Capítulo 4

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Llegué a mi casa en colectivo, le prohibí a Peter Lanzani que intente siquiera sugerirme el llevarme él, necesitaba estar sola y procesar todo lo que pasó... El hermano de mi jefa me incluyó en su mentira, y a lo mejor... No solo él saca provecho de eso, ambos podemos tener beneficios, a lo mejor no todo es una mierda...
Me llegó un mensaje en mi teléfono celular desde la aplicación para conseguir pareja, leí y solté un suspiro.
"¿Peter?"
"No, Ricardo, ¿queres el número de celular de Peter?"
"No me interesa" mordí mi lengua.
"Lali soy Peter, desde la cuenta de mi hermano Ricardo" leí y elevé mis cejas.
"A ver.. No te creo, intentá lograr que te crea".
"Esposa" volví a releer veinte veces esa simple palabra, ¡era un caradura!
"¡Estúpido!" putear un poco no es malo, te desquitas y después te llega una sensación de bienestar.
"Podía pedirle tu teléfono a Celeste, pero no me lo habría dado por ser medio... me entendes"
Abrí bien mis ojos pensando.. ¿medio qué? ¿Medio mujeriego?
"¿Y?"mandé eso e inmediatamente me arrepentí, quería borrar el mensaje pero no podía, para hacerlo tenía que pagar la membresía VIP, ¡app de mierda!
"Problemático, en fin, te dejo mi número".
Y ese fue su último mensaje, agendé su número en mi lista de contactos y espié su foto de perfil, se veía relajado.. Estaba de costado mirando el sol, con una gorrita, medio que posando, se veía el agua del mar de fondo.
"Hola y chau" le mandé un único mensaje.
"Agendada"
Dio fin a nuestra corta conversación con un emoji, el del mono que se tapa la cara.
Eso me causó gracia, porque era ridículo el hecho de imaginar a un hombre como Peter mandando emojis, lo hacía parecer un poco infantil.
Me metí en la cama después de dejar mi teléfono en la mesita de luz y suspiré, descansar, lo mejor era descansar.

Timbre, el timbre de mi departamento no paraba de sonar, semi dormida atendí el portero eléctrico.
-¿Peter que haces acá? Son las..-revisé la hora del horno- cuatro y media, ¿podes dejarme dormir? No arrancó mi horario laboral
-Porfis, ¿me abrís? Estoy agotado y mareado.. perdí mis llaves
Resignada bajé por el ascensor y lo dejé pasar a mi edificio, subió conmigo y le agarraron arcadas.
-¡Peter por favor acá no!
Lo empujé para que entre al baño y me preocupé, lo esperé afuera ahora completamente despierta, no tenía buena cara.
-Soy una carga pesada... Siempre fui una carga pesada, perdón por joderte, sos demasiado buena-se le formó una sonrisa chiquita, dos hoyuelos encantadores.
-Espero que lo recuerdes la próxima vez que intentes extorsionarme, mejor que no haya próxima vez, sos igual de terrible que tus sobrinos
-¿Es un halago?-la sonrisa de Peter se abrió más ampliamente.
-Tomalo como quieras, podes dormir en el sillón, espero que no recuerdes que hablamos cómo si fuéramos amigos, no lo somos
-¡Exacto! No lo somos.. sos mi esposa
-¡¿Podes dejar de joder?! ¡A dormir! Estas alcoholizado y creo que drogado
-Sólo un brownie mágico
-Te creo-le palmeé suavemente la espalda- descansá
-Gracias-se acomodo en el sillón y cayó rendido, se durmió con tanta facilidad que me dio envidia, a mi siempre me costaba dormirme.

Mi despertador sonó, me bañé y al salir menos mal que lo hice cambiada, ¡cierto! Peter Lanzani interrumpió mi madrugada.
-Tengo que irme Peter, a trabajar.. ¿Venís conmigo?
-¿Y tomarme un colectivo?-abrió sus ojos, estaba perdido.
-Te prometo que el bondi no muerde-bromeé y eso lo hizo sonreír, se veía tan lindo sonriendo.
Le ofrecí mi mano para que se pusiera de pie, pero lo hizo solo.
Siguió mis pasos hasta la parada del colectivo, esperamos y le enseñé cómo sacar el pasaje, lo hice por él.
-Te pago cuando lleguemos
-No pasa nada-lo miré de reojo, estaba inquieto, jugando con sus manos-¿estas bien?
-Ponele.. Llego y duermo un poco más, más tarde tenemos una reunión
-¿Tenemos?-elevé mis cejas.
-Sí, el señor-se señaló- y la señora Lanzani-me señaló- tienen un almuerzo con clientes
-Si me llegan a preguntar de que trabajas no voy a saber que responder
-No hace falta que respondas, igualmente después te informo
Bajamos del colectivo, caminamos y abrí la puerta de la casa de Celeste, Peter se desapareció y yo me cambié de ropa.
-¿Porqué llegaste tarde?-¡Tomás es tan despierto siempre!
-Yo...
-¿Te comió la lengua el ratón o mi tío Peter?-Franco se me cagó de risa en la cara.
-¡No digan tonterías! El tío Peter esta durmiendo en su habitación..
-No.. Peter llegó con vos, ¿se quedó a dormir en tu casa?-Franco insistió.
-No, lo vi afuera y le abrí, perdió sus llaves-le dije una mentira a medias.
-Bueno, te "creo"-el nene hizo comillas con los dedos de sus manos-¿hoy también nos compras helado?
¡Dios! ¡¿Siempre van a salirme caros?! ¡Y no son mis propios hijos! ¿Así se sentirá tener hijos? Bueno, cumplir sus caprichos...
Gastar plata y plata...
Me encaminé a la cocina y preparé el desayuno, Celeste me saludó y se quedó sentada con la computadora en mi mesa, se instaló cómo si no se fuera a mover.
-¿Vas a trabajar desde acá?-Peter la interrumpió.
-Hola, ¿no?-ella le reclamó un beso en la mejilla, Peter se lo dio- y sí
-Pero...-claro, tenía que llevarme a mi con él, a una reunión, una reunión con una mentira importante- voy a.. Tengo planeado juntarme a charlar con Ricardo acá, no me veo con él desde..
-La discusión porque dejó plantada a su cita-Celeste finalizó de decir eso y me shockeo, ¿estaba hablando de mi? ¡¿Podía ser cierto?!
-Ss sí-no lo negó- por favor Cel, necesito arreglarme con él, no puede ser que no podamos hablar tranquilos cómo antes..
-Ok, sólo para que ustedes estén tranquilos
-Sos la mejor-Peter le sonrió y se abrazaron.
Celeste se fue a cambiar para irse a su oficina, esta vez ella fue quién llevó a sus hijos al colegio.
-¿Te enojaste con tu hermano porque me dejó plantada?-no tenía porque meterme en donde no me llamaban, pero la curiosidad me llevó a que lo haga.
-Tal vez se perdía la oportunidad de su vida por haber sido un idiota-Peter tomó aire y soltó un suspiro- igual, no iba a pasar, la salida de ustedes, al parecer sus asuntos no estaban cerrados con su ex... Sólo.. Me jodió que no haya sido considerado y siguió hablando con vos cuando no tenía las cosas claras, o definidas
¿Peter Lanzani siendo buen ser humano? Sorprendente, ¡tenía cada cosa con la que salía! Era impredecible.
-Tenes sensibilidad
-Y corazón-aclaró, después de decir esas palabras se quedó mudo, aún nervioso, se despeinó el pelo-¿vamos?
-Primero me cambio-fui a la habitación de servicio, era chiquita, oscura pero cálida, Celeste no era mala mina, siempre estaba pendiente de que no me faltara nada-estoy lista-le toqué el hombro.
Peter se sobresaltó y se quedó mirándome serio.
-Vamos
-¿Estoy mal?-me preocupé.
-Estas demasiado bien
No pensé mucho en lo que dijo, nos encaminamos a su auto y encendió el motor, aceleró el vehículo y bajé la ventaba para que entre algo de aire.
-¿Pongo el aire en frío?
-Bueno, pero tan frío no porque suelo agarrarme gripes bastante seguido
-Deberías hacerte ver, a lo mejor te faltan nutrientes, vitaminas y..
-Gracias por tu preocupación, pero es algo normal en mi-por suerte soné amable, no se trataba de un ataque, sólo me encargué de sonar firme-y, ¿de que trabajas?
-Restaurantes, tengo una cadena de parrillas en Miami, hay muchos latinos, casi la mayor parte de la población ahí habla español
-Que loco, ósea si voy sin saber nada, en el hipotético caso porque nunca fui a otro lugar que no sea la costa Argentina..
-Van a entenderte-elevó sus cejas- bueno, no hace falta que entiendas de cortes de carnes y eso, ahora vamos a comer parte de lo que hacen mis chefs, vas a probar platos
Relamí mis labios y le sonreí.
-Siempre estoy lista para comer
-¡Así me gusta!-me guiñó un ojo.
Peter dejó de manejar al acercarnos a un nuevo edificio, estacionó su auto y subimos al último piso de todos.
-Este restaurante va a ser el primero de mi cadena en Buenos Aires, tiene esta terraza hermosa que.. esta cerca del cielo
Elevó su mirada al cielo, y después al precipicio... y lo recordé, lo que me dijo su sobrino, Peter era muy valiente al subirse a un edificio, yo no podría después de semejante trauma, el perder a una persona que amas.
-¡Juan Pedro!-un señor se apresuró y lo saludó, después me saludó a mi-¡hola señora Lanzani!
-Prefiero Mariana-me quejé y Peter me abrazó pegándome a su cuerpo, ¿iba a decirme algo?
-Mariana-el hombre por suerte aceptó mi desición-¡vamos a comer! ¡Muero por probar tus propuestas Peter! Quiero volver a revisar la calidad de la comida, la atención... quiero saber si estas preparado para que la empresa sea definitivamente tuya otra vez
¡¿Qué?!
-No vas a arrepentirte-Peter le sonrió de manera calma.
Una recepcionista nos mostró nuestro lugar, otras personas ya estaban reunidas, miles de platos pasaron frente a mis ojos, ¡y sentía una emoción enorme por probar todo!
-¿Y? ¿Qué opinas de mi restaurante?-él me pidió que me ponga el cinto de seguridad al subirnos a su auto.
-Todo genial... Es riquísimo y el lugar hermoso, cálido.. ¡menos mal que había sombrillas!
-En invierno van a haber mantas y estufa en el exterior, espero que el proyecto prospere, y poder manejarlo desde lejos, mi idea es dejar todo en marcha y volverme...
-¿Y que hay de tus sobrinos?-¡¿porqué me metí donde no tenía que meterme?! ¡No tengo que abusar de su bondad!
-Van a crecer, cuando sean adolescentes no le van a dar bola a nadie-soltó un suspiro.
Sentí cómo si eso hubiese sido un discurso amado, uno que se memorizó para no decir sus verdaderos pensamientos, o mejor dicho anhelos.
-Ey, gracias por la comida.. No estuvo nada mal cambiar de aire-le agradecí al llegar a la puerta de Celeste-¿pasas a buscar a tus sobris?
-Sí... Ahora voy para el colegio, tenes tiempo de cambiarte y hacer cómo que no pasó nada...
-Es que no pasó nada-elevé mis cejas y le sonreí.
-No pasó demasiado.. Pero sí pasó algo-hizo una pausa.
-Comimos.. Compartimos, solo eso
-¡Eso! ¡Solo eso!-repitió varias veces en voz alta.
La sonrisa no se me borró abrí la puerta con mi juego de llaves e ingresé a la casa de Celeste, me cambié para recibir a sus hijos con la merienda lista.  

El destino me golpeóDonde viven las historias. Descúbrelo ahora