NANA one shots

Ren Honjo

Los dos sabíamos que estaba mal lo que hacíamos, no era correcto, el estaba con Nana, la voz principal de una banda en ascenso y yo era solamente la amiga de Reira.

Cuando nuestros revolcones empezaron el todavía no estaba de regreso con ella, decidimos empezar con esas noches sin compromiso a espaldas del mundo, y si bien los chismes de que ya salia con alguien no le impidieron regresar con su antiguo amor. El problema fue que no terminó lo nuestro.

Promesas vacías de que se separaría, de que yo seria la única, Promesas que ahora se caen a pedazos.
Por que decidí enfrentarlo, y pedirle que tomara una decisión, ni ella ni yo eramos sus juguetes, y eso no parecía importarle, iba de aquí a allá de la mano de una o de la otra, pero al final del día era un hombre. El siempre escogería a la primera.

El timbre del departamento no dejaba de sonar, se podía escuchar un gran escándalo fuera de este, lo que me ponía los pelos de punta.

- ya abro, ya abro, cuál es proble...ma- mi voz se quedo en mi garganta, no era posible, Nana Osaki estaba delante de mi, con su filosa mirada escaneando de arriba a abajo pero, algo en mi anatomía hizo que prestara toda su atención. Mi panza, gravemente inflada por la vida que llevaba dentro de ella.

-Oh, hola se le ofrece algo?- intenté actuar con normalidad- busca algo en especifico?

-sé que sabes quien soy, así que déjame pesar.

-lo siento no tengo ni idea de quién es, así que por favor retírese- su mano se apoyo en la puerta, buscando intimidar de alguna forma.

-Déjame pasar o montaré un escándalo en el pasillo- mi respiración se aceleró, un escándalo era lo último que quería en estos momentos.

-pasa, solo no llames la atención, por favor - colocando mis manos en mi estómago caminé hacia la cocina- por favor, cierra la puerta al pasar.

El sonido de sus botas se escuchaba detrás de mi.
- gustas un poco de té? Tengo de fresa.
Sus pasos acelerados me hicieron voltear, sus manos se colocaron sobre mis costados, haciendo presión.

-Cuántos meses tienes? Por favor, dime cuantos.
Su vista expresaba desesperación, sus labios temblaban y sus manos se cernían sobre de mi de una manera dolorosa.
- Hablaré contigo, solo cuando te calmes, bien? Ahora ¿quieres té de fresa?

Le conté todo, desde los acostones antes de volver con ella, de los acostones después de ella, del engaño y las promesas vacías, de sus palabras y de las mías, le pedí perdón por lo culpable que me sentía, había pasado sobre su integridad para buscar algo que yo creí que me daría felicidad, pero al final no fue así.
-tengo cinco meses, me enteré unos días después de dejarlo.
Alce la vista, enfrentado su dura mirada.
-se lo dijiste? El lo sabe?
-no Nana, cuando me fui, me pidió que no regresara, por nada del mundo, que su interés en mi estaba perdido, y que solo fui su juguete de hora. Lo último que quiero son más escándalos, solo quiero ser feliz junto a mi bebé.

-te ves muy feliz- me regalo una sonrisa.
- muchas gracias Nana, ¿puedo preguntar, cómo te enteraste?

Se sinceró, escucho una conversación entre takumi y ren, como siempre el de cabello largo metiéndose en lo que no le importa. Le pregunto por mi, sobre por qué no me había visto en el viejo café donde siempre nos veíamos para nuestras citas secretas, y después de que Nana enfrentará a Takumi y el le diera cierta información por su aburrimiento, llegó a mi, sin la espera de que estuviera embarazada.

- No esta en mis planes que el se entere, así que Nana, si puedes guardar el secreto, te lo agradecería mucho.

- no te preocupes Aoi, será nuestro secreto.

Dándole un último sorbo a su té se marchó, prometiendo que mi tranquilidad se vería a salvo, más sin embargo se equivocaba.
Por que la maldad estaba aburrida, y el solo quería ver el mundo arder.