23

3.8K 534 453
                                    

Renuncia de derechos, los personajes que salgan aquí son de sus respectivos autores.

Estaba sorprendido.

No, estaba sin palabras.

Rachel le había contado su historia, su vida, y todo lo que tuvo que pasar hasta el día de hoy y francamente le había dejado muy estupefacto.

Su vida había sido una mierda.

No, hasta esa palabra se quedaba corta para describir todo lo que había vivido hasta ahora.

Abandonada en un basurero por sus padres, creció en los barrios más bajos del inframundo y eso marcó su personalidad y su forma de ser.

Desconfiada, sarcástica, burlona. Todos esos atributos eran la epítome de lo que había sido su vida. Una vida cuyo sentido nunca pudo hallar.

Desde pequeña Rachel tuvo que hurgar en los basureros para encontrar aunque sea una migaja de pan o una tela para dormir por las noches...

Y años más tarde, aprendió a robar.

Cuando crecías en el más pútrido basurero, la moral era lo de menos. Por lo tanto no tuvo problemas para robar y hurtar en mercados.

Y así fue su vida. Pero en día, vio a dos bebés recién nacidos en un basusero, como ella en su momentos, pero ellos dos acababan de nacer.

Pensó en dejarlos ahí pues no tenía nada que ver, pero se vio a sí misma reflejada en esos dos bebés que fueron terriblemente abandonados.

Habían familias que dejaban a sus bebés por falta de medios, los abandonaban en cualquier zona. No faltaban depredadores hambrientos.

Por primera vez en su vida sintió que había un corazón latiendo en su pecho, así que los tomó a ambos y se los llevó a su "casa" a vivir con ella.

Y en ese corazón nació un sentimiento, un vínculo indescriptible con esos dos niños. Ella sentía como si los dos fueran parte de ella...

Los llamó Shun y Kai. No pensó mucho los nombres, sólo quiso algo fácil de pronunciar y recordar. Eso prevaleció hasta en día de hoy.

Los primeros meses fue bastante bien, pero cuando los dos niños empezaron a crecer sus necesidades también crecieron lógicamente.

Ya no bastaba robar para mantenerles, pues habían días donde ella no comía con tal de que los niños tuvieran algo que llevarse a la boca.

Vista la situación terrible que se avecinaba, recurrió a la única forma de ganar dinero que estaba en su alcance: Sí... Rachel se vendió.

Más bien, vendió su cuerpo.

Y el hecho de que fuese atractiva le ayudó bastante. Además, con la pobreza muchos eran los que recurrían al sexo para liberar estrés.

Clientes no le faltaron y gracias a esto pudo mantener a los niños durante años, pero con la llegada de Goku hace un tiempo todo cambió.

Ya no hacía falta venderse, pues Goku se encargaba de traerles comida, agua y todo lo que necesitaban para vivir. Ella se negó, aunque...

Pronto vio que era una estupidez.

Una estupidez seguir siendo una puta cuando la situación había cambiado, así que hace unos días terminando dejando el repugnante oficio.

Varios clientes no se lo tomaron bien. Luego de ir a reclamarla en su morada, recibieron una respuesta que no les dejó nada complacidos.

PhenexDonde viven las historias. Descúbrelo ahora