𝐒𝐢𝐠𝐮𝐞𝐬 𝐜𝐨𝐧𝐬𝐞𝐫𝐯𝐚𝐧𝐝𝐨 𝐭𝐮𝐬 𝓁𝒶𝓉𝒾𝒹ℴ𝓈?

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6 años después

– Ya lo decidí, mi momento favorito del día es cuando volteo este cartel donde dice " cerrado " - comento mientras seguía con sus labores -

Sonreí por aquel comentario, sin poder evitarlo solté algunas risas, Hoseok era una persona bastante graciosa cuando no estaba molestó

– Bueno, mi momento favorito del día es cuando salgo por esa puerta para ya no seguir viendo tu fea cara -

– Oh no YoonHe, no actúes como si no lo supiera, amas mi cara, bueno mejor dicho, amas todo de mi, no es necesario que me lo digas, nena - recargo sus dos codos en la barra donde me encontraba limpiando -

– ¿Ya terminaste de coquetearme? Quiero llegar a casa temprano para poder bañarme sin escuchar los gritos de mi mamá - contesté con una sonrisa mientras torcia los ojos -

– Ah, mi suegra, ya es buena hora para que vuelva a invitarme a cenar, ¿No lo crees? Ahorita saliendo no tengo clases -

– Lastima yo si, y creeme que en mis planes no está el aguantarte en la cena otras dos horas más, siguiente tenerte de compañero en mi trabajo, ¿Mi paga? - acerque mi mano hacia el con una sonrisa coqueta -

– Mierda YoonHe no entiendo cómo haces para gustarme más cada día, ya sabes dónde tomar el sobre, supongo que me quedaré terminando aquí en lo que pienso en un buen regalo para llevarle a mi suegra cuando vaya a cenar - tomo un trapo para seguir limpiando la barra -

– ¡Buenas noches Hoseok! ¡Espero no verte en mi casa, besos ! -

No le di tiempo a qué me respondiera, se que grito algo más pero no me detuve a averiguar que era lo que gritaba, como dije, quería llegar rápido a casa antes de que mi madre lo hiciera

Tener un trabajo tan duro como lo es atender una cafetería era agotador, lo que menos quería era llegar y escuchar gritos mientras trato de relajarme

Bueno, realmente se que hay trabajos más duros, pero para mí este trabajo tiene el número uno, mucho más si se trata de aguantar a compañeros raros como lo es Hoseok

Volví a sonreír al recordarlo, me hacía reír cuando más lo necesitaba, no era tan mal después de todo

Caminaba entre las personas, varios puestos comenzaban a prender sus luces, la noche estaba por llegar, necesitaban iluminación para poder sobrevivir en las altas horas que les esperaban. Muchos niños se veían corriendo por el lugar, bastante personas iban a pasar el rato con su familia y demás, buscando un cambio de rutina y poder disfrutar

Eso era lindo, bastante lindo, pero solo me logro sacarme un suspiro mientras aumentaba el ritmo de mis pasos

Finalmente, después de lograr esquivar a la mayoría de la gente, llegué a mi casa y agradecí infinitamente ver las luces apagadas

Me adentre en está, cerrando la puerta y acercándome a mi habitación, la cual no tenía la misma decoración que antes, deje todas mis cosas en la cama para de una encaminarme al baño y prender la regadera, mientras el agua caía quitaba todas las prendas de mi cuerpo y sin más me adentre, sentir como el agua caía por mi cuerpo me relajaba la tensión de los musculos que tenia tensos desde hace unas horas, ver a tanta gente en la cafetería si logró afectarme en cierto punto

Dure unos minutos más antes de lavarme el cuerpo y salir sintiéndome como nueva, tome mi pijama de siempre para colocarmela y justo cuando estaba secando mi cabello escuché ruidos en la parte de abajo, mamá había llegado

Baje las escaleras, adentrándome en la cocina, estaba preparando la cena de hoy

— Hola mamá - comenté entrando

𝘏𝘌𝘙𝘔𝘈𝘕𝘐𝘛𝘖 𝐵𝑂𝑁𝐼𝑇𝑂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora