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Han pasado 2 días desde el momento en que ví cómo caía sin vida el cuerpo de Loremy y cada hora me atormenta el no poder salvarla, la quería y el perderla de ese modo me duele porque ella se convirtió en una hermana, una hermana a la que cuidaba y ella me cuidaba, una hermana que la vida me regaló.

— Ely. — me llamó Leidy. — Ya deja de pensar en eso, no vas a hacer que vuelva a la vida si te sigues atormentando.

— Pero pude hacer más. — repliqué.

— ¿Qué?. — dijo molesta. — Estar en una relación sólo por que ella lo quería y ¿Qué hay de tí?.

— Amor lo siento... sólo odio la manera en cómo terminó todo.

— Lo sé puedo darme cuenta de eso, pero no puedes quedarte estancada dándole vueltas a lo que pudiste o no hacer. Ella tomó sus decisiones y fueron malas. — se sentó sobre mí rodeando mi cuello con sus brazos. — Tú fuiste clara desde un inicio, no puedes seguir culpándote por algo que en absoluto lo fué. — la atraje más a mi cuerpo y dejé que mis lágrimas que luchaba por no dejar salir corrieran libremente. — Eso es... suéltalo es momento de dejarlo ir. —dijo acariciando mi cabello.

Me estuvo consolando alrededor de 1 hora hasta que me sentí más tranquila y Aly llegó para llamar mi atención.

— ¡Mami Fubol!. — llegó gritando en mi dirección y el que me llamara nuevamente mami me sorprendió, pues lo hizo frente a Leima, pero ella ni se inmutó. — ¡Mami!.

— Si, hoy hay clásico. — me levanté tomándola en brazos y dando vueltas en mi propio eje, la dejé nuevamente en el suelo y tomó asiento en la alfombra esperando por mí. Busqué a Leidy, pero ya no estaba en el comedor, así que caminé a la cocina y era justo el lugar dónde se encontraba.

— Les estoy preparando una botanitas. — dijo de espaldas a mí. — Vé con ella que en unos momentos se las llevó. — me acerqué lentamente a ella y dió un brinco por la sorpresa. —Creí que te habías ido.

— No... — susurré en el lóbulo de su oído. — Me encantas. —volví a susurrar y logré ver cómo se sonrojó ante mi halago. — Tenemos que hablar sobre Aly. — y sentí cómo se tensó entre mis brazos. — ¿Qué pasa?. — pregunté con curiosidad.

— Después hablamos ¿si?. — dijo volviendo a lo que estaba haciendo antes de que la interrumpiera.

No insistí más y regresé con Alya, varios minutos después de que comenzó el partido se nos unió Leidy, con una gran bandeja entre sus manos.

— Dejé el agua sobre la mesa ¿puedes ir por ella?. — me preguntó, sólo asentí y me levante.


Tuvimos una tarde agradable después de ver el partido por petición de Aly vimos el Rey León y tengo que reconocer que nunca antes ésta película me había llamado la atención ni había tenido el interés de verla, pero me alegró haberlo hecho con ella...

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Tuvimos una tarde agradable después de ver el partido por petición de Aly vimos el Rey León y tengo que reconocer que nunca antes ésta película me había llamado la atención ni había tenido el interés de verla, pero me alegró haberlo hecho con ellas y tengo que aclarar que me encantó, es una película muy buena. Ya en la noche Aly cenó y Leidy la acostó mientras yo me quedé en el comedor esperando por ella, tenía ciertas dudas sobre si tocar el tema de Alya ó postergarlo más.

La Mamá De Mi Alumna // Adaptación LeidelyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora