, su sonrisa tan caracterizada y perfecta, que lucía su tierno lunar debajo de esta. Era la forma más hermosa de despertar que yo conocía

Teniendo enfrente a mi hermano mayor

—— Buenos días, hermanito bonito —— musite con una sonrisa de boba

Estiré mis brazos, como si se tratara de una bebé caprichosa, indicando que quería un abrazo suyo

El, con todo gusto, acepto mis peticiones y se inclino hacia mi para que yo lo envolviera entre mis brazos; Mi nariz tuvo contacto con su dulce cabello color café, inundado mis fosas nasales de su rico aroma, logrando qué mi sonrisa se agrandará mucho más y las ganas de no levantarme se acumularan

—— Tienes qué arreglarte para ir a la escuela —— comento, levantándose, logrando qué yo hiciera un puchero con mis labios —— Anda, ya no tardes

—— No quiero ir, quiero quedarme contigo —— musite, sentandome en la cama mientras lo tomaba del brazo para que no se fuera —— Andaaaaaa

—— ¿Que tal si te llevó a la escuela? —— propone sonriendo

—— ¿Y también me recoges? —— Pregunté, con emoción en mis palabras.

—— Solo si te apuras

Volvió a depositar un beso en una de mis mejillas y sin decir algo más, salió de mi habitación, dejándome con mi corazón palpitando rápidamente, más de lo usual, junto con un color rojizo en mis mejillas que adornaban perfectamente la sonrisa que tenía en mi rostro

Mi hermano era hermoso

Salí disparada de mi cama para acercarme hacía el baño para comenzar a alistar, anhelaba con todas mis fuerzas que mi lindo hermano me acompaña a la escuela, amaba pasar tiempo con el antes de ya no verlo por muchas horas, incluso, me llenaba de orgullo ver la cara de envidia de algunas niñas que veían qué solo yo podía estar cerca de el

Me deshice de mi pijama en menos de un segundo y me adentré a la caliente agua que ya se encontraba cayendo de la regadera, haciendo el típico ruido de agua chocando al piso en forma de gotas

Me apure en lavar todo mi cuerpo como se debía, para que en menos de diez minutos poder estar envuelta en una suave toalla

Con cuidado me acerque a mi gigante closet, dónde ya tenía preparado mi clásico uniforme, logrando colocarmelo con eficacia

Antes de salir, me mire por última vez en el espejo, para poder confirmar que estaba lista para ir a la escuela

Sonreí, y sin hacer cualquier otra cosa más tome mi mochila y sali de mi habitación para bajar ha hacía la cocina y preparar mi desayuno

¿Por qué yo misma me hago el desayuno?

Mis padres son unas personas muy buenas en lo que hacen, tanto mi padre como mi madre, ambos se conocieron en el mismo trabajo de todo su vida, desde siempre se han complementado de una forma increíble, por ende, eso hace que sean demasiado requeridos en muchas partes, con muchas propuestas de trabajo qué hacen que ocupen la mayor parte de su tiempo, bueno, me atrevería a decir que todo su tiempo, eso ocasionó que no estuvieran presentes después de que se dieron cuenta de que mi hermano y yo podíamos hacer las cosas por nuestra cuenta