Cancelada Angel de porcelana~ Chainsaw Man

Redbone

Los años primerizos de la existencia, en una primavera como cualquier otra que ha existido y que existirá, del cielo cayó un ser aclamado como el portador de Luz, ahora conocido con un título totalmente diferente, fue recibido por las letales y despiadadas manos de la tierra.

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Llegue a este mundo sin ningún conocimiento sobre mi paradero, sobre como hablar y caminar. Lo único que sabía es que había sido terriblemente castigado.

Aun recuerdo el miedo...

Mi cuerpo había sido deformado de la forma más terrible posible.

Sentía que la misma tierra me absorbía, no sabía como usar cada extremidad para poder defenderme. El peso de mi espalda por mis alas rotas era terrible.

La lluvia fría mojaba mi cuerpo desnudo y se mezclaba con la tierra llenándome de lodo. Cada trueno, relámpago y fuerte brisa a causa de la tormenta me aturdía.

Únicamente podía quedarme ahí tirado entre la tierra y el lodo, al no saber hablar me dedique a gritar, con la esperanza de que alguien se apiade de mi dolor.

Solamente me hundía en agonía pura.
Grite y llore suplicando piedad entre jadeos y gemidos, pero nadie me escuchaba.

Sin parar de gritar me pregunté ¿de verdad lo que hice fue tan malo para merecer esto?
La respuesta ya no importa, no había forma de volver por más que lo deseara.

...

Grite hasta quedarme sin voz y llore hasta quedar deshidratado.

Fueron aproximadamente 10 horas de pedir perdón a base de gritos y llanto.

Pronto entendí que jamás me escucharía, me había abandonado, y fue todo mi culpa.

Las horas se hacían días y los días semanas, yo al igual que una roca permanecía ileso en el suelo.

Llego a un punto donde las aves y los insectos venían para devorar partes de mi cuerpo terriblemente herido.

Fue en un plazo de 31 días, en una tarde de lluvia cuando por fin decidí moverme de ahí, o al menos intentarlo.

Con ayuda de mis extremidades empecé a arrastrarme, sentía que este cuerpo me traicionaba por el agonizante dolor que causaba al forzar cada desplazamiento.

Otra vez solté quejidos desesperados, fue la primera vez que viví lo que la gente llama "odio".

Odiaba todo esto, este lugar, sus animales, su clima, este dolor.

...

Al cabo de 1 semana aprendí a gatear, a los 3 días fui capaz de caminar y me tomó 4 horas saber correr con fluidez.

Camine al rededor de 11 meses y 2 días. Para ese punto creo que le había dado la vuelta al mundo entero. Pronto la agonía de mi cuerpo y yo comenzamos a entendernos. La naturaleza hizo lo suyo y a los pocos meses mis alas marchitas se desmoronaron y desaparecieron.

Todo ese tiempo esperaba encontrar un porque, sabría dios cuál era mi propósito aquí, tal vez no tengo ya un propósito o una misión.
¿Por qué lo tendría?

Al no tener un objetivo claro me volví una alma en pena, mendigando por todos lados. Pero un día como cualquier otro ocurrió algo, un suceso que hasta la fecha lo considero un milagro, un rayo de esperanza.

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Un ser con una anatomía muy similar, pero más pequeña se paró frente aquel demonio. Una niña.