¿Te Tengo?

Sueño Indebido

...

Corri y corrí hasta que llegue donde estaba mi padre tirado en el suelo quejándose de dolor. Me arrodille y trate de ayudarlo a levantarse las lagrimas salían solas y el decespero era demasiado. Mi padre tenía sangre por todos lados por los golpes que esos animales le otorgaron. La gente de la urbanización nos miraba extrañados no es normal que esto ocurra aquí, miraban a papá como un problemático. Yo lo lleve hasta la sala donde lo ayude a acostarse, y poco después le preparé un menguante para tapar sus heridas y ayudarlo a curar más rápido, así como también le di unos analgésicos y no pregunte solo lo miraba mientras este se tomaba dichas pastillas, tome mi celular y iba a llamar a la policía cuando mi padre dijo.

— ¡No!.-lo mire extrañada y enojada dije.
— ¿No ves que esos idiotas casi te matan a golpes?.
— ¿Y que va a hacer la policía?.
— Meterlos presos.
— ¿Crees que no van a decir que me lo busque? Nada más mírame Isabel.- mi padre siempre me llama por mi segundo nombre. Yo baje la cabeza y puse el teléfono en la mesa que estaba al lado del sofá.
— ¿Y que se supone que hagamos?.
— Déjalo así... en la vida aprenderás que no siempre debes defenderte. Y además... yo... les debo dinero.
— ¿Que?.-dije enojada.- ¿Te metiste con mafiosos?.
— Eso no te importa, tú solo tienes que estudiar y salir hacia adelante.

El enojo pudo más que yo y solo oprimí mis manos contra mi cuerpo mientras caminé hacia mi cuarto. Mi casa no era de dos pisos, vivíamos en una urbanización llamados Palacios Del Mar en mi pueblo de Humacao, yo vivo en el país de Puerto Rico el mismo que dio a nacer a artistas como Daddy Yankee, Ricky Martin y deportistas como Miguel Cotto y Roberto Clemente entre muchos muchísimos más. Desde pequeña me encanta la cultura de la música, los poemas, entre otras cosas. Mi padre es artista por naturaleza, lamentablemente sus problemas de alcohol pudieron más que el y cundo mi madre se fue junto a mis otras hermanas el se terminó de deshacer. Ni si quiera paga la hipoteca de la casa donde vivimos siento que es un milagro que no nos la hayan quitado aún. Mi cuarto quedaba a lo último de esta casa bastante elegante y pequeña pero concisa. Mi enojo seguía presente, cerré la puerta sin más y me tiré a la cama, tape mis ojos, esto era desesperante y no por el hecho de que le hayan dado una paliza a mi padre, sino porque lo peor es que este admitió que le debe dinero a gente que le puede hacer daño. Ósea que su vida, NUESTRA vida anda en peligro.

Con el pasar de lo minutos, los llantos cesaron, mi sueño me venció, y quede dormida en la cama... me desperté cuando sonó la alarma del nuevo día escolar al que debería ir. Me levante, fui al baño. Como siempre desde temprano ya este no estaba. Y es que eran raras la ocasiones en que mi padre me llevaba a la escuela y considerando el hatercado de ayer. Dudo mucho que lo vaya a hacer hoy. Max mi mejor amigo me busca a la escuela desde que somos chicos. Me vestí lo más rápido que pude y cuando Max llegó salí. Siempre hay una vieja bochinchera y metiche en todas las urbanizaciones a las que vayas te tocará o de vecina, O TODO EL MUNDO, te contará sobre ella. Para mi desafortunada suerte me tocó vivir al frente de una. Que no tardo en salir con su café en mano, a ver qué hacía yo mientras disimulaba que buscaba el periódico. Me sonrió con su cabello hecho rolos y acercándose "lentamente" habló sutilmente.

— Hola Kayra, ¿como amaneces?.-suspire pues no quería ser grosera
— Muy bien Carmen, ¿y usted ya vio las noticias de hoy?.
— Si... y también supe lo que le hicieron esos animales a tu papá anoche.- Max me miro extrañado pues el tenía las ventanas bajadas. - Tienen que hacer algo. Llamar a la policía hacerles una querella.
— Gracias por su... genuino interés en nosotros con los cuales no habla hace dos años. Pero mi papá está bien señora. -dije siendo irónica pero dejando saber que sabía porque tanto interés de su parte. Max no pudo evitar reír cuando me escucho hablarle de esa forma.
— Tienes que ser más agradecida.
— Y usted menos metiche señora.-dije mientras me montaba en carro color plata de mi mejor amigo.