Dulce Armonía || Sunflower

Arrepentimiento

Sunny estaba plácidamente dormido, abrazando a Basil quien era la cuchara pequeña, habían dormido en la misma cama.

Sunny disfrutaba tener ese tipo de contacto con Basil, aunque no lo admitiera, oler su shampoo y escuchar su respiración relajada era embriagador y para él, era el mismo paraíso.

Los rayos del sol se comenzaron a colar por la ventana.

El primero en despertar fue Basil, se sentía cálido el cuerpo de Sunny, se dio la vuelta con cuidado de no despertar a su invitado abrazándolo de vuelta sintiendo sus cálidos latidos tranquilos deseando que ese pequeño momento nunca se terminará, era demasiado cómodo para que terminará.

Pero era inevitable pues Sunny despertó poco a poco.

Lo primero que sus ojos vieron fue a aquel rubio acostado en su pecho, dicha imagen hizo sonrojar de sobremanera las pálidas mejillas de Sunny.

—Buenos días, Sunny, ¿Dormiste bien?

Le dedicó una sonrisa a su mejor amigo.

Le devolvió la sonrisa asintiendo.

—¿Vamos a desayunar?

Basil se adelantó a levantarse de la cama estirandose, Sunny se sentó al borde de la cama frotando sus ojos.

—¿Quieres que te espere para comer?

Asintió levantándose de la cama y volver a sonreírle a Basil.

Él fue el primero en salir de la habitación dejando la puerta abierta.

Había sobrado espagueti de anoche y es lo que iban a desayunar.

Pará cuando Basil llegó a la mesa, Sunny ya había calentado y preparado los platos, Basil soltó un suave "gracias" por el gesto de Sunny.

—¿Puedo ir al baño?

Le pregunto Sunny después de terminar con su plato de comida.

—Adelante.

Sunny se apresuro a ir al baño, malos recuerdos volvieron a su mente, aunque la verdadera intención de su visita al baño fue cambiar su parche, por recomendación médica y así poder sanar su herida.

Era una herida profunda y grande, hecha por basil y que lo había dejado parcialmente ciego de su ojo derecho.

Después de cambiar su parche, mirando su rostro desde el espejo, como lo hacía cada noche y sentía un gran tormento, ahora podía sentir una gran diferencia.

Sonrió para sí mismo y salió del baño.

Se dio cuenta que Basil ya había recogido todo, y lo sorprendió con un abrazo por la espalda.

Basil antes del incidente con Mari comenzó a sentir atracción por su amigo Sunny, aunque dejo de pensar en eso, pues no sabía bien lo que era el amor y con lo que había pasado, tampoco tenía el tiempo de prestarle atención a sus sentimientos, aunque cuando él conflicto se resolvió esos sentimientos volvieron a ocupar su mente.

Alguien tocó la puerta interrumpiendo el momento entre los 2, aunque tampoco era vergonzoso, pues ya tenían ese tipo de cercanía cuando eran más jóvenes.

Sunny fue el que abrió la puerta viendo a Hero, Aubrey y Kel en la puerta.

—Sunny!

Kel entró a la casa con una sonrisa a abrazar a su amigo.

Esto avergonzo a Hero y enojo a aubrey.

—¿Podemos pasar? Buscamos a Sunny en su casa y como nadie abría supuse que estaría en tu casa, Basil.

—Adelante, no hay problema.

Sonrió Basil a Hero y Aubrey cuando entraron a la casa.

—¿A que se debe su visita?

Cuestionó Basil sin malas intenciones.

—Hace bastante que no nos reunimos como antes, ¿No te molesta nuestra inoportuna visita?

—No me molesta para nada, también los extrañe

Por su parte Kel estaba sentado en el sillón junto a Sunny.

Los 5 se pusieron de acuerdo entre todos para hacer una pijamada y ver películas, como lo hacían antes.

Aubrey y Kel se encargaron de buscar la película, Hero de acomodar la sala y limpiar un poco la casa.

Sunny y Basil salieron por las palomitas y otros encargos de los demás para comer mientras ven las películas.

—Sunny, ¿Porqué aún usas ese parche? Salimos del hospital hace mucho, incluso yo ya no uso esos vendaje.

Hizo caso omiso a la pregunta del rubio acelerando el paso.

—Oye! No me ignores ahora, se que escuchaste.

Antes de poder reclamarle mas a Sunny ya habían llegado a la tienda, Basil fue el que pidió todos los aperitivos que encargaron, Sunny fue el que pagó, aunque Basil estaba insistiendo que los 2 lo hicieran, al final fue Sunny quien terminó por pagar todo.

Basil jaló de su camisa a Sunny para llamar su atención.

—Sunny, solo dime.

Sunny negó con la cabeza, sabía que Basil no estaba en las mejores condiciones y seguía bastante afectado por sus decisiones, aunque ya se haya perdonado a sí mismo, sigue con algunas secuelas.

Y si se llegará a enterar del daño permanente que le hizo a su ojo derecho volvería a recaer.

Sunny sólo quiere protegerlo.

Ambos regresaron a la casa de Basil, aunque este último algo enojado por la vaga respuesta de Sunny.

Una vez entraron y tenían todo listo para la pijamada, aun era bastante temprano para comenzar, aunque ya tenían todo listo.

Sus amigos hicieron una rápida retirada a sus respectivas casas y realizar sus actividades y encargos para tener la noche completamente libre.

Nuevamente Sunny y Basil quedaban solos en la casa con la promesa de que los demás volverían a las 10 de la noche.

—Muéstrame!

Basil estaba bastante enojado, la evasión de Sunny hacía su pregunta y el tema de su parche, que no había aparecido de un día a otro, sino que la pregunta la había hecho hace ya bastante tiempo y respeto la decisión de su amigo con no contarle.

Pero ya había llegado a su límite.

Sunny estaba en el suelo agarrando con fuerza las manos de Basil sin lastimarlo, aunque esa falta de fuerza de no querer lastimar a su amigo hacia que no pudiera evitar que Basil le levantará el parche de su ojo.

Una cicatriz a poco de sanar completamente, el ojo de sunny estaba cerrado, aunque se podía adivinar por la profundidad de la herida que había dañado el ojo.

La valentía y enojo del joven rubio se había esfumado en segundos al ver aquella marca permanente en el rostro de Sunny, sus manos temblaron y un arrepentimiento enorme comenzó a dominar su ser y sus ojos comenzaron a acumular lágrimas.

—Sunny, y-yo...

Antes de que pudiera terminar su oración la puerta se abrió dando paso a sus amigos viendo aquello escena.

La atención de los 3 intrusos se fijo al mismo punto.

La cicatriz que tenía Sunny.