𝘿𝙞𝙚𝙯

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Conociendo a mamá...¿Por que quería tener una madre?

Narra Dafne.

Percy se había ido a entrenar, yo tenía que quedarme con mi oxígeno por 1 hora más. El intento quedarse conmigo, pero su amigo Jason vino a decir que tenían que dar clase a los nuevos, yo le dije que cuando terminara trataría de ir para el área de entrenamiento, no soy tonta el vendrá por mi.
Estaba escuchando un podcast, sobre Leonardo da Vinci y sus aportes en el arte y las matemáticas. Me estaba durmiendo, era algo que pasaba mucho cuando nadie me hacía compañía mientras tenía oxígeno, pero no me podía dormir el podcast era demasiado interesante.
Cerré los ojos mientras seguía escuchando, el tiempo pasaba mientras descubría que el número Phi se encuentra en cada obra de el, lo mismo que el cuerpo humano el lo demostró con el hombre de vitruvio.
Comencé a sentir frió en la habitación, me cubrí un poco con la manta que Percy me había dejado, el sabía que yo era demasiado friolenta, tenía los ojos cerrados mientras escuchaba con atención todo lo que decían, cuando una voz me asustó.

—Te vez mucho más débil en persona que por Hefesto tv.

Me levante más que asustada de la cama, tanto que casi desconecto el oxígeno. Abrí los ojos asustada cuando vi a una mujer con largo cabello, en su cabeza se encontraba un casco de guerra con mechas azules,en su mano portaba una lanza y a sus pies descansaba un escudo con la cabeza de médusa, tenía un vestido de color azul con gris y en su hombro por una extraña razón había una lechuza. Para mi mala suerte sabía quien era, no sabía cómo, pero sabía que era mi madre. Atenea.

—¿No dirás nada?—Cuestiono

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—¿No dirás nada?—Cuestiono

Con cuidado me quite la máscara del oxígeno, quedándome con los cables en mi nariz.

—Eres Atenea, mi madre.

—Para mi lastimosamente lo soy.

Quede decepcionada ante sus palabras, no tengo experiencia en cosas con madres o relación madre hija, pero no creo para nada que eso se le diga a tu hija.

—Nunca tuve una madre, pero estoy completamente segura que así no se trata a una hija.

—Te trataría un poco mejor, si parecieras una hija mía.

Eso me enojo.

—Según tu ¿como se debe ver una hija tuya?—le pregunte sé ya some en la cama y parando el podcast.

—Soy la diosa de la estrategia y la guerra, mis hijos son grandes estrategas, inteligentes, fuertes y habilidosos. Y tú solo eres inteligente, nunca realizaste una estrategia, fuerte ni lo pienses necesitas que una máscara respire por ti, habilidosa no puedes correr ya que te tendría que llevar al hospital. No puedo creer que nacieras de mi cabeza.

—¿Nací de tu cabeza?

—Claro, soy una diosa virgen por mucho que Harry fuera interesante, nunca me acostaría con el.

—Es mi padre, te pediré que al menos lo trates bien. Aparte no entiendo ¿por que quería una madre como tú? Preguerra quedarme toda mi vida sin saber que es conocer a mi madre de verdad, porque te dire algo Atenea prefiero quedarme toda mi vida con Sally, ella no es mi madre pero me cuido como tal, no te necesito. También tengo a papá el fue padre y madre para mi, tú no eres nada. Incluso te haré la cosas más fácil.—No entiendo porque estoy llorando, se supone que no me afecta.—Ya no soy una hija de Atenea, soy hija de Harry Wright y nadie más, si solo viniste a eso, se puede ir.

Ella desapareció tal como llegó, yo me permití derrumbarme, no entendía cómo alguien que se decía ser mi madre me podía tratar así, no esperaba el mejor de los tratos pero no esté.
Tampoco logró comprender cómo es que me afecta tanto, abracé una almohada y comencé a dar pequeños sollozos, la puerta de la cabaña se abrió y vi que entraba Percy.

—¿Lo escuchaste todo?—Le pregunté

—Si.—Se acercó y me abrazo.—No le hagas caso, no necesitas tener nada de esas cualidades ni ser su hija, lo importante es que tú sabes cuánto vales. ¿Quieres una galleta?—Ofreció sacando un paquete de galletas y veo que son las que hace sally. Asintiendo me como una.

—Percy,¿Te puedo pedir algo?

—Lo que sea.

—Enséñame a usar tu espada o la que sea.

El dudo, lo conozco lo suficiente para saberlo.

—Daf es duro y necesita esfuerzos.

—No me excederé, quiero aprender si algo llega a pasar hay una enfermería y tengo oxigeno, estaré bien, por favor pecesito enséñame.

Le puse ojitos de cachorro el nunca se resiste a eso, el me beso la frente y me dijo

—Lo haré, empezaremos ahora mismo. Comenzaremos con 30 minutos, ya que luego tengo que hacer algo.

—¿Puedo saber que?

—Hablaré con Annabeth.

—¿Le vas a terminar?

—Lo haré, no puedo seguir con esta farsa, me hago daño a mi, a ti y a ella ya no puedo seguir así.

—Estás haciendo lo correcto pecesito.—Dije dejando un beso en la comisura de sus labios.

—Uno en la boca, porfis hace mucho que no te beso.—Dijo ahora haciendo puchero, yo no resistía a eso tampoco.

—Aún no, te prometo que cuando esto esté arreglado, dejaré que me beses todo lo que quieras.

—¿Promesa?—Dijo estirando su meñique.

—Promesa.— lo tome y bese su dedo y luego el lo hizo con el mío.—Ahora vamos a enseñarte cómo se maneja una espada.

Primer amor (Percy Jackson y Dafne Wright)Where stories live. Discover now