𝐆𝐈𝐑𝐋𝐒, wenclair.

• 09 ━ "Me gustas, Merlina"

―Merlina...

Me quedé helada, no podía creerlo, debí haberlo sabido de parte de Yoko y Divina. No me atrevía a volver a hablarme y al parecer ella tampoco, estaba con su típica mirada fría, era obvio que la habían obligado a venir y también era obvio que no me quería ver a la cara. Parecían que hubieran pasado horas desde que ninguna había roto el silencio.

Hasta que ella quiso hablar...

―Enid... ―susurrando como si quisiera que nadie nos escuchase.

―¿Sí? ―le respondí de la misma forma.

―Enserio, enserio perdón...

―¿Por qué te disculpas Merlina?

―Mierda, hasta el Merlina duele ¿Qué pasó con el Mer? ―haciendo una cara de horror al decir el apodo que siempre le decía.

Me quedé sin palabras, sin saber que más decir, no podía continuar la conversación, eso era obvio, tan obvio que me fui de su lado y golpeé la puerta más veces esperando alguna respuesta, claro que no fue así.

―¿Por qué huyes?

―¡No estoy huyendo Merlina! ¿Ok?

―¿Y por qué golpeas la puerta como loca desesperada?

―¡Solo cállate!

Ella se quedó en silencio, fui muy dura con ella mierda, me tengo que dar una maldita facepalm mental a mi misma.

―Oye, yo lo siento...

―No, esta bien ¿Querías que me callara no es así?

―No quería decir eso.

―Pero lo dijiste Enid, tan solo dime lo mucho que me odias y podremos salir de aquí.

―¿Qué? N-no, no te odio. ―le respondí confundida.

―Tus actitudes hacia mi demuestran todo lo contrario ¿Qué te hice?

―Merlina, no hiciste nada malo. ―acercándome a ella sentándome a su lado.

―¿Entonces por qué después del baile me dejaste de hablar? Me empezaste a ignorar de la nada, me dolió mucho Enid, pensé que éramos amigas.

"Amigas" la maldita palabra resonaba en mi cabeza varias veces ¿amigas? dios mío, ¿tan ciega era ella?

―No lo entenderías.

―Quiero entenderlo, Enid. ―cogió mi mano lentamente a lo cuál no separe.

Suspiré y no sabía si en realidad decirle lo que sentía por ella ¿Qué pasaría? ¿Y si no le gusto y estoy aquí haciendo el ridículo?

Oh no, estaba volviendo a pasar.

El maldito ataque.

No quería que se diera cuenta así que trate de disimularlo agarrándome del cuello de mi abrigo estirandolo para que me pueda dar aire, pero no podía, sí le decía que me gustaba me vería como un bicho raro y si le decía que me estaba dando un maldito ataque de pánico peor.

―Enid ¿Qué?..

No conseguía quedarme tranquila, me senté en el piso tratando de quedarme tranquila, no fue así.

―Take me out and take me home, forever and ever...

Decidí empezar a cantar para ver si lograba calmarme, no podía y no lo entendía.

―Enid, estoy aquí, estoy contigo. ―me decía mientras me acariciaba la cabeza con una mano y con la otra me tomaba la mano

Al principio la ignore, estaba tan desconcertada mirando a otro lado menos a ella, a su cara.