Conectado a ti (Dragon's Family Series #4) Corrigiendo

Capítulo 2

Carl

Desde que Clayton quedó huérfano hace dos años, su vida fue en picada por un sendero rocoso lleno de depresiones y adicciones. Al igual que los míos, sus padres eran buenos, amorosos y responsables en un hogar humilde en el que no había lujos, pero eran muy unidos. Un camionero ebrio le arrebató a toda su familia en un segundo, y eso lo destruyó. Lo cambió. Estuve con él en cada momento, en cada etapa de su duelo porque también era mi duelo para llevar al querer tanto a Joly, a Marlon y a su pequeña hermana Neve.

Un año después del aparatoso accidente conocí a Kristen, y casi en ese mismo momento Clay cambió los antidepresivos y ansiolíticos por la marihuana. No niego que yo también la consumía de vez en cuando, por eso no me preocupaba que mi amigo la usara para aliviar la carga de sus problemas, pero cuando frente a mí sacó una bolsa de polvo blanco, supe en la mierda seria en la que ya estaba metido Clay.

Y ayudarlo era mi obligación.

Seis meses construyendo una relación con Kristen y al mismo tiempo luchando junto a mi hermano, y los seis meses que le siguieron fueron un ir y venir de rehabilitación, de grupos de apoyo y saltos a la heroína. Hasta hace cuatro días.
Hoy enterramos sus restos, y el plomo en mi pecho no desaparece. La culpa menos.

—Come algo, Carl. —El brazo de mi padre rodea mis hombros mientras camino cabizbajo de vuelta al auto en el estacionamiento del cementerio.

—Tienes que comer —añade muy preocupada mi madre sosteniendo mi mano derecha con las dos suyas.

—No tengo hambre —respondo la verdad. Mi estómago y mi garganta siguen tan constreñidos que no puedo pasar ni el agua. Mi cuerpo está casi en estado catatónico.

—¿Una sopa de pollo con vegetales al menos? —sugiere mamá con voz suave, pero niego.

Solo quiero llegar a casa y dormir porque me siento exhausto dentro de esta pesadilla.

Mi padre me pega más a su costado y besa mi cabeza. Entonces se detiene, y con sus manos sobre mis hombros me da aliento: —Sobrevivirás, pero es un proceso que tardará, y durante ese tiempo tienes todo nuestro apoyo, Carl. Lo sabes. —Asiento porque así es. Ellos no se han separado de mi lado desde que los llamé en el hospital. Él continúa—: Clay descansa ahora junto a su familia, su batalla terminó y está en paz y ya no sufre. ¿Querría él verte sufrir?

Con el estómago hundido, solo me toma un instante pensar y tener mi respuesta. —No. Nunca.

Él ve la otra respuesta en mis ojos y dice: —Pero es muy duro ahora mismo asimilar su partida, lo sé, he tenido pérdidas también, hijo, todos la hemos tenido o la tendremos, pero esté en donde esté Clay, él desea que te repongas y que seas feliz. ¿Recuerdas a Bibi? —Muevo mi cabeza para afirmar aunque es un recuerdo lejano, pero sí sé que era muy dulce y pacífica. Bibi era su madre, mi abuela—. Ella decía que cuando se acepte el dolor y se suelte, es entonces y realmente cuando esa alma descansará en paz.