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❝bajos instintos❞
❝Quiero redimir tu pena más simple.
Quiero concluir tu persignación.
Voy a encontrar tu lado humilde.
Voy a percibir tu fascinación.❞
"11948320455. Cuando estés por baires háblame :)"
Aprieto la pantalla para mandar el mensaje y después vuelvo a bloquear el celular para prestarle atención de lleno a Natalia, mi mejor amiga, que me mira apoyada en la barra esperando que le diga qué trago quiero. No tardo mucho en decidir porque siempre me pido lo mismo.
—Un gin tonic. —digo sonriendo con los labios apretados. Ella asiente y se vuelve a dar vuelta para seguir hablando con el chico de la barra mientras yo miro el lugar para ver cómo se va llenando de a poco, aunque todavía es temprano hay bastante gente. Me río cuando le hace ojitos y el pibe le sonríe coqueto. No cambia más esta piba.
No sé cuanto tarda en darnos los tragos, pero en todo ese tiempo lo único que hago es apoyar mis codos en la barra y observar el ambiente. Llegamos hace menos de una hora y ya está bastante lleno, la verdad es que Natalia me arrastró porque mi plan de viernes era quedarme en casa a mirar la final del Mundial otra vez.
Si, eso hago desde el 18 de diciembre de 2022. Mirar en loop el partido vs. Francia y memorizarme cada detalle de ese momento tan único para todos los argentinos.
—Toma, amiga. —dice Nati, pasándome el vaso con el trago. Le doy un sorbito y cierro los ojos. No sé que le habrá dicho esta loca al pibe pero me hizo el mejor gin tonic que probé en mi vida. —Ay, qué linda está la noche ¿no? —me dice, moviendo las caderas al ritmo de la canción que está sonando. Pero sé que no me lo dice por la noche en sí, tiene su mirada fija en alguien a mis espaldas.
—¿Está lindo? —pregunto con las cejas levantadas.
—Ponele. —dice, alzando los hombros y arrugando la nariz, conozco ese gesto, es lindo pero tampoco la gran cosa. Aprovecho y subo una historia con la ubicación y un par de emojis, también etiqueto a Nati que al toque la repostea. Pero cuando estoy por guardarme el celular otra vez me llega un mensaje.
Abro los ojos como una demente y creo que hasta se me van a salir del orbital. Pego un grito que claramente solo es audible por Natalia y rápidamente se acerca a mi para ver qué es lo que hay en mi pantalla. Me giro para mirarla y tiene exactamente la misma expresión que yo, nada más que se tapa la boca con una mano.
